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CleceVitam convertirá en una residencia el histórico convento de San Quirce

El proyecto renace por la apuesta de la empresa hacia la comodidad y accesibilidad de las personas mayores

 CleceVitam convertirá en una residencia el histórico convento de San Quirce
Edificio rehabilitado para acoger la residencia CleceVitam San Quirce
Cristina Pilar Cortés Martos
Cristina Pilar Cortés Martos
Lectura estimada: 2 min.
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CleceVitam, la empresa de gestión privada de residencias para personas mayores en Castilla y León, abrirá su cuarta residencia en Valladolid en mayo de 2023. Al igual que sus otras residencias, CleceVitam San Quirce se centrará en la atención personalizada y las terapias innovadoras para mejorar la calidad de vida de sus residentes. Además, contará con un gran espacio ajardinadohabitaciones personalizablesequipo sanitario completoactividades de ocio y tiempo libre, y un menú casero.  

La apertura de la residencia está prevista para el 2 de mayo. Asimismo, el centro celebrará del 17 al 21 de abril una semana de puertas abiertas con actividades en horario de mañana para diferentes colectivos del sector de los cuidados así como entidades sociales, vecinos y miembros de la Iglesia. Además, todo aquel que desee conocer la residencia podrá acudir durante esos días, de 16.00 a 19.00 horas, para ver el centro y disfrutar de la exposición 'Recuperación, puesta en uso y valor del antiguo convento de San Quirce y Santa Julita'. 

En Valladolid, se conmemoran casi 800 años desde la fundación del convento de San Quirce y Santa, un monumento histórico que ha sobrevivido a través del tiempo. Durante la primera guerra civil castellana, las religiosas del convento se vieron obligadas a trasladarse a esta ubicación debido a los conflictos que se desarrollaban entre el rey de Castilla, Don Pedro I, y su hermano Don Enrique. Las generosas aportaciones de Teresa Gil, María de Molina y el obispo de Palencia hicieron posible la edificación del monasterio en su emplazamiento actual, en la Plaza de la Trinidad. En 1463 el Papa Pio II acabó con la disputa mediante dos bulas que hicieron huir a la abadesa y a unas pocas de sus religiosas, quedando el convento sujeto al monasterio de San Benito el Real hasta 1632. La falta de vocaciones fue disminuyendo la población del convento hasta que en 2016 quedaban en él, únicamente, tres hermanas cistercienses que terminaron trasladándose a las Huelgas Reales, dejando atrás un edificio histórico que ya no se encontraba en condiciones para ser habitado como lo estuvo siglos atrás. 

Se descubrieron restos del convento original tras el derribo del antiguo edificio de ladrillo, y sobre él se ha construido un nuevo espacio residencial en su lugar. Por otro lado, el edificio de las Donas ha sido rehabilitado sin afectar a la Iglesia, y se ha prestado atención a los elementos históricos para su disfrute.