Los vecinos afectados por la explosión en la calle Goya esperan recuperar la normalidad en Navidad

Uno de ellos, como es Alberto Solís, lamenta que el Ayuntamiento de Valladolid no haya dado "ni un euro" para remodelar el edificio y las viviendas correspondientes

imagen
Los vecinos afectados por la explosión en la calle Goya esperan recuperar la normalidad en Navidad
Alberto Solís, vecino afectado por la explosión. Sergio Borja.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 2 min.

Alberto Solís pasa por la calle Goya, 32 y aún recuerda que los primeros pasos que dio en su vida fueron en la casa de sus padres, en el 2ºE, que está a una planta y a pocos metros de distancia del epicentro de la explosión. En concreto, todo pasó en el 1ºC, un inmueble que será remodelado por la misma empresa que ha adquirido la vivienda tras la decisión de los familiares de Teresa B., la vecina que falleció, de venderla.

Con un escenario bastante más esperanzador que hace unos meses, Solís atiende a TRIBUNA en la puerta del edificio y enseña los entresijos del mismo para que este medio de comunicación pueda comprobar lo mucho que ha cambiado la situación, a pesar de que aún las cosas no estén, como bien dice, para tirar cohetes. "Ahora solo estamos centrados en los trámites, en ir moviendo varios temas y en las gestiones que podamos realizar para volver cuanto antes a nuestras casas", explica.

Su madre, que tuvo que vivir en otra residencia debido a la explosión, tiene ganas "de que esto termine". Es más, quiere volver, aunque aún no se haya recuperado del todo. "A ratos está bien...", añade su hijo. Este último, preguntado por lo que ha aportado el Ayuntamiento de Valladolid hasta el momento, lo deja claro: "Ningún euro". En cualquier caso, destaca que el concejal de Servicios Sociales, Rodrigo Nieto, "siempre" le escucha. "Mantengo un trato exquisito con él. En ese sentido, no puedo tener ninguna queja", apunta.

No obstante, lamenta que el Ayuntamiento no haya costeado la obra de remodelación del edificio. "Afortunadamente, lo ha pagado el seguro comunitario, pero las obras en las casas, en algunos casos, se van a quedar cortas en cuanto a la financiación, y vamos a tener que pagar los vecinos la parte restante", asegura. De hecho, reitera que "a estas alturas de la película, no esperamos contar ni con la ayuda del Ayuntamiento ni con la de la Junta de Castilla y León. Todo lo que se ha hecho, se ha hecho sin la ayuda de ambos".

Aun así, confía en que, al menos, las licencias de obras se concedan, poco a poco, porque esperan empezar las mismas el próximo lunes para que puedan comer las uvas en Navidad en el edificio que tantos recuerdos envuelve, incluido el que protagonizó aquel fatídico 1 de agosto de 2023.

0 Comentarios

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App