El conjunto blanquivioleta tuvo un buen arranque pero el Oviedo acabó imponiendo su ritmo
Ese lema de labor omnia vincit volvió a apoderarse de Salvi. Y qué verdad es la de que el esfuerzo todo lo vence como ha demostrado el de Pajarillos. El joven boxeador derrotó a Alexis Rat en un combate con escasas alternativas porque fue el vallisoletano el que lo dominó de principio a fin, aunque el rumano sorprendió por su enorme resistencia en el cuadrilátero. De hecho, cuando el cansancio aparecía, era Rat el que tomaba la iniciativa con intentonas, sin embargo, que no llegaban a buen puerto porque Jiménez, una y otra vez, no le daba la oportunidad de que se rehiciera.
Además, con el paso del tiempo y de los asaltos, Salvi subió la intensidad, dio un paso hacia adelante y, a pesar de las quejas de su rival por percances poco creíbles, empezaba a darse cuenta de que el título de la Unión Europea podría ser una realidad que se escenificó tras el duodécimo y último 'round'. Con Valladolid volcada (unos 2.000 espectadores en el polideportivo Huerta del Rey) que llevaba consigo el apoyo de su familia, sus amigos y allegados, el de Pajarillos conoció que por unanimidad los tres jueces (115-113, 120-108 y 116-112) le daban vencedor. Rat, dolido tras la derrota, no quiso felicitar a un vallisoletano que aprovechó la ceremonia, con el cinturón en la mano, para pedir matrimonio a su novia con la que tiene tres hijos. El nuevo 'rey de Europa', asimismo, quiso dedicar el triunfo a todos los asistentes alentándoles, a su vez, de que los sueños, si se pelean, se consiguen.
Con todo y con ello, el presidente del Club Boxeo Valladolid, Oliver del Arco, se mostró muy satisfecho de lo conseguido en declaraciones a TRIBUNA: "Sigo todavía emocionado. Salvi es el mejor, pero Rat nos lo ha hecho pasar mal. La siguiente meta es el campeonato mundial y mañana ya lo empezaremos a preparar". En ese sentido, el concejal de Deportes, Alberto Bustos, recalcaba los valores que transmite Salvi ya no solo como boxeador, sino como persona. "Ha conseguido más que un campeonato. Ha conseguido que el boxeo vuelva a Valladolid. Salvi es un patrimonio de Pajarillos y de Valladolid. No me cansaré de decirlo porque es una referencia para todos los que pelean por algo en la vida y manda un mensaje a los jóvenes de que, a pesar de tener dificultades, pueden salir adelante", sentencia.
Otro de los pilares fundamentales para que Salvi lo haya conseguido es su papá, Domingo Jiménez. Éste fue clave para que el púgil se dedicara al boxeo porque en su juventud no llevaba unos guantes, sino que tenía unas botas y vestía la camiseta verdiblanca (Betis CF). "Sabía que mi hijo iba a ganar, aunque fuera difícil. Es un crack. Antes del combate, de hecho, me ha tranquilizado: 'Papá, no te pongas nervioso porque el combate será mío'. Estuvimos apoyándole toda la familia porque le veíamos, después de lo sucedido, algo decaído. El que tenía la lumbalgia, hay que decirle que si quiere el cinto, que venga a Valladolid a por él", reconoce.
Por último, ha desvelado que conocía que su hijo le iba a pedir la mano a su novia después de la pelea: "Me dijo que cuando tuviera el cinto, la iba a pedir matrimonio. Tiene tres hijos con ella, pero vamos a ir con todo poco a poco porque el siguiente objetivo es que nuestro Salvi sea campeón del mundo".
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