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Estados Unidos, campeón de milagro y por la gracia de Kahleah Copper y Kelsey Plum

Francia, con una estelar Williams, lleva al límite a la poderosa selección norteamericana que suma su octavo oro

Estados Unidos, campeón de milagro y por la gracia de Kahleah Copper y Kelsey Plum
Kahleah Copper (FIBA)
Teresa Sánchez
Teresa Sánchez
Lectura estimada: 3 min.
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La selección estadounidense femenina de baloncesto doblegó la resistencia de la anfitriona Francia (66-67) para colgarse la medalla de oro.

A'ja Wilson (21 puntos y 13 rebotes) fue la que lució más en las estadísticas pese a fallar mucho sobre todo durante el primer tiempo aunque fueron Kahleah Coper, ex de Perfumerías Avenida, y Kelsey Plum las que sostuvieron a Estados Unidos en un día de mucha tensión. Williams pudo empatar el partido pero su lanzamiento, con acierto, fue dentro de la línea de 6,75 metros y solo valió dos. 

En la primera mitad los continuos errores de EEUU, que no encontraba la mejor versión de sus grandes referencias Wilson y Stewart ambas muy fallonas, y que además concedió multitud de rebotes y segundas opciones a Francia hizo que las anfitrionas crecieran cada vez más e incluso llegaron a estar diez arriba con Williams y Ayayi como puntales aunque gran trabajo general. 

En el momento más delicado la aparición ofensiva de Plum y Copper, muy activa también atrás, y la reaparición de Wilson secundada por Collier, permitió remontar hasta llegar a un final igualado que tras los tiros libres de Copper, dejaba la opción de empatar con tres segundos de juego. Johannes, muy gris en el partido, no se atrevió a lanzar, le pasó a Williams que estaba dentro de la zona y por instinto lanzó para anotar y quedarse a un punto de, al menos la prórroga.   

Con este oro, la estadounidense Diana Taurasi cierra su hexágono dorado. Vino a la cita de la capital francesa a sus 42 años y ya es un mito, al convertirse en la primera persona con seis títulos olímpicos de baloncesto.

Taurasi festejó junto a sus compañeras el décimo título de Estados Unidos desde que el baloncesto femenino entrase en el calendario olímpico -en los Juegos de Montreal'76 (Canadá)-. El octavo seguido. Deshizo a su favor el empate histórico que la unía a su ex compañera Sue Bird -ya retirada, que este domingo protagonizó la ceremonia de los bastonazos de apertura de la final- y ya reina en solitario. Con una plusmarca que será difícil que alguien supere.

Si el sábado Kevin Durant, otro mito, se convirtió en el primer hombre en ganar cuatro oros olímpicos, la escolta de Chino (California), de madre argentina y de padre italiano criado en Argentina -que se expresa indistintamente en inglés y en español-, elevó la apuesta a media docena de medallas doradas.

Debutó con éxito en los Juegos de Atenas 2004, en las que las mujeres estadounidenses lavaron un poco la imagen de su país, después de que el equipo masculino saliese de la capital griega con un para ellos humillante bronce.

Repitió oro en los Juegos de Pekín 2008 y subió de nuevo a lo alto del podio en los de Londres 2012 y Rio 2016 (Brasil). Y en la última cita olímpica capturó su quinta medalla dorada en los Juegos de Tokio, donde el 'Team USA' derrotó a la anfitriona.

El proceso de su sexto oro lo vivió con un papel secundario en pista, pero siendo la guía espiritual del equipo que dirige Cheryl Reeves, en el que fue la 'gran capitana'. Después de París 2024, seguirá jugando -la WNBA está inconclusa, aún-. Pero éstos han sido sus últimos Juegos.