No es fácil, con tan solo 17 años, y en menos de 365 días, debutar en Liga Endesa y Euroliga con nada más ni nada menos que con el Valencia Basket y, además, proclamarse campeón del mundo con la Selección Española sub 19. A eso se suma que lleva desde los 11 convocado con la absoluta y que salió de la cantera del San Agustín, un modesto equipo de Valladolid. Con todo y con ello, sorprende que Sergio de Larrea no tenga ni un ápice de prepotencia, sino todo lo contrario. Es un humilde trabajador, que ha peleado para conseguir los citados hitos y que, aun así, él mismo reconoce en una entrevista concedida a TRIBUNA que tiene "los pies en la tierra".  

Después de unos días frenéticos y tras pasar por el Ayuntamiento donde fue recibido y homenajeado por el alcalde, Jesús Julio Carnero, el joven de Larrea acepta la petición de este medio antes de aterrizar en el disfrute del verano que será, al fin y al cabo, algo que se ha merecido.

PREGUNTA: ¿Dónde empezó su carrera?

RESPUESTA: Mis inicios fueron en San Agustín desde los seis años y, a partir de ahí, empecé a disfrutar del basket. Día tras día, vas mejorando hasta el punto que juegas un Mundial como el año pasado que quedamos subcampeones y ya este año pudimos colgarnos la medalla de oro.

P: Entiendo que era una espinita clavada...

R: Son dos torneos distintos y son dos generaciones distintas. Es cierto que tienes en la cabeza poder ganar el campeonato porque no pudimos hacerlo el año pasado. Había muchas posibilidades este año y se acabó logrando.

P: Lo han conseguido sin perder ni un solo partido y remontando en la final...

R: La filosofía de España siempre es que nunca se rinde y se demostró en el último cuarto. Es un equipo que da un nivel defensivo muy alto, pero también se puede decidir los partidos por el talento ofensivo y pudimos marcar la diferencia. Sabíamos que el partido iba a ser muy complicado. Veníamos con la experiencia de haber jugado tres partidos contra ellos y esa distancia que tenían no podíamos dejar que lo ampliasen. 

P: Habla del colectivo, pero en lo individual... ¿cómo se ha visto?

R: He ejercido un rol distinto en comparación con el que tuve el año pasado porque la estructura era diferente. Quizás he tenido que jugar más defensivo. Sabía que las cosas iban a salir si daba todo para ayudar al equipo. Ha sido inolvidable.

P: ¿Da muchas vueltas a su cabeza todo lo que le ha pasado este año? 

R: Es un año muy especial y han pasado cosas buenas y muy rápido. Lo tomo de la siguiente manera: ya es pasado. Todavía no he conseguido nada. Hay que tener los pies en la tierra. Afronto todo lo que me está pasando a diario y así voy a seguir haciéndolo.

P: ¿Puede abrirle otras puertas el hecho de haber sido campeón del mundo?

R: En principio, quiero seguir ligado al Valencia, que me ha dado mucha confianza. Es un buen vehículo de cara a mi preparación. Ha habido mucha expectación, algo de presión, pero hay que hacer lo que nos piden para seguir creciendo.

P: ¿Viene a Valladolid a menudo?

R: Sobre todo en verano que es, por desgracia, cuando no hay liga en Pisuerga. Intento estar al tanto de lo que hace el Real Valladolid Baloncesto, que ha hecho una temporada espectacular.

P: Por último, ¿espera una llamada de Paco García?

R: Todavía no se sabe lo que puede suceder. Hay que ir paso a paso. Si las cosas tienen que llegar, lo harán tarde o temprano.