José Antonio Diez: "No soy anti Valladolid y lo digo honestamente. Nosotros queremos ser leoneses y que se respeten nuestros derechos"

El alcalde de León reivindica un leonesismo histórico y no oculta su mala relación con el ministro Óscar Puente, con el que se llevaba mejor como regidor que ahora en otras responsabilidades

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José Antonio Diez: "No soy anti Valladolid y lo digo honestamente. Nosotros queremos ser leoneses y que se respeten nuestros derechos"
Félix-Ángel Carreras / Susana Martín
Lectura estimada: 16 min.
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No tiene problema el alcalde de León en hablar alto y claro de todo lo que se le pregunta. José Antonio Diez Díaz (leonés del 68) cumple en septiembre 56 años, y en julio su primer lustro al frente del Ayuntamiento de su ciudad natal. Su apuesta por el leonesismo le ha traído no pocos problemas en el partido (PSOE) y cuenta que muchos comparan su cercanía con la ciudadanía con la de otro alcalde de León que también fue un verso libre en las filas del PP, Juan Morano, que fue independiente y luego volvió al redil. Diez estudió Ciencias Geológicas en Oviedo y apostaría por unir León a Asturias en una comunidad. Diez trabajó en la empresa privada en Valladolid, y remarca que él no está contra los de la ciudad del Pisuerga. "El leonesismo de verdad, que únicamente lo que hace es defender tu identidad, defender tu tierra y luchar por tu tierra, no contraviene contra nadie", explica. En la entrevista, a la redactora le acompaña un vallisoletano que le hace las preguntas acerca del 'otro lado' del Reino de León: el director general de Tribuna, Félix Ángel Carreras. El alcalde responde a todo con soltura, con humor, con bastante paciencia cuando se le repregunta en cuestiones que va capeando con mano izquierda. Al natural, que dicen los toreros...


PREGUNTA.- ¿Qué balance hace de su etapa como alcalde, de estos prácticamente cinco años en la Alcaldía de León?

RESPUESTA.- Bueno, yo creo que no es lo más justo hacerse una valoración uno a sí mismo, porque puedes pecar de muchas cosas: de falsa humildad, de prepotencia, o incluso de demasiada modestia… Yo quizá hago ese balance percibiendo más cuál es lo que los ciudadanos me transmiten o me trasladan. Yo creo que estos cinco años que llevo de alcalde, que no hay que olvidar que han estado marcados por una pandemia, que fue algo que por lo menos en el primer mandato condicionó mucho la gestión, no solamente la ciudad de León, sino de todas las administraciones y de todas las ciudades, lo que los ciudadanos han percibido es una transformación y un cambio en la ciudad. No solamente desde el punto de vista físico, yo creo que loa ciudadanos sí valoran o perciben que tienen lo que ellos entienden por un alcalde: una persona cercana, una persona que atiende a los ciudadanos, que está allí donde se le demanda, que intenta siempre buscar soluciones a los problemas que se le plantean por parte de los ciudadanos. Y en ese sentido creo que es una oración para mí positiva, pero positiva no tanto por lo que haya hecho yo, sino positiva por la percepción que recibo yo de los ciudadanos. En ese sentido, puedo decir que estoy muy satisfecho. Siempre se puede mejorar, y ese es el objetivo de cualquier persona, pero yo creo que no vamos por mal camino.

