Un belén 'cubierto de purpurina' en forma de canto a la esperanza en Valladolid

Cuando nos damos cuenta que la luz no va a aparecer al final del túnel, siempre queda la esperanza, esa que, como bien dice mi abuela, nunca hay que perderla. La familia Plantinet Rivera, conocida por el libro 'Carolina Purpurina' a raíz de la enfermedad que padece la pequeña, ha abierto este domingo las puertas tanto de su casa como de su corazón a los vallisoletanos que se han acercado hasta la calle Santiago para ver, de manera gratuita, un belén espectacular con todos los detalles que uno se pueda imaginar.

Es la tercera vez que ponen en marcha esta bonita iniciativa en Valladolid que, de alguna manera, sirve, pese a que ese no sea el principal objetivo, para visibilizar la situación en la que está inmersa Carolina. Cabe recordar que la pequeña padece Leucodistrofia TUBB4A, una enfermedad rara neurodegenerativa provocada por una mutación genética. De hecho, han aprovechado la ocasión para que la gente conozca el libro, cuyo fin no es otro que recaudar fondos para la investigación contra la enfermedad en nuestro país.

Isabel, una de las hijas de Laura y Stephane, explica, en declaraciones a TRIBUNA, que tardaron "cinco fines de semana" en preparar el belén después de su propio cumpleaños, en el que pide a los invitados que la echen una mano colocando las piezas para su posterior 'traslado' de Madrid a Valladolid. Cuando lo consiguieron, aprovecharon el puente de la Constitución para celebrar la primera jornada de puertas abiertas, que ha concluido este mismo domingo con la segunda a las 21.00 horas. 

Cerca de 500 personas se han pasado a ver el belén, según reconoce la propia Laura. Con una sonrisa, escucha a Isabel, autora del libro, decir alto y claro: "Nosotros estamos dispuestos a abrir siempre las puertas a todo el mundo". Laura añade que "son felices" y eso es "lo único" que la consuela, en referencia a la enfermedad de Carolina, que "avanza muy rápido". "Estamos luchando para traer los tratamientos de Estados Unidos a España", asegura.

En este sentido, apunta que el único estudio para combatir con eficacia la enfermedad se va a hacer en el país norteamericano, lo cual complica aún más el proceso. "Si quisiéramos seguir el tratamiento nos tendríamos que ir, pero esa no es la solución porque tenemos tres hijos más. El objetivo es traerlo a España, que sería el primer país europeo en tenerlo", sostiene. No obstante, no pierde la esperanza gracias al éxito del libro y a los determinados compromisos que están teniendo cada fin de semana, algo que la permite "ser optimista", confiando en poder ganar esta batalla, su principal deseo para el año 2025.