Enrique Cornejo, un "caballero" de Valladolid, recibe el título de Hijo Predilecto de la ciudad

No muy a menudo se engalana el Ayuntamiento de Valladolid con los más altos elementos de honor como los que han vestido este jueves la casa de todos los vallisoletanos. Arreglos florales a la entrada, Guardia de Gala de la Policía Municipal en formación y maceros con su traje oficial han enmarcado la entrada del nuevo Hijo Predilecto de la ciudad de Valladolid: don Enrique Cornejo.

En un acto solemne, tal y como se acordó en el pleno municipal del pasado 12 de septiembre, el director del Teatro Zorrilla, propiedad de la Diputación, ha recibido de manos del alcalde un alto honor que, tal y como él mismo ha expresado, "le sitúa al lado, que no a la altura", de otros Hijos Predilectos de la ciudad como Miguel Delibes o Rosa Chacel.

Cornejo, conocido por su vasta trayectoria en el mundo del teatro y la gestión cultural, comenzó su discurso visiblemente emocionado y haciendo hincapié en la importancia del trabajo en equipo y en el apoyo de quienes le han acompañado en su trayectoria. "Normalmente en el triunfo de las personas, y como triunfo se puede considerar el que se destaque por algo, siempre es como consecuencia de que se forma parte de un equipo. Nadie por sí mismo suele ser triunfador absoluto en lo que hace y en lo que piensa. Todo el mundo tiene que descansar en los demás".

Recordó su regreso a Valladolid hace unos 15 o 16 años, cuando recibió la llamada de Ramiro Ruiz Medrano, entonces presidente de la Diputación, para recibir la Medalla de Oro de la Provincia. "Y la verdad es que a partir de ese momento conocí y me interesé por las obras que realizaba el Teatro Zorrilla". Así, rememoró cómo el destino le llevó a convertirse en director del Teatro, espacio que ha transformado con su visión y esfuerzo. "Opté como tantos candidatos a la posible dirección de este coliseo y el destino decidió que yo iba a ser el director de ese teatro, donde llevo 15 años entregados en cuerpo y alma".

Desde entonces se han llevado a cabo más de 4.000 representaciones en el palco escénico situado en la Plaza Mayor. A este respecto reconoció y agradeció la "buena sintonía" con todos los presidentes provinciales con los que ha trabajado, desde el propio Ramiro Ruiz Medrano, pasando por el actual alcalde, Jesús Julio Carnero, hasta llegar al actual, Conrado Íscar.

Del teatro a la poesía

Cornejo también se refirió al Premio Internacional de Poesía José Zorrilla, que él puso en marcha y que ha alcanzado su décima edición. En la actualidad, está considerado como uno de los más importantes de España. Destacó el papel de Carlos Aganzo en la creación del premio, subrayando que sin su colaboración no hubiera sido posible y subrayó la importancia de rodearse de un equipo que aprecie la poesía y cree en una sociedad que consume cultura literaria. 

El homenajeado hizo, también, una especial mención a los medios de comunicación locales y nacionales por su apoyo constante. "Los periódicos, los medios de comunicación aquí presentes siempre me han brindado su amistad, siempre he ofrecido la generosa puesta en escena en terminología teatral para que realizasen su trabajo". Y habló de la revista literaria que creó junto a su amigo Julio Martínez.

En este sentido, resaltó su admiración por los poetas, mencionando a varios Hijos Predilectos anteriores, como Jorge Guillén, Rosa Chacel, Nicomedes Ruiz y Francisco Pino. "Reconozco y admiro tanto al poeta… Quizá porque yo soy incapaz de hacer una poesía, quizá porque la poesía es mi remanso, mi descanso permanente cuando dispongo de tiempo para ello. No necesito más que un buen libro de poesía y mi querido perro en mis pies". También mencionó a otros Hijos Predilectos como Ricardo Blázquez, arzobispo emérito, y a Verónica Casado, reconocida como mejor doctora en medicina del mundo.

De igual modo hizo una semblanza de Miguel Delibes, a quien siempre ha admirado, recordando cómo su padre le enseñó a respetar la obra de este autor.