P.- ¿De qué se siente más orgulloso?
R.- Me siento muy orgulloso de los ciudadanos, de cuál ha sido su respuesta hacia mí. Para un político poder estar en la calle y poder estar con el trato, con el cariño y el afecto que te trasladan los ciudadanos tampoco es muy fácil, y yo, afortunadamente, y lo agradezco, tengo ese afecto y ese cariño de los ciudadanos. De eso me siento muy, muy orgulloso. Luego hay actuaciones evidentemente que realizas en estos años que también crees que, de alguna manera, dejan tu impronta en la ciudad o que transforman la ciudad en alguno de los sentidos. Yo creo que la recuperación de nuestro patrimonio, nuestro patrimonio histórico, especialmente lo que está vinculado a nuestra muralla, la calle Carreras, los cubos… retomar actuaciones que llevaban paralizadas más de 25 años… yo creo que demuestra que existe una posibilidad de cambio, de transformación de esta ciudad, que llevaba muchísimos años paralizada y anquilosada. Y luego hay otro proyecto del que me siento muy orgulloso, que está en ciernes y estamos trabajando en él, que es el desarrollo del polígono industrial de Puente Castro, de un millón de metros cuadrados de suelo industrial. Y me siento muy orgulloso porque León no tiene suelo industrial, o tiene muy poquito su industrial, prácticamente en unas poquitas parcelas en el polígono industrial de Onzonilla, en el que formamos parte de ese consorcio urbanístico. Y si no tienes suelo industrial, difícilmente puedes captar oportunidades si puedes ser autosuficiente a la hora de poder decir que realizas políticas de empleo, políticas de evitar que tu talento se marche o incluso políticas de que retorne el talento. Así que yo creo que ese proyecto que a priori bueno, la gente no sabe muy bien lo que puede ser o no, independientemente de que cuando se finalice pueda ser yo alcalde, porque son proyectos que llevan recorrido y tiempo, pero creo que esos son los proyectos más importantes para la ciudad.

 

                                   José Antonio Díez, alcalde de León.

 

P.- Hablaba usted antes de la pandemia, ¿ha sido ese el momento más complicado de su mandato?

R.- La pandemia fue un momento muy complicado. El día a día de un alcalde es complicado siempre, porque constantemente te enfrentas a tomas de decisiones que a veces no siempre agradan a todo el mundo, y por tanto son complicadas, y son días difíciles. Pero la pandemia realmente fue una etapa muy compleja, muy compleja porque más allá del tema sanitario, en el que nosotros no teníamos tampoco ninguna capacidad, y veías que la gente enfermaba, moría, hay dificultades… Supuso una dureza extrema para para los ciudadanos. Nosotros somos una ciudad eminentemente de servicios, de pequeñas empresas, de micropymes, comerciantes, hosteleros, hosteleros, pequeños industriales que vieron cómo sus negocios se cerraban, cómo no había posibilidad de ejercer una actividad económica mínima para sustento. Y eso, a nosotros, a mí personalmente como alcalde, me preocupaba muchísimo. Intentamos adoptar medidas que ayudaran algunos de los sectores en cuanto se pudo, pero yo creo que ese fue el momento más difícil, porque no sabíamos muy bien cómo actuar nadie, no sabemos cuánto va a durar la situación. Había ayudas, es verdad que empezaron a llegar ayudas en aquel momento, pero era difícil canalizarlo todo. Y cuando tú ves sufrir o pasar dificultades a la gente, a tu gente, que son tus vecinos, ese es el momento más duro realmente, porque tú también te ves a veces muy impotente en cómo poder resolver y tomar decisiones, o cómo ayudarles.

Nosotros somos una ciudad eminentemente de servicios, de pequeñas empresas

P.- Se dice que su leonesismo, del que siempre presume, es parte importante de su éxito. Y no lo ha tenido nada fácil con su partido…

R.- Es verdad que mucha gente atribuye que parte de mi éxito puede ser el leonesismo, pero yo creo que es al revés, el que no es leonesista, no tiene éxito. O sea, un ciudadano de León que no entienda lo que nosotros entendemos por leonesismo, pues ése es el que no tiene éxito. Todos los demás están en el lado… en el lado normal, dijéramos. No es que tengas éxito o no, es que si no eres no puedes tener o no debes tener éxito, ¿no? Yo creo que es algo que los leoneses siempre llevamos dentro. Yo hablo de la ciudad de León. Hay partes de la provincia que pueden tener el sentimiento leonesista de otra manera, o más sentimiento o menos, incluso. Pero la ciudad de León, desde que soy niño, los de León somos de León y nos consideramos de León, nunca nos hemos considerado castellanos, evidentemente porque no lo somos, ni nos sentimos a gusto en esta comunidad autónoma, porque consideramos que fue una gran injusticia la que se hizo con León, incluyéndolos en esa comunidad autónoma. Por lo tanto, yo creo que esto que estoy diciendo yo lo podría decir el 90% de los habitantes de esta ciudad y por eso no somos…

