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La historia del crimen en Valladolid: los casos más impactantes de la crónica negra reciente

Asesinatos, secuestros y violaciones tejen la telaraña de la historia del último medio siglo en la provincia

La historia del crimen en Valladolid: los casos más impactantes de la crónica negra reciente
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
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En los últimos 50 años, Valladolid ha sido escenario de algunos casos de asesinato, violación o crimen organizado que han captado bastante atención mediática, aunque no son tan frecuentes como en otras ciudades más grandes.

Aun así, Valladolid guarda en su historia reciente algunos sucesos terribles que pasarán a la historia de la crónica negra de la provincia por la gravedad de los hechos y las llamativas condiciones que hacen de cada caso un evento canónico que impactó a la sociedad.

Estos son algunos de los casos más notorios en términos de atención mediática, aunque el número de asesinatos y crímenes, afortunadamente, no es muy elevado en Valladolid. En cualquier caso, la cobertura de estos hechos suele estar muy ligada a la magnitud de la violencia, la repercusión social y las características de los implicados.

El famoso Garfia y sus crímenes (1987)

El vallisoletano Juan José Garfia  se convirtió en famoso a nivel nacional por sus múltiples atracos y su rebeldía en prisión. Lo detuvieron en 1987 por haber robado un coche con el que pensaba llevar a cabo un atraco. Plan que se complicó y que encadenó tres muertes: la de un guardia civil, la de un policía municipal y la de un transeúnte que, desafortunadamente, pasaba por allí.

Una carrera criminal que compatibilizó con varias fugas de prisión y que, durante años, le convirtió en un icono de lo que no hay que hacer en esta vida. Ahora, vive en Madrid en libertad tras haber cumplido su condena y haberse enamorado en la cárcel de una funcionaria de prisiones con la que se casó.

Asesinato terrorista en Valladolid (1990)

La mañana del 15 de junio de 1990, el coronel Manuel López Muñoz salió de su domicilio en Valladolid para ir a trabajar. Hacia las 8.20 horas, cuando cruzó el portal del edificio, un hombre y una mujer se acercaron por la espalda y le dispararon dos veces, en la nuca y la cadera. Uno de sus cuatro hijos oyó el tiroteo y bajó a la calle corriendo. La víctima murió en el acto y los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) reivindicaron el asesinato al día siguiente.

Manuel López Muñoz era coronel de Infantería y había pasado a la reserva en 1987. En el momento en que fue asesinado, se dirigía, como cada mañana, a sus labores de asistencia al gobernador militar de Valladolid. Este acontecimiento supuso un suceso de mucha relevancia en la provincia vallisoletana al tratarse de un asesinato terrorista en una época en la que España esta sumida en una oleada de violencia.  

El asesinato sin piedad de Leticia Lebrato (1992)

Pedro Luis Gallego Fernández, conocido por todos como como 'el violador del ascensor', confesó en 1992 ante el juez que violó y asesinó a Leticia Lebrato, de solo 17 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en el municipio vallisoletano de Viana de Cega. Además, se reconoció autor de varias violaciones ocurridas en Valladolid, Zamora y Salamanca.

El asesino aprovechaba su profesión como mecánico para acceder a los portales de su víctimas, donde aguardaba a que entrasen para después amenazarlas con un arma blanca e introducirlas en el habitáculo para forzarlas. En enero de ese mismo año había acabado con la vida de otra joven, la burgalesa Marta Obregón, de 19 años.

La pequeña Olga Sangrador (1992)

En 1992 la localidad vallisoletana de Villalón de Campos sufría uno de los episodios más oscuros de la historia de la provincia. Se producía el rapto, la violación y el asesinato de la pequeña, de solo nueve años de edad, Olga Sangrador. Tras dos días de zozobra y manifestaciones vecinales, la Guardia Civil detuvo al sospechoso, que confesó. Él mismo dirigió a los agentes hasta el cadáver de la pequeña, que había enterrado, consumados la violación y el crimen, en un pinar de Tudela de Duero.

Juan Manuel Valentín Tejero cumplió dos décadas en la cárcel de Herrera de La Mancha por diferentes condenas pero salió en liberta en noviembre de 2013, cuando la Audiencia de Valladolid ordenó su liberación al cancelarse la Doctrina Parot, que consideraba ilegal la aplicación retroactiva de la misma, que no aplica los beneficios penitenciarios sobre los 30 años de estancia máxima en prisión sino sobre la suma total de las penas. En 2017, volvió a ser detenido  como presunto autor de abusos sobre otra menor.

El asesino del Cuchus reincide (2005)

En el caluroso verano de 1992, un joven extrabajador de la hamburguesería Cuchus asesinaba a la limpiadora del local que le sorprendía cuando, de madrugada, entraba en el mismo para realizar su trabajo. El exempleado asesinó a la mujer y, casi un año después, era condenado a 28 años de cárcel.

