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Un estudio identifica el momento que el cerebro deja de sentir dolor durante la anestesia

Estos hallazgos representan "un paso importante" en el desarrollo de herramientas que permitan monitorizar el estado de los pacientes y ajustar de forma más cuidadosa los fármacos anestésicos y analgésicos

Un estudio identifica el momento que el cerebro deja de sentir dolor durante la anestesia
Tribuna
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Investigadores del Hospital del Mar de Barcelona han identificado en un estudio el momento en el que el cerebro del paciente deja de sentir dolor durante la anestesia, qué áreas del cerebro reaccionan ante el dolor durante la sedación profunda y cómo el incremento de la dosis de analgésico hace que dejen de reaccionar.

La revista 'British Journal of Anesthesia' ha publicado los resultados del trabajo que es la segunda parte de un estudio publicado en 2021 en el que el mismo equipo de investigadores determinó el momento exacto de la pérdida de la conciencia durante la anestesia, ha informado el hospital en un comunicado este martes.

Han participado 26 personas sanas: se las sometió a una sedación profunda controlada que simulaba la que se lleva a cabo en diferentes procedimientos a la vez que se les exponía a un estímulo doloroso --presionando la uña de un dedo de la mano-- y todo el proceso se monitorizaba con imágenes de resonancia magnética.

Les han administrado una dosis del anestésico propofol adecuada para mantenerlos inconscientes mientras se realizaban las pruebas y, a la vez, les han dado un derivado de la morfina muy potente de uso común en anestesia que han aumentado la dosis de forma gradual.

De esta manera, han comprobado qué áreas del cerebro se activaban ante el estímulo de dolor y cuándo dejaban de estar activas por efecto del fármaco.

A dosis bajas, las áreas del cerebro que representan la zona donde se aplicaba el estímulo y las que impulsan al individuo a despertarse, se activaban, mientras que a dosis medias solo lo hacían estas últimas y, a dosis altas, el cerebro dejaba de percibir dolor.

Para los autores estos hallazgos representan "un paso importante" en el desarrollo de herramientas que permitan monitorizar el estado de los pacientes y ajustar de forma más cuidadosa los fármacos anestésicos y analgésicos.