P.- No todos los políticos leoneses dicen lo mismo…

R.- Porque los partidos, tanto el Partido Popular como el Partido Socialista, hablo de los dos grandes partidos. En el Partido Popular hay gente que piensa exactamente lo mismo que yo, diría que la inmensa mayoría de los simpatizantes o cargos públicos del Partido Popular en la ciudad de León, pues no lo manifestarán, pero su pensamiento va en esta línea. El problema son los partidos, porque evidentemente hay unas estructuras muy jerarquizadas que parten desde Madrid y van bajando luego a comunidades autónomas, provincias, localidades… y ahí es donde no se quieren cambiar las cosas, donde no se entiende siquiera esto, porque ese fue uno de los grandes problemas que tuve con mi partido: es que no entendían de qué va esto. Yo fui a Madrid varias veces a hablar con gente, y hombre, con el tiempo pues la gente puede por lo menos va entendiendo algo, otra cosa es que lo compartan. Es que al principio no sabían ni de qué les hablabas, es que no tenían ni el mínimo conocimiento de lo que es esto, de lo que es esta situación, de lo que se ha sufrido. Y por eso en los partidos es muy difícil, esto supone un cambio muy importante en la estructura territorial del Estado en momentos en que todo el tema territorial es muy convulso, pero que, como yo digo, a diferencia de otros territorios, nosotros no buscamos dividir, nosotros buscamos vertebrar mejor el territorio, y con eso ser más fuertes como España, más fuertes como país, más fuertes como provincias, como regiones. Y ese es el objetivo nuestro.

P.- Y esa injusticia a la que aludía, ¿hace que su relación con la institución máxima de la comunidad, con la Junta, sea continuamente tensa, o la Junta entiende ese mensaje?

R.- Todo lo contrario. Mi relación con la Junta de Castilla y León, hablando de la institución, sin entrar en personalismos, es una relación muy buena, porque ellos en el fondo no son los que tienen que entender o no. Evidentemente, ellos defienden su posición territorial, que es la que hay ahora mismo, y ellos siguen defendiendo que esto tiene que seguir siendo así, pero no por ello hay una mala relación. Ni siquiera me siento en muchos momentos mal atendido por la Junta de Castilla y León. No comparten el posicionamiento evidentemente territorial que nosotros podemos defender, pero eso no quita para que, como instituciones, colaboremos, trabajemos juntas. Y las cosas, en ese sentido… están bien.

P.- ¿Y ese leonesismo también le sirve para no tener ninguna doblez y marcar diferencias con compañeros suyos de partido, incluso exalcaldes, como el de Valladolid, Óscar Puente?

R.- Quien me conoce, sabe que yo... dobleces, pocos. Digo lo que pienso y siempre intento ser coherente en mi mensaje, y sobre todo trasladar lo que yo pienso y lo que creo que es el sentir mayoritario de la gente a la que represento. No es sólo una cuestión de leonesismo, porque con otras cuestiones también he tenido polémicas o encontronazos con compañeros o con cargos públicos. Yo creo que lo que buscan los ciudadanos en sus cargos públicos, en sus representantes, es una frase que me dijo otro exalcalde de la ciudad, al que también respeto mucho, que es no de mi partido, pero a quien también respeto muchísimo, que los ciudadanos lo que buscan es que seas verdad, que seas tú, que seas como eres, que no tengas imposturas permanentemente.

P.- Para una persona que venga de fuera, ser leonesista... ¿es marcar una diferencia, ser anti Valladolid, por poner un ejemplo?