Tiempo después, Ramón Mazariegos se convertiría en el primer asesino reincidente de la historia de Valladolid. En 2004, le concedían la libertad condicional tras haber cumplido once años de condena y obtener un informe favorable. En enero del año siguiente, tras solo siete meses fuera de prisión, volvió a matar. Quiso robar a un hombre con el que había quedado, a través de una red de contactos homosexuales, y terminó asesinándolo a golpes para obligarlo así a darle el número secreto de su tarjeta de crédito. 

El asesino de la catana (2007)

En junio del año 2007, Ismael V.S. asesinaba a su hermana y a su padre una mañana cualquiera en el barrio vallisoletano de Girón.  Al parecer, el apodado en los medios de comunicación como 'el asesino de la catana' esperó a que su madre se fuese de casa al trabajo para propinar 15 puñaladas a su hermana, de 33 años. Acto seguido, le quitó la vida  su padre con una catalana que utilizó para provocarle 29 heridas.

Fue condenado a 36 años de prisión por el crimen que llevó cabo en la calle Hogar, en la vivienda de la que llevaba años sin salir por un supuesto problema de agorafobia que se sumaba a un carácter violento hacia su familia.

Un crimen sin resolver en Las Delicias (2009)

Pasaban pocos minutos de las 19.00 horas del 17 de septiembre de 2009 cuando un individuo encapuchado entraba en la cafetería Inicial, en la Avenida de Segovia del vallisoletano barrio de Delicias, y con un cuchillo apuñaló cinco veces por la espalda al propietario, José Luis Boal, que fallecería poco después.

El asesino desapareció y, a día de hoy, todavía no se ha encontrado al responsable. La Policía continúa con una investigación que nunca se ha cerrado porque no se ha encontrado al culpable que mató al empresario hostelero de 53 años que no tenía enemigos y que llevaba a cabo exposiciones y reuniones artísticas en su local.

El policía que mató al marido de su amante (2011)

El agente de la Policía Nacional José Manuel Martínez Falero asesinó, en noviembre de 2011, al marido del amor de su vida, su novia de la adolescencia con la que había retomado una relación sentimental tras muchos años sin contacto. Destinado en Zaragoza, viajó a Valladolid para arrebatar, con dos puñaladas, la vida del hombre de 54 años en la calle Nicasio Pérez, donde tenía aparcado su coche.

Una relación "tóxica y destructiva", como definió el propio asesino, que le costó al expolicía una condena a 18 años de prisión y a pagar una multa de 75.000 euros a los hijos de la víctima, tal y como sentenció la Audiencia de Valladolid en un juicio que se siguió con gran interés y una amplia atención mediática.

La cuidadora asesina (2011)

La cuidadora imputada por el asesinato de tres niños discapacitados, de tres, nueve y catorce años, Graciela L.B.H., reconoció los hechos en la Audiencia de Valladolid. La acusada de haber cometido el crimen en agosto de 2011 se declaró culpable y aceptó una pena de 45 años de prisión, quince por cada uno de los delitos cometidos.

La condenada decidió, de forma consciente, dar muerte a los tres niños, que padecían discapacidad física y psíquica y que se encontraban dormidos en sus respectivas camas y cunas, en el centro regional Los Pinos de la entidad Mensajeros de la Paz, en Boecillo.

Crimen pasional en la calle San Luis (2014)

Los vecinos del número 18 de la calle San Luis de Valladolid, junto a la calle Estación, jamás olvidarán el 1 de julio de 2014. Un incendio provocado en el tercer piso, dejaba al descubierto el asesinato de Daniel González Repiso, de 64 años, a manos de su expareja Jesús Marcos Maestro que lo acuchilló y calcinó el cadáver en la bañera.

La Policía se encontraba en la vivienda al autor del asesinato, en calzoncillos, sangrando y en estado de shock. Al parecer, el fallecido había roto su relación con su novio y este, loco de rabia, había acabado con su vida y tratado, sin éxito, de deshacerse el cuerpo.

El violador del ascensor en libertad (2016)

Pedro Luis Gallego, conocido como el violador del ascensor había sido condenado a 273 años de cárcel por la violación y el asesinato de Leticia Lebrato, de 17 años, en Viana de Cega, y de Marta Obregón, de 19, en Burgos, a principios de los años 90, además de otras dieciocho agresiones sexuales en esas fechas.

Aun así, salió de la prisión en el 2016, tras derogarse la doctrina Parot. Poco después, cometió otras dos violaciones y dos intentos de agresión sexual, hechos por los que tuvo que ser juzgado de nuevo, en cuyas sesiones pidió perdón y solicitó que lo encerraran: "Tengo una obsesión que no puedo controlar".

