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La heroicidad de Diego, un policía 'salvavidas' en Valladolid: "Hice todo lo que estaba en mi mano"
El agente palentino no estaba de servicio cuando salvó la vida de un hombre de 50 años que entró en parada cardiorrespiratoria en un club de pádel
Diego, el agente que salvó la vida de un hombre en Valladolid. TRIBUNA.
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Nunca sabes cómo, dónde y cuándo tienes que intervenir siendo un agente de la Policía, ya que a diario formas parte del desarollo de una gran cantidad de historias diferentes. Aun así, y en la mayoría de los casos, la profesión se lleva por dentro, y el oficial Diego Calvo, aunque esta vez, y por un día, solo quería "desconectar", le tocó vestirse de héroe sin necesidad de llevar ningún tipo de uniforme. Eso sí, estaba vestido de jugador de pádel, a lo Arturo Coello, con algo menos de calidad, pero con la misma delicadeza humana para ponerse manos a la obra, nunca mejor dicho, ante cualquier tipo de reto.
Entre todos los retos que debe solventar día tras día, este, seguramente, sea el más complicado. Estaba jugando el pasado viernes al pádel en las instalaciones de la calle Zanfona cuando de repente un joven se acerca y pregunta si había un médico... en la sala. El agente se interesó rápidamente por la situación y fue cuando le aseguraron que había "un hombre ahogándose en el baño". "Me dijo que se encontraba bastante mal... que estaba mareado", explica Calvo en declaraciones a TRIBUNA. Al parecer, el hombre de 50 años se había ido al baño "a echarse un poco de agua" y, de esta forma, lidiar con el supuesto mareo, que no era lo que realmente le pasaba.
Tres policías salvan la vida de un hombre en Valladolid que había entrado en parada cardíaca
El palentino, conocedor de este tipo casos, le sonaba "un poco raro" que se habría atragantado "por el calor que hacía". Es decir, ya intuía que más que un atragantamiento, podría ser un infarto. Al entrar en el baño, Calvo vio al hombre "tirado en el suelo e inconsciente". A partir de ese momento, advierte de la situación a los dos chicos que estaban intentando ayudar para que, al menos, llamaran con urgencia al 1-1-2 e informar a los sanitarios de que acudan al club de pádel "con una unidad medicalizada". "Me puse a realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Se me hizo muy largo hasta que llegaron los compañeros de Delicias", explica.
Estos dos agentes, otros héroes sin capa con la ayuda de un miembro de la Protección Civil de la Cistérniga, tenían el desfibrilador, al que conectaron de inmediato. Uno de ellos cogió el relevo de Diego en las maniobras mientras el oficial le quitaba la camiseta: "Le colocamos el desfibrilador. Al principio, nos permitió darle una descarga porque el corazón estaba fibrilando. Con el segundo análisis del desfibrilador, el aparato nos recomienda si tenemos que dar o no otra descarga mientras, eso sí, no dejamos de realizar las maniobras RCP. Ya con la segunda descarga, llegaron los sanitarios". El agente, en este sentido, recuerda que "la formación es muy importante y básica", ya que, por ejemplo, que el hombre tenga "boqueo" es bueno porque eso significa que "sigue con nosotros".
Le colocamos el desfibrilador. Al principio, nos permitió darle una descarga porque el corazón estaba fibrilando
Tras lo sucedido, Diego quiso saber qué tal estaba el hombre. La hermana del mismo se puso en contacto con él para agradecerle esta heroicidad y tranquilizarle asegurando que le van a intervenir "quirúrgicamente" porque "parece que ha vuelto a nacer". El palentino confiesa que está orgulloso de haber salvado la vida del hombre y del "buen trabajo" realizado, ya que es consciente de que hizo "todo lo que estaba" en su mano, algo que no olvidará jamás.
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