R.- Ese es un gravísimo error que además se practica y que yo no comparto. No comulgo para nada. Al contrario. Yo creo que el leonesismo, el análisis, el leonesismo de verdad, que únicamente lo que hace es defender tu identidad, defender tu tierra y luchar por tu tierra… no contraviene contra nadie. Al contrario, nosotros lo que deberíamos hacer, si somos inteligentes, es buscar aliados en todos los sitios. Yo creo que es fácil demostrar y comprobar que este modelo territorial que tenemos y que esta comunidad autónoma no funciona bien. Y no solamente porque los que lo hayan gestionado, dirigido hayan sido buenos, malos, regulares o malísimos, sino porque es inabordable. O sea, una comunidad autónoma con nueves provincias tan dispares en un terreno tan dispar, donde somos tan diferentes en este territorio… es normal que sea difícil que tenga el éxito. Y por tanto, llegar a una situación de redistribución territorial, pues podría acarrear una mejora para todos los territorios. Pero para nada anti Valladolid, y lo digo honestamente. Yo he trabajado en Valladolid, tengo grandísimos amigos de Valladolid, me encuentro muy a gusto cuando voy a Valladolid, tengo una muy buena relación también con el alcalde de Valladolid y con mucha gente de Valladolid. Yo no busco la confrontación, otra cosa es que si nos provocan, como decían algunos, si nos provocan… pues nosotros respondemos evidentemente a las provocaciones, pero nosotros no fomentamos el anti ser anti vallisoletanos o anti… no, anti nada. Nosotros queremos ser leoneses y que se respeten nuestros derechos.

Yo he trabajado en Valladolid, tengo grandísimos amigos de Valladolid, me encuentro muy a gusto cuando voy a Valladolid, tengo una muy buena relación también con el alcalde de Valladolid y con mucha gente de Valladolid

P.- Respecto a lo que comentaba sobre la reordenación del territorio, ¿cree que en este escenario en el que estamos es posible eso? Parece muy, muy difícil, imposible casi...

R.- Yo la palabra ‘imposible’ no la utilizo nunca, pero creo que es muy difícil, pero por varios motivos, aunque también hay varias alternativas. Es muy difícil, porque si nos ceñimos a la propia Constitución y a los procedimientos en sus artículos y desarrollo de los mismos, para que la región leonesa, que es la que se promulga como región autónoma… vamos, al primer referéndum que hicieran en la región leonesa, se le cae la iniciativa instantáneamente, porque además… ahora mismo no lo recuerdo, pero se exigen unos porcentajes muy altos de aceptación, unos porcentajes sobre el censo, no sobre la participación. O sea, es un tema muy complejo, con lo cual o hay una unidad enorme en un territorio para hacer eso, o es imposible, y sabemos que en territorios como Zamora o Salamanca, pues hombre, yo no digo que no haya, pero desde luego no lo suficiente para poder optar a ese sistema. Si el Gobierno dijera: hagan un referéndum, pues en cinco años no podríamos volver a hablar del tema, porque la propia Constitución dice que la iniciativa en cinco años no se puede volver a retomar. Con lo cual, en mi opinión y sinceramente, pienso que ese camino de la región leonesa es un camino perdido. Pero yo creo que León sí tiene la posibilidad de ser una comunidad autónoma uniprovincial, como han sido otras con muchos menos derechos y méritos, sin nombrarlas. O para mí lo que sería idóneo sin lugar a dudas sería una comunidad autónoma de Asturias y León, del reino asturleonés, que realmente es el germen, el origen y más allá de la historia, porque a veces nos queremos mucho y la historia está muy bien y todos sabemos lo que es la historia, pero vivimos en el siglo XXI y tenemos otras problemáticas y otras cuestiones. Y Asturias y León se ha demostrado de siempre, histórica y actualmente, que son dos terrenos o dos tierras súper complementarias, muy complementarias, que podrían trabajar conjuntamente muy bien para ser las dos más fuertes. Asturias también necesita fortaleza, es uniprovincial, pierde población, con dificultades, con sectores industriales también que han sufrido duros avatares y con reconversiones, no tantas tampoco, pero bueno, la cosa se puede paliar. Somos territorios que se parecen mucho, se complementan mucho y que humanamente somos lo mismo.


