Ciudadanos está viviendo una segunda juventud, pero una mala, que casi era mejor la primera como pasa en cada saga de las películas. Concretamente, esta idea es la que sostiene en su mente Francisco Igea, el único que sobrevive en Castilla y León al "pésimo" resultado de su partido en las anteriores elecciones combatiendo, a su vez, con sus principios y con los que plantea la nueva dirección, la cual ha criticado en varias ocasiones por haber hecho "desaparecer" el "espacio" que tantas alegrías dio con Albert Rivera al mando.

De hecho, Igea, en una entrevista concedida a TRIBUNA GRUPO, cita a Rivera, se sincera sobre su situación a nivel personal lejos de la política y da la versión de los hechos del famoso pacto en Castilla y León con el Partido Popular, algo que fue un "error", pero que si no le llega a acometer, le habrían "echado". 

P: ¿Qué le preocupa a Francisco Igea en estos momentos?

R: Sí, mis hijos como he hecho toda mi vida. El resto... no me preocupa.

P: ¿Le afecta a nivel personal la situación del partido?

R: El partido no me quita el sueño. He hecho siempre lo que he pensado que tenía que hacer. La situación es sorprendente. Creo que soy una persona clara porque cuando mi partido ha tomado decisiones erróneas, he dicho públicamente que se habían equivocado. Ahora han preferido expedientarme para que me callara. De Albert Rivera a Adrián Vázquez, hay un salto sideral.

P: Precisamente, ese cambio en la dirección del partido no ha favorecido en las elecciones...

R: Así es. El partido se ha equivocado en muchas cosas en el pasado y eso es lo que nos ha traído a la actual situación. No gobernar con el PSOE, cuando pudimos en su momento, fue el mayor error político en la historia de España desde la Transición. 

P: ¿A qué personas culpabilizaría de lo sucedido?

R: En aquella Ejecutiva, puede que estuviésemos 40 personas y cuatro fueron los que estuvieron en contra. Reste. El silencio también forma parte del problema. La gente, que calla siempre, luego comenta las cosas... Si entras en política, para ser un observador es mejor que te apartes hacia un lado.

P: ¿No ha pensado en tirar la toalla?

R: Muchas veces. Parece que resisto, pero te empiezas a cansar. Soy consciente de que mi labor en el Hospital y el hecho de estar con mis hijos se convierte en una sensación más placentera que la de estar reivindicando cosas de forma constante. Me dicen que estoy enfadado todos los días, pero no lo estoy. Es cierto que estoy preocupado porque la sensación de soledad es enorme, aunque por la calle sigan dándome ánimos.

He tenido la oportunidad de marcharme a otros partidos, pero tampoco creas que me han llovido mucho las ofertas (ríe). En algún momento, se hicieron ofertas y todavía hay gente interesada en el espacio. Tenemos que intentar hacer un proyecto viable, sostenible y sin los errores que han tenido los proyectos que ya han fracasado.

P: ¿Con qué dirección del partido se ha sentido más cómodo?

R: Con Albert Rivera, sin duda. Albert es una persona que reconocía el talento y sabía rodearse del mismo. En esa Ejecutiva, (quizás yo era el menos importante), teníamos a Luis Garicano, Paco de la Fuente, Juan Carlos Girauta... Gente de muchísimo nivel. La inteligencia siempre se agradece en política y, en estos momentos, la inteligencia huye de la política como de la peste.

P: En la otra cara de la moneda, está su figura. ¿Qué ha hecho mal Francisco Igea?

R: He hecho cosas mal y lo he repetido muchas veces. Una de ellas, por ejemplo, es el pacto con el PP en Castilla y León. Creo que fue un error y, como se dice en el tenis, fue un error no forzado. La única decisión que tomamos fue el de si rompemos o no el partido. Entendía que era necesario y no podríamos romper el partido. Eso sí, tuvimos que aceptar lo que la Ejecutiva pedía. El Partido Popular solo quiere el poder y prolongamos su vida, pero lo tuvimos que hacer porque nos dijeron que si no pactamos con el PP, nos echaban del partido.

En nuestra vida política, creo que tomamos decisiones acertadas salvo al inicio de la consejería de Empleo por la persona que elegimos. Lo bueno es que creo que pusimos por delante el interés político de la vida de los ciudadanos y, en eso, creo que no caíamos en el error, sino en el acierto. Eso no todo el mundo lo puede decir. 

P: Al hilo de sus críticas a la nueva dirección de Ciudadanos, la formación ha decidido expedientarle. ¿Cree que le expulsarán?

R: No lo sé, pero me temo lo peor. Ya me dijeron que podría alegar, pero les dije que no lo iba a hacer. Si tú alegas, le das carta de naturaleza al expediente. ¿Qué hemos hecho nosotros? Dije que el partido tenía que asumir responsabilidades y afrontar el resultado pésimo de las elecciones. Cuando digo pésimo es que tan solo hemos llegado al 1%. Eso es incuestionable. 

