El Real Valladolid conquistó el Reale Arena (0-1) y comienza la segunda vuelta de la mejor manera posible. Es decir, ganando. El equipo de Pacheta sumó una nueva victoria, la séptima de la temporada, y se aleja del descenso antes de recibir al Osasuna el próximo 12 de febrero a partir de las 18.30 horas. 

PROPUESTA VALIENTE

El Pucela comenzó el encuentro como debe hacerlo un equipo de LaLiga Santander en cualquier campo. Los blanquivioleta plantaron cara a la Real Sociedad desde el primer minuto con ocasiones como la de Kike Pérez después de una gran jugada de Machís, futbolista que iba creciendo con el paso de los minutos con la ayuda incluida de Óscar Plano, pieza clave en el modelo de Pacheta. Aun así, los de Imanol Alguacil no se arrugaron porque querían aprovechar el tropiezo del Real Madrid en Mallorca. Por esa razón, dio una marcha más, sin que sea esta diferencial, y encontró a Sorloth, que se plantó en el mano a mano ante Masip, pero su disparo lo rechazó el palo. Se lamentaba el Reale Arena porque era consciente de que los suyos podían salvar un match-ball ante un rival necesitado y con el preocupante parte médico que arrastraba desde hace días.

No obstante, el marcador no se movió con un Pucela atrevido acabando el primer acto con mejores sensaciones que su rival.

SABER SUFRIR PARA ENCONTRAR EL PREMIO

Tras el paso por vestuarios, era la Real la que mejor salía al terreno de juego. La llamada de atención de Imanol servía para que los locales apretaran, acercándose cada vez con más peligro a la portería de un Masip que rescató a sus compañeros en el peor momento. El guardameta sacó un disparo duro de Kubo y blocó un remate de Sorloth, que esta noche soñará con el catalán. Los txuri urdin no acertaban y dieron la oportunidad de que aparezca, de nuevo y por segunda vez consecutiva, el 'efecto Larin'.

El canadiense, con el hombro, batió a Remiro después de un gran centro de Luis Pérez, el cual volvía a la titularidad cuajando, además, una buena actuación. El banquillo y la afición desplazada saltaba de alegría porque ganar en el campo del tercer clasificado no lo dice cualquiera. 

En el último tramo del encuentro, la Real sometió al Pucela, pero seguía sin gestionar ese último pase que le faltaba para evitar la derrota. Brais, Kubo y compañía, de hecho, continuaban 'en sus trece' y el Pucela pudo saborear una victoria que le aúpa en la clasificación hasta la decimotercera posición, la que ocupa en la tabla general histórica alcanzando, a su vez, el partido 1.600 en Primera División.