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Marco Pérez, otra puerta grande, esta vez en Íscar

Una novillada larga y con novillos bien presentados pero con la fuerza justa donde el palco cumplió y aguantó estoico la bronca del público

Marco Pérez, otra puerta grande, esta vez en Íscar
Fotos: JOSÉ FERMÍN Rodríguez
Jesús  López Garañeda
Jesús López Garañeda
Lectura estimada: 2 min.

No fue un dechado de bravura la novillada del Conde de Murça en el día del cierre de la Feria taurina de este 2024. Tan solo la nobleza de los animales lidiados fue nota destacada, porque el empuje, la bravura, la raza brillaron por su ausencia. Y aquí el novillero salmantino Marco Pérez aprovechó con oficio y calidad las embestidas del llamado "buenhumor", marcado con el número 58, un ejemplar terciadito, flojo y mansurrón al que metió en el canasto con decisión y arrojo, exprimido como limón en una faena que acabó con estocada entera algo tendida y que no obstante le premiaron con las dos orejas. Frente al quinto, un toro ya cuajado, noble y de escasa fuerza Marco Pérez brindó la faena al público.

Estuvo en su faena con oficio de torero frente al incierto y deslucido ejemplar del Conde de Murça. Tras pincharlo y conseguir después una entera perpendicular, la petición de oreja del público no fue atendida por el usía, con buen criterio, pues es intolerable que fallando en la suerte suprema, tengan que ser regaladas orejas porque así lo quieren con el bullicio, el ruido y la voces del respetable.

Abrió plaza el mexicano Bruno Aloi que toreó firme y elegante, con estilo, temple y entrega, poniendo en marcha una faena muy bien llevada con temple y decisión. El torero mexicano tiene un estilo inconfundible, señero, poderoso y entregado que seguro le traerá en más de una ocasión la ovación y los premios. Fuerte petición de oreja en su primero que no fue atendida por el palco y una oreja concedida frente al cuarto tras sufrir un achuchón sin consecuencias que desató el ¡ay! en los tendidos.

El tercero en la terna , el salmantino Cristian González que entró e esta novillada para sustituir a su compañero colombiano Andrés García toreó muy despacio, tras un buen saludo a pies junto al "gavilán" cuya faena brindaría a Domingo Delgado de la Cámara. Le dio al burel dos series templadas con ambas manos, pero se le atragantaron los aceros, pinchando reiteradamente con lo que el silencio arropó su labor.

Frente al que cerraba corrida, el llamado toro de la jota, pues la Banda de Íscar lanza sus sones al salir la res de toriles, brindó al público e instrumentó una faena entregada, con cierta gracia torera en los pases de pecho que cerraban las series. Sin embargo, la espada no es su fuerte y pasó un quinario hasta que atronó al animal, recibiendo un aviso desde la Presidencia.

Al final del festejo, los costaleros sacaron al menudo Marco Pérez por la puerta grande de Íscar.

En resumen, una novillada larga y con novillos bien presentados pero con la fuerza justa donde el palco cumplió y aguantó estoico la bronca del público que, a veces pide más de la cuenta para premiar a los lidiadores, sin que su labor merezca otra cosa que los saludos o la vuelta al ruedo que, por cierto, también eso es un premio.

Más Info.

FICHA DE LA NOVILLADA

Íscar. Media plaza. Novillada con picadores, última de feria. Sonó el himno nacional antes de romper el paseíllo. Seis ejemplares del Conde Murça, nobles y escasos de fuerza y bajos de raza para

Bruno Aloi, Vuelta al ruedo y oreja.

Marco Pérez, dos orejas y Vuelta al ruedo.

Cristian González, silencio y silencio tras aviso.