Argüello bendecirá a los fieles desde lo alto de la torre de la catedral el 24 de junio

El 24 de junio de 1923 el arzobispo de Valladolid, Remigio Gandásegui, oficiaba una misa de acción de gracias desde lo alto de la torre de la catedral tras el final de las obras y la entronización de la escultura del Sagrado Corazón de Jesús que culminaba la reforma. Las crónicas de la época hablan de que cerca de 100.000 fieles siguieron esta peculiar misa.

Cien años después, en la apertura del Año Santo Jubilar, el arzobispo de Valladolid actual, monseñor Luis Argüello, rememorará la escena aunque esta vez no con una eucaristía sino con una bendición a los fieles. Será el sábado 24 de junio a las 13 horas, tal y como ha adelantado el deán de la catedral, José Andrés Cabrerizo, en la presentación de las actividades con motivo del año Jubilar que comenzarán este viernes.

Asimismo, ha explicado que la Fundación de las Edades del Hombre organizará en otoño una exposición sobre la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y la relación con la diócesis de Valladolid. Se trata de una muestra de pequeño formato que se instalará en la nave epistolar y en algunas capillas que permitirá que el templo pueda seguir celebrando las eucaristías.

Por su parte, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, dice que el año jubilar que comenzará el próximo viernes quiere "reconocer nuestra diócesis como ciudad del Corazón de Cristo". El 16 se celebrará una solemne eucaristía en la catedral metropolitana a las 19:30 horas, a lo que seguirá una procesión y la apertura del segundo templo jubilar: la Basílica Nacional de la Gran Promesa, donde se celebrarán las vísperas solemnes.

Por último, se han dejado en el aire actividades que se desarrollarán durante los próximos meses, incluso un Congreso que podría llegar en 2024. Argüello ha confirmado que se reforzarán las acciones sociales. El rector de la Gran Promesa, Julio Alberto de Pablo, ha recordado que alcanzar la indulgencia plenaria "es como un segundo bautismo" para lo que ha recomendado a los peregrinos "asistir a uno de los dos templos jubilares, el sacramento de la penitencia y de la eucaristía y rezar por el Santo Padre".