P.- ¿Cómo están sus relaciones con el PSOE… con Tudanca, con Cendón?

R.- Como pasa en tantos partidos, hay varios PSOEs, varios PPs…

P.- Al final, todas estas tensiones internas también provocan un cierto desapego de los ciudadanos hacia la clase política…

R.- Yo creo que el problema que tenemos los políticos, y generalizo para no excluir ni incluirme, es que en general hablamos de cosas y estamos en temas que poco les interesan a los ciudadanos. Y a aquello que realmente les interesa le dedicamos muy poquito tiempo, me refiero al discurso, que no digo que no se trabajen ciertas cosas, pero dedicamos poquito tiempo y encima a veces parece que no es lo más esencial. Yo creo que los discursos políticos ahora están muy alejados realmente de lo que espera y piensa la ciudadanía, que lo que le pasa a la ciudadanía es que desea mejorar su calidad de vida, una mejor educación, una mejor sanidad, los mejores servicios públicos, que sus hijos tengan oportunidades, que las prestaciones lleguen a donde tienen que llegar. Y eso, que se hace, porque hay políticas que implementan esas cuestiones, eso no es el debate esencial de los temas. Por eso creo que viene gran parte de la desafección de los ciudadanos con la política, dejando aparte corrupciones, historias y tal, que claro, eso no contribuye en nada.

P.- A José Antonio Diez, ¿le gustaría dar el salto desde la política municipal?

R.- Esta pregunta me la han hecho muchas veces. Y siempre contesto lo mismo, que no. A mí me gusta la política municipal.

P.- Eso me dijo un alcalde que ahora es el ministro de Transportes…

R.- Puede ser, puede ser, pero por una circunstancia diferente. Claro, tú mañana eres alcalde ¿y me ofrecen ser ministro y dejo de ser alcalde? Eso lo han hecho muchos. Esa es una posición que yo desde luego creo, pero la mano nunca la pones, que yo no haría. Ahora, yo mañana me presento a alcalde y no puedo ser alcalde porque no he ganado o porque las componendas políticas no me dejan ser alcalde, y tienes un ofrecimiento, una posibilidad de irte a otro lugar donde creas que igual puede ser más útil, pues igual… lo puedes hacer. Pero desde luego, desde mi posición de alcalde, yo creo que no me iría.

P.- ¿Cubre esta Alcaldía sus aspiraciones políticas?

R.- Con ser alcalde de tu ciudad, yo creo que cumples todas, todas. Yo creo que hay pocas cosas que puedes decir que sean más que ser alcalde de tu ciudad, ni presidente de gobierno, te lo digo sinceramente. No creo que haya mayor honor que ser alcalde de tu ciudad, a mí en política no me caben muchos más.

P.- ¿Ya le ha hecho alguna petición expresa al ministro de Transportes?

R.- Las peticiones de León respecto a la materia que le compete, él las conoce perfectamente también porque son las de hace mucho tiempo. Llevamos tanto tiempo haciendo las mismas demandas sobre indicaciones anteriores, ministros, da igual del color que sean, que seguimos teniendo las mismas que hemos tenido las nuevas. Él las conoce, las sabe perfectamente.

P.- ¿Su relación con el ministro Puente es mejor que la que tenía con el alcalde (de Valladolid) Puente?

R.- Yo creo que era mejor la relación como alcalde. Sí. Un alcalde siempre tiene que intentar que todo lo posible venga para su tierra y para su ciudad, esa es la misión de un alcalde, entonces puedes confrontar porque hay cosas en las que puedes no compartir, el que todo para aquí, por ejemplo. Pero yo ahí lo entiendo, entiendo la posición del alcalde. No la compartiré como alcalde de la otra parte, pero entiendo lo que él hace. Ahora, como ministro no entiendo lo que hace.