El Crimen de la Circular (2018)

María Aguña, una viuda de 73 años, murió al verse envuelta en un violento intento de robo en su propia casa, en la Plaza Circular de Valladolid. En solo veinte minutos, un grupo de sicarios, contratados por un protésico dental, arrasaron en la vivienda en busca de la caja fuerte donde se escondían 300.000 euros procedentes de un negocio de ganado. Los ladrones no consiguieron el dinero y dejaron amordazada y maniatada a la mujer que falleció horas después.

Los condenados son el vallisoletano Rubén A.R. y los ciudadanos de origen búlgaro Arso A.I, Emil A.M, Antón A.M, Gabriel E.K. y Gabriel M.K, por intento de robo y por el asesinato de la anciana a causa de una insuficiencia cardiaca, tras golpearla.

Violan y matan a la pequeña Sara en su casa (2019)

El Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Valladolid condenó a prisión permanente revisable en  2019 a una hombre por el asesinato con alevosía y ensañamiento de una niña de cuatro años, y a 22 años de cárcel por cuatro delitos de maltrato, un delito de maltrato habitual y un delito de agresión sexual a un menor de 16 de años. En todos los delitos, concurre la agravante de odio por el origen rumano de la pequeña, hija de su pareja.

Un  terrible caso que conmocionó a España en el que la madre de la pequeña fue condenada a 25 años de prisión como autora por comisión por omisión del delito de asesinato, y a dos años y 11 meses por tres delitos de maltrato con lesiones y un delito de maltrato habitual. En todos ellos, se aplicaron las atenuantes de obcecación y confesión. La madre y su pareja deberán indemnizar conjuntamente al padre de la menor con 85.000 euros y a la hermana con 70.000 euros.

Un caso sin resolver en Laguna (2020)

El misterio sigue rodeando al caso del asesinato de David Hernández que, con tan solo 18 años, salió de su casa una fatídica madrugada en 2020, en pleno confinamiento cuando estaba prohibido. Un vecino alertó de que lo había encontrado muerto a escasos metros de su propio domicilio. El cadáver del joven presentaba signos de violencia, y todo parecía indicar que fue asesinado. 

Un fuerte golpe en la cara propinado por una piedra y dos puñaladas en el cuerpo provocaron su terrible fallecimiento. Ante la falta de pruebas, y el desconocimiento de los familiares porque tampoco hubo un testigo que viera lo sucedido, el Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid archivó el caso de David. 

Caso Esther López (2022)

Una joven de Traspinedo desaparece un fatídico 13 de enero de 2022 y no es hasta el 5 de febrero de ese mismo año cuando la Guardia Civil localiza el sin vida cuerpo de Esther López. Un duro golpe para la familia y la localidad vallisoletana de la fallecida que, desde ese momento, no ha dejado de luchar para que se haga justicia.

Por increíble que parezca, tres años después aún no se ha encontrado, al menos de manera oficial, al culpable de lo sucedido. Todo apunta a que el presunto autor de su muerte fue Óscar S.M., el principal sospechoso y, de momento, único investigado, que se enfrentará a un jurado popular, como así determinó la jueza del Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid que lleva el caso.

El crimen de La Fiestuki (2022)

Rubén Álvarez cumple condena por asesinar al joven Brayan L. C.en la madrugada del 1 de agosto de 2022, pegándole un tiro con una pistola tras una discusión que comenzó en el interior de la discoteca 'La Fiestuki', en La Cistérniga, y que llegó a su fin de la peor de las maneras en el exterior del local de ocio nocturno.

La detención del responsable del crimen y de su pareja se llevó a cabo casi un mes después cuando la Guardia Civil entró en el piso de un barrio de Salamanca donde se escondía y en el registro ocupó una pistola con munición de las mismas características de la recogida en el escenario del crimen.

Asesinado por ser de Valladolid (2024)

El crimen de Sergio Delgado Franco, el joven asesinado en Burgos el 24 de febrero  de 2024 cuando celebraba una despedida de soltero en una zona de copas por el mero hecho de ser vallisoletano, ha sido, probablemente, la noticia de crónica negra más impactante del año. Dos meses después de su asesinato, tuvo lugar una concentración a las puertas del Ayuntamiento de Valladolid para reclamar justicia y en la que la familia de Sergio, diseñador gráfico y colaborador del Mutua Tenis Open de Madrid, reclamó el fin del "del odio por origen o entre provincias".

Dos días después de la brutal agresión, la Policía Nacional detuvo a un joven de 23 años, vecino de Burgos y vinculado a un grupo de extrema izquierda cercano a 'Resaca Castellana' y a grupos ultras del Burgos C.F. Horas después de confirmarse este extremo, el club deportivo expulsó "de por vida" a esta persona como socia.