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Fundación Triángulo pone el foco en la educación "para luchar contra los delitos de odio"

La asociación remarca la "desfachatez" que supone que Castilla y León continúe siendo la única Comunidad de España sin una ley específica

Fundación Triángulo pone el foco en la educación "para luchar contra los delitos de odio"
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
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La Fundación Triángulo en Castilla y León reivindica la importancia "suprema" de seguir reivindicando el 28 de junio como Día del Orgullo para "ayudar a visibilizar y normalizar" el colectivo LGTBI.

Yolanda Rodríguez y Samuel Benito, voluntarios, señalan como "una desfachatez" que Castilla y León comtinúe sin una ley específica que proteja al colectivo e insiste a la Junta de Castilla y León a que la desarrolle.

La asociación, con sede en Valladolid, insiste en "poner el foco" en la educación para enseñar a los más pequeños a "no odiar" y "dar herramientas" a aquellos niños que formarán parte del colectivo y que "deben entender qué les está pasando" antes de que la sociedad se lo haga comprender "a golpes".

PREGUNTA: ¿Por qué sigue siendo importante y necesario reivindicar la fecha del 28 de junio como Orgullo LGBTI?

RESPUESTA: El movimiento, a lo largo de toda su historia, siempre ha sido reivindicativo para lograr la igualdad de derechos, tanto legal como social. La igualdad legal está más consolidada gracias a ciertos desarrollos legislativos que han ido dándose en nuestro país pero la igualdad social está todavía muy lejos de existir.

P: España avanza con leyes especializadas que quieren proteger al colectivo pero Castilla y León es la única Comunidad Autónoma que todavía no tiene una ley específica, ¿Por qué se encuentra a la cola del resto del país?

R: Es una vergüenza. Hasta hace poca solo quedábamos pendientes Asturias y Castilla y León, pero ahora la otra comunidad ya la está tramitando. Por asuntos así es por lo que sigue siendo necesario reivindicar el 28 de junio y el Orgullo LGTBI.

P: Ha llegado al Ministerio de Igualdad Ana Redondo, de Valladolid, ¿puede ayudar esta figura en ese Ministerio a hacer reflexionar al Gobierno Regional con lo referente a esa posible ley?

R: El trabajo del Ministerio de Igualdad es incuestionable y ayuda al colectivo pero en lo referente al territorio de Castilla y León no tiene competencias directas. El año pasado se aprobó una ley muy importante a nivel estatal y ahora el Ministerio tiene en su mano el poder de llevar a cabo ese desarrollo legislativo. Pero quien tendría que implantar las nociones de esa ley es la Administración Regional a través de la Sanidad, la Educación o los Servicios Sociales. Pero no lo hace.

P: Cada año, el Orgullo vallisoletano crece y es la tercera edición este 2024 en el que se celebra el Zorrilla's Fest con conciertos y actividades lúdicas, ¿es el Orgullo una fiesta o una lucha?
R:
Es una manifestación y una reivindicación. Lo hacemos fiesta, eso es innegable. Y esos eventos de ocio le dan al movimiento la visibilidad que necesita. Pero, ante todo, hay una protesta. El Orgullo no se entiende sin su lucha.

P: ¿Dónde debe ponerse el foco actualmente?

R: No debemos olvidarnos que nosotros, los españoles, tenemos una situación más privilegiada por ese desarrollo legislativo y porque la mentalidad de nuestra sociedad ha avanzado. Pero, en algunos lugares del mundo, pertenecer al colectivo LGTBI está penado con cárcel o incluso con la muerte. No solo reivindicamos por lo que pasa en Valladolid o Castilla y León, nos manifestamos por todos aquellos que no pueden hacerlo.

P: ¿Está normalizado ya el colectivo LGTBI en la sociedad de nuestro país?
R:
Queda mucho por hacer. Existe un miedo interno al rechazo en nuestras vidas. A diario, uno tiene que 'salir del armario' en su trabajo, en la calle o en cualquier otra situación cotidiana. Una persona heterosexual habla de su pareja con tranquilidad, pero si eres, por ejemplo, homosexual ya no tienes la misma libertad de hablar con naturalidad de tu día a día o de tu pareja, por miedo a cómo se lo puedan tomar.

P: ¿Cómo puede ayudar la sociedad que no se considera parte de las siglas del colectivo a integrar a los que sí?
R:
Existen algunas barreras, sobre todo las del desconocimiento. La bisexualidad no está suficientemente comprendida y muchas veces está denostada. Todos tenemos derecho a reivindicar nuestra forma de ser y de vivirla. Con la intersexualidad pasa lo mismo. Es más, una gran parte de la gente no sabe ni lo que es. El primer paso es saber de qué estamos hablando y después hay que comprender a esa persona y saber las condiciones de vida que le han impedido vivir en libertad. La clave de casi todo es interesarse y ser empático.

P: ¿Cuál es el primer paso que debemos comprender para empezar a abrir la mente?
R:
La sexualidad no es binaria. Es muy fácil socialmente reducir las posibilidades a unas únicas dos opciones. Hombre o mujer. Heterosexual u Homosexual. Pero la realidad es otra. Existen los grises y esos grises son muy complicados de definir

P: ¿Por qué sería importante que se focalizase en la educación para evitar LGTBIfobia?
R:
Comúnmente, si escuchan que exponemos que hay que incidir en la educación sexual se arma una importante polémica. Es necesario saber que nadie se va a convertir en gay o va a identificarse como una persona trans por el simple hecho de que les den una charla en el colegio. Eso es una cuestión natural de cada uno. Pero es imprescindible que les demos información a los niños y que así puedan afrontar mejor el camino de su vida en liberta. Si nadie me dice que es normal lo que me está pasando y que puede pasarme, voy a pensar que está mal.

P: ¿Qué tipo de iniciativas serían necesarias?
R:
Talleres o charlas, por su puesto adaptadas a la edad de cada niño. No hay que contarle a un niño de seis años lo que le cuentas a alguien de dieciocho. Cada etapa necesita una información pero no se les da. Debería ser el Sistema Educativo el que focalizase en eso y, transversalmente, tuviese esos contenidos dentro de su currículum.

P: ¿Por qué hay un sector joven de la sociedad que se ha radicalizado hacia la intolerancia?
R:
Estamos frente a una etapa convulsa. Hay un sector muy amplio de personas muy libres y tolerantes en las nuevas generaciones pero también viene un grupo muy fuerte de chavales muy cerrados de mente. Hay un momento social muy complicado.