El centro social la Molinera del viejo hotel Marqués de la Ensenada tendrá un plazo de cinco días para desalojar el inmueble que fue ocupado hace cuatro años y medio de forma voluntaria. Tras la orden judicial los miembros del centro no parecen tener intenciones de abandonarlo. "Nosotros no nos echaremos atrás nuestra conciencia y compromiso nos lo impiden".

Todo ello viene derivado después de que la Audiencia de Valladolid, el pasado 15 de diciembre de 2022, ratificara la sentencia del Juzgado de Instrucción 1 de Valladolid que condenaba a dos activistas por un delito leve de usurpación. Además, se abrió un procedimiento judicial para que los actuales dueños del inmueble, la sociedad zamorana Zángano Inversiones, pudieran recuperar el edificio. Una empresa que los activistas han calificado reiteradas veces este viernes en una rueda de prensa como "fondo buitre".

Desde la Molinera aseguran que no van a poner las cosas fáciles para entregarle el viejo hotel y que mientras se lo permitan seguirán desarrollando con normalidad sus actividades. "El plan es que haya Molinera por mucho más tiempo, vamos a poner nuestra capacidad intelectual, nuestra voluntad, tiempo y recursos en mantener el espacio".

Los integrantes del centro social han querido poner de manifiesto su labor de "pulmón democrático" de la ciudad y de organizador de actividades que han ayudado a familias en situaciones precarias como el proyecto 'La Panera'. "Dudo que este fondo buitre se vaya a hacer cargo de mantener a estas familias", han aseverado mientras criticaban el nulo apoyo de instituciones como el Ayuntamiento de Valladolid por negarles la instalación de un contenedor y el acceso a la red de agua municipal. Los representantes de la asamblea también han afeado que estas instituciones no hayan comprado "a precio de ganga (un millón de euros)" el edificio, catalogado como BIC industrial.

A lo largo de la tarde de este viernes tendrá lugar una asamblea abierta en la que se decidirá el futuro del centro social. Parece claro que su primera idea es la de quedarse en la antigua harinera "porque defender la molinera es defender los intereses de la ciudad"; de igual modo dejan entrever que si son desalojados podrían buscar otro sitio para continuar con su actividad, aunque insisten en que no es de su satisfacción desobedecer a las consideraciones impuestas. "Molinera hay una, edificios abandonados o en manos de especuladores hay miles en Valladolid. Que los buitres y zánganos hayan decidido mangonear este no es casualidad", han indicado.

Varios representantes leyeron un comunicado acordado por la asamblea, que esta misma tarde se reunirá para valorar los siguientes pasos que pueden dar ante el anunciado lanzamiento forzoso. "Utilizaremos todos los recursos legales y sociales a nuestro alcance para impedir el desalojo", defendió, tras lamentar que según se ha publicado en algunos medios, se vaya a realizar para el desalojo "una operación policial más propia de una cuestión militar que civil".

"Infinidad de veces lo legal no es lo legítimo, ni lo justo, ni lo ético. Actuaremos en función de los principios que tenemos, que no son individuales ni particulares", advirtieron. 

En ese sentido, explicaron que "sería legítimo preguntar a la empresa qué hará con patrimonio industrial de la ciudad, ¿otro hotel de cinco estrellas? ¿apartamentos de lujo? Es mejor que exista este lugar, un pulmón democrático que aporta muchísimo a la ciudad y no ceder ante las presiones de un fondo de inversión que nunca ha manifestado lo que quieren para un BIC de la ciudad", remató.