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Francia espera con ansia la tercera estrella del que sería su segundo Mundial consecutivo

Quien gane recortará distancias con Brasil, pentacampeona, y Alemania e Italia, tetracampeonas

Francia espera con ansia la tercera estrella del que sería su segundo Mundial consecutivo
Selección de Francia Mundial de Catar 2022 | Foto: Europapress (Europa Press)
Tribuna
EUROPA PRESS
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La selección francesa de fútbol aspirará este domingo a coronarse campeona del mundo por tercera vez en su historia, lo que la convertiría en la tercera más laureada y alargaría casi dos décadas de buenos éxitos, apuntalados sobre todo desde la llegada de Didier Deschamps, que enderezó el rumbo de los 'Bleus' y que podría hacer historia también.

Francia o Argentina se coronarán tricampeona del mundo en el Estadio de Lusail y recortarán distancias con Brasil, pentacampeona, y Alemania e Italia, tetracampeonas, en el primer caso con los tres primeros títulos aún bajo la denominación de la RFA.

Sin embargo, en el caso francés, la tercera estrella llegaría en un corto espacio de tiempo y confirmaría su actual potencial desde su estreno en casa en 1998. Desde esa fecha, ha disputado otras tres finales más, la mitad de las celebradas, en Copa del Mundo, y dos en la Eurocopa.

El combinado francés nunca había jugado una final de una Copa del Mundo hasta que ejerció de anfitrión hace 24 años. Hasta entonces, dos terceros puestos, en 1958 y 1986, y un cuarto, en 1982, eran los mejores resultados de una selección con ilustres figuras del mundo del fútbol en aquellos equipos como Raymond Kopa o Just Fontaine, este máximo goleador histórico en una única cita mundalista con 13 tantos, o Michel Platini, Alain Giresse o Jean Tigana.

Con estos tres últimos había vivido una gran etapa en los años ochenta, donde consiguió su primer gran título, también en casa, la Eurocopa de 1984 y derrotando a España en la final. Tuvo que esperar 14 años, a volver a ser anfitrión y a varias decepciones en el camino como sus ausencias en los Mundiales de 1990 y 1994, para alcanzar la gloria en la Copa del Mundo.

Bajo el liderazgo de Zinédine Zidane, el propio Deschamps, Liliam Thuram, Marcel Desailly, un joven Thierry Henry, Fabien Barthez o Youri Djorkaeff, entre otros, Francia bordaba su primera estrella al arrollar a Brasil en la final (3-0), un éxito que sería la plataforma de impulso para unos años posteriores con más luces que sombras.

De hecho, dos años después, se proclamaba bicampeona continental al batir por 2-1 de forma agónica a Italia y con 'gol de oro' de David Trezeguet. Francia amenazaba con instaurar una buena era, pero las dos defensas de sus títulos acabaron en decepción: sin pasar la fase de grupos en el Mundial de 2002 y eliminada en cuartos de la Eurocopa 2004 por la sorprendente Grecia.

Sin embargo, en la despedida internacional de su gran referente de esos años, 'Zizou', volvió a codearse con las mejores y, entonces contra todo pronóstico y calificada como 'vieja', fue capaz de volver a pelear por la Copa Jules Rimet en 2006, perdiendo en los penaltis contra Italia con el 'famoso' cabezazo del marsellés a Materazzi que le costó la expulsión.

A partir de ahí, los 'Bleus' vivieron su peor época de estos últimos años y no fueron capaces de pasar la fase de grupos ni en la EURO 2008 ni en el Mundial de 2010. La Eurocopa de 2012 también les fue esquiva, eliminada en cuartos de forma clara por una España camino de hacer historia y que propició la llegada de Didier Deschamps, que este domingo podría igualar al italiano Vittorio Pozzo como el único técnico con dos títulos mundiales.

El campeón del mundo logró reconducir la nave y se ha convertido en un extraño caso de longevidad en un banquillo complejo y pese a que no empezó bien en su primera gran oportunidad, el Mundial de 2014, eliminado en cuartos por Alemania.

Mejor le fueron las cosas dos años después, de nuevo con Francia como anfitriona de la Eurocopa. Los 'Bleus', liderados por Antoine Griezmann, eran favoritos y llegaron a la final con bastante solvencia, pero ahí se estrellaron contra Portugal (1-0).

Pero esta vez, y con la irrupción de una nueva generación comandada por el estelar Kylian Mbappé, el combinado francés supo reponerse y dos años después, en el Mundial de Rusia, alcanzó la final, la tercera mundialista en 20 años. Ante Croacia, y con firmeza (4-2), se coronó bicampeona del mundo.

La Eurocopa de tres años después, en cambio, no le sentó nada bien pese a que volvía a ser la gran favorita. Contra todo pronóstico, Suiza la apeó en octavos en los penaltis, pero la Federación Francesa siguió confiando en Deschamps, que incluso había decidido recuperar para el equipo a Karim Benzema, apartado por el polémico 'caso Valbuena'.

De camino a la Copa del Mundo de Catar, Francia se proclamó campeona de la segunda edición de la Liga de Naciones, batiendo a España en la final (2-1) y logrando un nuevo éxito. Y en la defensa de su título también ha mostrado su candidatura siendo la primera campeona que logra plantarse en la final desde que Brasil lo lograse en 1998.

Ahora, aspira a evitar que Leo Messi salde su deuda con el Mundial y convertirse en tricampeona del mundo en el espacio de 24 años, algo poco habitual en el fútbol moderno; la 'Canarinha' que lideraba Pelé fue aún más fulgurante y ganó sus tres primeras coronas en doce años, entre 1958 y 1970.