Finalizó su intervención recordando una entrevista privada que le otorgó Su Santidad Juan Pablo II para hablar de teatro. Aquel entonces, tras su charla con el Papa, la emoción le llevó a dar vueltas por la Plaza de San Pedro, algo que ha enlazado con el sentimiento profundo que sintió tras su entrevista con el alcalde, en la cual le informó de que era candidato a ser Hijo Predilecto de la ciudad de Valladolid. "Igual, me puse a dar vueltas por la Plaza Mayor", contó.

"Solo porque amo Valladolid, creo que todos la amamos, quizá en mi pongo algo más que la profesionalidad, pongo el entusiasmo, la fe, pongo el deseo de serviros por tantas cosas". Cerró su discurso citando una enseñanza de su padre: "Nunca pierdas el tiempo, hijo mío, empléalo".

Excepcionalidad y compromiso

Tras el discurso de Cornejo, tomó la palabra el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien resaltó la unanimidad de toda la corporación municipal en la decisión de otorgar el título de Hijo Predilecto a Cornejo. El regidor subrayó que los méritos del homenajeado cumplen con los requisitos del reglamento orgánico de la ciudad, que exige "méritos de acusada excepcionalidad y el mantenimiento de un vínculo íntimo y continuo con la vida local y la comunidad vallisoletana".

El alcalde ensalzó el papel de Cornejo en mantener a Valladolid como una ciudad de teatro. "Y además en un hecho fundamental y trascendente que yo quiero destacar, que Valladolid que tiene ese marchamo y vitola de ciudad de teatro gracias, precisamente, a la figura de Enrique Cornejo".

Carnero reveló un lado personal de este hombre de cultura, describiéndolo como una persona "ceremoniosa" y con un "trato exquisito". "La razón de ser de Enrique Cornejo es la de la amistad. La de la amistad en la amplitud del término, sin condiciones, sin cortapisas". También señaló su disciplina, adquirida a través del boxeo.

El alcalde describió a Cornejo como "amante de Valladolid", "libre", "amante de la literatura", "entero", "romántico" y "obstinado". Destacó su compromiso social y su constante búsqueda de justicia. "Esa obstinación que es fruto de ese compromiso social que tiene Enrique Cornejo, pues para mí quizás sea lo que pone la guinda a esa manera de ser y esa manera de estar". Concluyó describiendo a Cornejo como un "caballero" en todos los sentidos, "caballero como el caballero del Olmedo", y lo comparó con el personaje Cipriano Salcedo del "Hereje" de Miguel Delibes.

Enrique Cornejo Fernández: Un legado en las artes escénicas

Desde muy joven, Enrique Cornejo Fernández (1941) mostró una pasión inquebrantable por el teatro, aunque nunca quiso ser actor ni director. A los 12 años comenzó colaborando con una compañía teatral de los Padres Franciscanos, y a los 20 fundó su propia compañía itinerante. Su carrera, que abarca más de seis décadas, lo ha consolidado como uno de los grandes productores teatrales de España, con más de 500 espectáculos producidos y 5.000 títulos programados de géneros como la comedia, zarzuela, ópera, danza y conciertos. Ha trabajado con destacados artistas, autores y creadores, generando empleo constante en el sector de las artes escénicas.

A lo largo de su trayectoria, Cornejo ha gestionado importantes teatros en Madrid, Valladolid y Cartagena, incluyendo el Teatro Zorrilla y el Muñoz Seca, demostrando un profundo compromiso con la cultura. Ha creado premios de prestigio como el Internacional de Poesía José Zorrilla, el Revelación Teatral y la 'Butaca de Plata', además de presidir el Premio Valle Inclán de Teatro. También ha impulsado iniciativas educativas, como la Escuela de Interpretación Rafael Alberti, y desempeñado roles destacados en instituciones como la Asociación de Productores de Teatro y el Instituto Internacional del Teatro.

Reconocido con importantes distinciones como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo, Cornejo ha mantenido un vínculo estrecho con Valladolid, ciudad a la que ha contribuido significativamente con su actividad teatral desde 1970. Actualmente, dirige el Teatro Zorrilla, donde sigue estrenando y promoviendo espectáculos que enriquecen la oferta cultural y mantienen viva la tradición escénica.