La calle Mantería, refugio del comercio tradicional en el centro

Los hábitos de consumo han cambiado. Es un hecho y una tendencia que parece imparable. El comercio tradicional se está viendo desplazado por grandes superficies donde el cliente lo hace prácticamente todo solo. A veces, incluso cobrarse a sí mismo. A esto se une la venta por internet desde casa, cada vez más importante en términos económicos. Estos nuevos hábitos de consumo han provocado un cambio en la fisionomía de las ciudades, donde las franquicias se han hecho con el control de las zonas comerciales. 

Valladolid no ha escapado a esta tendencia y la calles como Santiago o la Plaza Mayor han ido sucumbiendo a esta globalización, ya que solo las grandes marcas se pueden permitir los alquileres en vías principales. Sin embargo, en el centro de Valladolid es posible encontrar todavía mucho comercio tradicional. Zonas como la calle Montero Calvo, Duque de la Victoria y Plaza España mantienen muchas de estas tiendecitas, si bien es la calle Mantería, una de las calles comerciales por excelencia en Valladolid, la que más aguanta el pulso para el comercio tradicional en la capital pucelana. De hecho, aunque alguna gran marca se ha establecido en esta calle, la mayoría de las tiendas y locales en esta rúa pertenecen al comercio de toda la vida.

Desde hace 30 años, la Asociación de Comerciantes de la Calle Mantería, con 22 asociados, trabaja para mantener viva esta calle que no siempre fue peatonal, no en vano este colectivo se creó en su momento para impulsar la peatonalización.

Así lo relata su presidente, Fabián Diez Wirton, quien apunta que, en base a esos cambios en los hábitos de consumo y teniendo en cuenta el tipo de comercio que hay en esta calle, el perfil del cliente de Mantería ha cambiado en los últimos años. "La edad media del comercio ha subido mucho porque es la persona que está acostumbrada a la tienda de toda la vida. Digamos, a partir de 40 45 años", explica. Un envejecimiento en la clientela que tiene que ver con el cambio de paradigma. "El problema que yo veo es que el modelo de comercio tradicional en la calle es un modelo de consumo que la gente joven no admite, no lo quiere, porque hay otras herramientas, como internet", añade.

En este sentido, tampoco es fácil para el pequeño comerciante adaptarse a las nuevas tendencias de venta on-line. "Yo tengo las tiendas de Rebelde y sí tengo página y me consta que quien más quien menos tiene su paginita. Lo que pasa es que internet es la gran trampa. Es un sistema hecho por los grandes y para ellos, porque si en las búsquedas no estás en la primera o la segunda posición, olvídate", lamenta. "Al final gastas dinero y se lo estás dando a los mismos. Igual si te metes en Amazon o Zalando. Yo lo he hecho y ahora mismo ya no, porque al final estás ahí haciendo bulto", dice.

Tiendas conocidas y reconocidas

Pero lo cierto es que el comercio de la calle Mantería se mantiene y lo hace gracias a varios factores. El público conoce las tiendas que llevan en esta calle toda la vida y confía en ellas; hay gran variedad de productos; es una zona céntrica y cómoda y, además, los propios comerciantes, desde su asociación y a través de Fecosva, desarrollan gran cantidad de acciones a lo largo del año para dar visibilidad a su zona comercial y a su mercancía. "Con Fecosva y la ayuda de Ayuntamiento, la Cámara y la Junta, llevamos a cabo desfiles, concursos, promociones, ponemos la iluminación de Navidad con una Cabalgata de Reyes y todo lo que podemos", detalla. "Efectivamente, creo que a nivel de Valladolid suena la calle Mantería", constata.

Además, el Ayuntamiento ha anunciado una serie de mejoras medidas como algunas mejoras concretas para la calle Mantería y Torrecilla, entre las que se encuentra la incorporación de nuevas luminarias de tecnología led y renovación del mobiliario urbano con nuevas jardineras y bancos. Algo que desde esta asociación consideran "positivo" así como todo lo que se haga para mejorar la zona tanto a nivel general como en lo que se refiere a la dinamización del comercio.

El esfuerzo de unos y otros pretende poner en valor un tipo de comercio que, tal y como recuerda Fabián Díez, destaca por "la atención personalizada y ese trato humano" que permite "salir del botón del móvil" donde todo se basa en "dar ok".