P.- ¿No han limado asperezas?

R.- Tampoco hemos tenido tampoco mucha oportunidad de habernos encontrado. Él sabe perfectamente lo que hay que hacer aquí. Si lo hace o no, lo veremos. Y lo que yo haga o no, lo veremos también.

(Sobre Puente) Él sabe perfectamente lo que hay que hacer aquí

P.- Con la explosión del caso Koldo, ha vuelto usted a contar en los medios aquel encontronazo tan desagradable que tuvieron en León… Como socialista, ¿cómo se vive este caso?

R.- Juntar ciertas palabras a veces es difícil, porque claro, ¿qué es ser socialista, o qué es el socialismo? El socialismo o ser socialista no son las personas que están en un momento dado en una institución, en una organización. Hay personas que llegan a las instituciones como llegan, no se sabe por qué llegan y hacen lo que hacen, fuera de principios y valores totalmente ajenos a lo que realmente representa el Partido Socialista. Lo mismo puede pasar en otros partidos, pero estamos hablando ahora mismo de del Partido Socialista. A mí lo que me choca es que a veces ciertos perfiles y ciertas personas puedan estar ahí, puedan acarrear cargos de representatividad…

P.- ¿Habla de Koldo, o de Ábalos?

R.- En general, hablo de los partidos en general, y del partido en general. No solamente de Koldo, sino que hay personas que yo creo que realmente pues… cuesta entender por qué están en un partido determinado, el que sea. Y yo, evidentemente, lo veo con mucho sufrimiento, porque lo que tiene que prevalecer ante todo ya no son las siglas, que por supuesto que sí, son unos principios, unos valores que transmitimos y se vienen transmitiendo desde hace más de un siglo, y se van transmitiendo y algunas personas las echan por tierra, y cuesta luego mucho trabajo volver a recuperar esa confianza de los ciudadanos en esos principios y en esos valores que tú promulgas, pero que otros, de una manera indiscriminada, pues corrompen, rompen y faltan a ellos. Ese es el problema.

El socialismo o ser socialista no son las personas que están en un momento dado en una institución, en una organización

P.- ¿Le sorprendió el estallido del caso Koldo?

R.- Vamos a ver, te sorprende porque hombre, yo nunca espero estas cosas, sinceramente. Ahora, conociendo en este caso el hecho que yo viví, pues claro, me extraña bastante menos…

P.- ¿Cómo se siente usted ahora en los temas de política nacional, en los grandes asuntos que han generado debate: la amnistía, el 'monotema' Cataluña…?

R.- En el tema de amnistía, lo he manifestado ya en multitud de ocasiones, yo no estoy a favor de ese proceso de amnistía, pero no en el sentido de la extrema derecha. No estoy a favor porque creo que no es la solución a los problemas. Yo creo que se va a ver, que da igual que amnistíes o no amnistíes, los independentistas van a seguir con sus peticiones de independencia, y por lo tanto nadie resuelve la situación. El conflicto catalán que tengan en Cataluña, pues bueno, lo tendrán que resolver entre los catalanes, pero evidentemente, lo que no puede ser es que lo que pasa en Cataluña nos tiene que afectar de manera tan sumamente directa, directa a todos los españoles, que llevamos 40 años con este rollo, llevamos 40 años con el rollo de vascos y catalanes padeciéndolo todo el territorio nacional. Entonces yo, aunque no venga a colación, yo siempre he promulgado que lo que tiene que haber es una modificación de la ley electoral, porque esto no puede suceder, esto no puede pasar.

2 Comentarios

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usuario anonimo 4/1/2024 - 12:43:13 PM
Las palabras se las lleva el viento. Los hechos dicen la verdad.
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usuario anonimo 4/1/2024 - 12:23:10 AM
No es anti Valladolid, pero hicieron un video simulando el estallido de una bomba atómica en la ciudad. Claro, claro
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