Si decides no presentarte a las elecciones, lo primero que tienes que hacer es renunciar. Un tipo que lleva un partido a esa situación tiene que renunciar. No me vale que estemos en una refundación porque ya llevábamos tiempo con la refundación. Hay que intentar hacer otra cosa. Es decir, o disolver el partido o integrarlo en una plataforma más amplia. Ciudadanos no va a ninguna parte. Voy a seguir haciendo mi labor en Las Cortes, que creo que es eficaz. De hecho, hemos conseguido que se visibilice nuestro trabajo.

P: En cualquier caso, ¿cree que se tenía que haber presentado el partido en las elecciones?

R: Debería el partido, al menos, reflexionar esta cuestión. Es decir, pensarlo un poco más. Lo que no puedes hacer es como si nada hubiera pasado. Ya les trasladé un documento con mi análisis al respecto y mis tres opciones. Creo que no pueden tomar una decisión en menos de 24 horas. El hecho de no presentarse ha provocado sacar a Ciudadanos del debate político. Me sorprende la actitud de los dirigentes de mi partido en esta campaña. El PP está entregando al populismo de derechas todos los gobiernos autonómicos. ¿Y el partido liberal de mi país, ante esto, no tiene nada que decir? Deberíamos ser la resistencia a ese populismo de derechas como lo hicimos con el de izquierdas. No hay presencia política de Ciudadanos. 

P: Entonces, ¿en Castilla y León no se está haciendo lo suficiente para parar ese populismo al que se refiere?

R: Creo que el PSOE hace su trabajo, pero es un partido conservador más en la Comunidad. Es decir, es la oposición y defiende cosas, eso es innegable, pero cuando hablamos en concreto de los grandes problemas, no conozco la alternativa que propone el PSOE como cuando se habla de la Atención Primaria o de la ordenación del territorio. La palabra que más utiliza el PSOE cuando hablamos de Sanidad es 'blindar', que es lo más conservador que se puede hacer. No utiliza una política progresista porque no propone cambios, reformas...

P: Aprovecho que comenta la situación del PSOE para analizar la de VOX. Le he visto muy crítico con el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo. ¿Cómo valora la gestión de su sucesor en el cargo?

R: Es un adolescente con todos los efectos de las pocas virtudes de la adolescencia. Es un hombre soberbio y engreído como cualquier adolescente. Me imagino que, con el paso de los años, aprenderá cosas como todo el mundo. La juventud es una enfermedad que se pasa y que se cura.  Él, además, es el símbolo de la intolerancia. No es tanto lo que dice, que también, sino cómo lo dice. Es intolerable cómo se dirige a mujeres, a los migrantes y a gente con años de experiencia. Es un desprecio constante.

Lo que más le define es su manera de tener el mentón hacia arriba como todos los caudillos que, en general, son bajitos. Todas estas cosas que hace en cámara lenta, de abajo hacia arriba... Es una cosa tan patética que te resulta tan ridículo... Le da lo mismo la tuberculosis bovina que cualquier otra cosa. Me imagino que agotarán el mandato porque Mañueco ha pasado de ser una anécdota a ser un precursor. 

P: Como vallisoletano, ¿cómo valora el cambio de Gobierno en el Ayuntamiento?

R: Es una desgracia no por el cambio en sí, sino por las políticas. No soy amigo de Óscar Puente, pero... En la Movilidad, por ejemplo, es alucinante. Es un disparate meter el tráfico en el centro porque va a costar vidas. Desde el punto de vista del negocio, no he visto que esta medida vaya a mejorar el comercio porque las calles donde había más tráfico ya están peatonalizadas.

En Cultura, hay que reconocer que la ciudad ha sabido mantener una serie de políticas culturales buenas a lo largo del tiempo. Ahora lo dejas en manos de unos señores que solo saben hacer propaganda. Pero, claro, dices que la Seminci se pasa a Eventos... ¿Qué 'patochada' es esta? Hemos crecido con la Seminci y ahora lo califican como evento. Y no es un evento, sino un referente del cine de autor, del cine de verdad. Entregar Cultura a VOX es un desastre absoluto como pasa en la Junta.

P: Por último, ¿mantiene la idea de crear un nuevo partido?

R: Nosotros lo que queremos es poder sumar en este espacio creado y dar una alternativa que la ciudadanía va a echar de menos. Los españoles tienen que elegir o a un Gobierno con Abascal haciendo de Gallardo o a otro con Sumar haciendo de Podemos... Estamos huérfanos completamente y a la gente hay que darle ese espacio que necesita. Hay que sumar con inteligencia sin las siglas de Ciudadanos porque no creo que nadie del partido piense eso porque ni se han presentado. No lo digo yo, lo dice Adrián, no vaya a ser que se vuelva a enfadar.