Dos personas han fallecido en la provincia de Valladolid en menos de una semana a causa de un atragantamiento. Uno de los sucesos tuvo lugar en un local de Tordesillas el sábado 4 de mayo, y 24 horas después, otro hombre fallecía por el mismo motivo en la Feria Flamenca de Íscar.

Este tipo de tragedias ponen en valor la importancia de los primeros auxilios y la necesidad de que todos los ciudadanos aprendamos a realizar estas técnicas correctamente. Por este motivo, nos ponemos en contacto con Eduardo Lamarca, médico de familia que trabaja en una UVI móvil de Emergencias de Valladolid.

El atragantamiento es una cuestión habitual que puede pasarnos a todos, tanto bebiendo como comiendo, pero "se resuelve solo la mayor parte de las veces, mediante la tos". Sin embargo, en el pequeño porcentaje de casos en los que el mecanismo de la tos no es suficiente, "se necesita una intervención de personas externas para que realicen una serie de maniobras".

De inicio, mientras la víctima está atragantándose, el médico insiste en intentar tranquilizarla, "dentro de la situación complicada que tiene, debemos animarle a que tosa". La tos fuerte genera un impulso de movimiento de aire desde el abdomen hasta los pulmones que consigue mover el cuerpo extraño de las vías respiratorias. "Cuando la víctima ya no tiene fuerza para toser, debemos intervenir", asegura.

A partir de este momento, tendríamos que dar cinco palmadas en la espalda, en una zona "interescapular", es decir, entre los omoplatos, mientras el paciente está todavía consciente y de pie. En el caso de que estas cinco palmadas no sean efectivas, se deberán combinar con otras cinco compresiones "en la boca del estómago, abrazando a la persona por detrás con los dos brazos", acción denominada 'Maniobra de Heimlich'. De esta forma, se van aplicando sucesivamente las presiones en la espalda y abdomen mientras el paciente siga consciente.

Errores

En cuanto a los errores más comunes que podemos cometer en estas situaciones, Lamarca resalta que cuando se trata de un familiar o amigo, reaccionamos impulsivamente y sin pensar. "Tendemos a darle palmadas inmediatamente o un golpe", algo que en principio no está aconsejado, pues como ha comentado antes "la tos suele ser suficientemente efectiva".

Otro error sería, de forma precipitada y en la etapa inicial, introducir la mano en la boca de la víctima para intentar extraer el cuerpo extraño, "cosa que es prácticamente imposible". De hecho, podría provocar alguna lesión, ya que cabe la posibilidad de que el paciente intente morderte al estar "muy nervioso".

Para Lamarca, los primeros auxilios que deberíamos conocer y aprender sin falta son las maniobras básicas de la reanimación cardiopulmonar (RCP), y el manejo de la persona inconsciente. "La mayoría de inconsciencias suceden por causas banales que se resuelven solas, pero siempre es necesario que alguien las asista. Es decir, que alguien coloque a la persona en la posición adecuada para que no sufra un atragantamiento".

Posición lateral de seguridad. Viñeta de aprendemergencias.es

Ambiente en el lugar de los hechos

Cuando estas situaciones suceden en espacios como la Feria de Íscar, el médico destaca la importancia de aislar lo más posible la escena. "Si estamos en un lugar público, la gente se va a alarmar, cada uno va a tener una opinión y se va a generar mucho ruido", afirma. En este sentido, reconoce que con una, dos o tres personas que sepan controlar la situación es suficiente, "dejando al resto aislados de ese cuadro" para que permitan "pensar y tratar a la persona de una forma más privada".

También se debe confiar en aquellas personas que tienen estos conocimientos, aunque no las conozcamos, pues "puede ser la persona idónea para tratarla". A veces los familiares no son los más factibles para coordinar una situación como estas "debido a su implicación emocional".