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El campeón se llama Max y el artista Fernando

El podio de salida era hispano, pero el destino es cruel y habla holandés. Bandera verde, luces fuera y comienza el show

El campeón se llama Max y el artista Fernando
Alfons Aurin
Alfons Aurin
Lectura estimada: 2 min.

What an idiot, con esas palabras de Fernando Alonso definiría la carrera de hoy, un deporte donde todos son idiotas menos los ingenieros de Red Bull. El podio de salida era hispano, podía ser un gran día para la comunidad automovilistica hispano hablante, pero el destino es cruel y habla holandés. Bandera verde, luces fuera y comienza el show. Salieron bien nuestros hombres, Sainz primero y Fernando segundo, Checo caía a la quinta posición superado por las flechas de plata. Alonso tenía a Hamilton pegado, a la salida de Eau Rouge, con lo que eso significa teniendo en cuenta que sigue la recta de Kemmel, escenario donde siempre suceden adelantamientos de todas las indoles. Y ahí lo intento Lewis. El británico aprovechaba el rebufo para ponerse por delante de Alonso, el asturiano jugaba legal y le dejaba sitio, pero Hamilton no entiende de respeto en la pista, y con toda la curva 7 para sí mismo no tuvo mejor idea que estrujar a nuestro ídolo, que se mantuvo firme; ahí termino la carrera de Lewis, su prepotencia se lo llevo por delante, como dijo Fernando por radio, este tio solo sabe salir primero y así es, por infinitesima vez en su carrera Hamilton le hecho morro, pero esta vez se encontró con un muro dos veces campeón del mundo y asturiano.

Alonso caía a la cuarta posición y Hamilton rompía el coche en el choque, justicia poética. Verstappen rodaba octavo cuando Latifi provocó un safety car en la segunda vuelta, que bueno eres compañero y que poco te queda en este deporte, en fin plazas desperdiciada porque unos pagan mucho y otros no tanto, en fin?. Durante el safety car, Leclerc paró para cambiar neumáticos y que le quitaran un trozo de debris que había en su coche, se acababa la carrera real para el monegasco que salía al fondo de la parrilla tras coches que consideramos orugas en relación a su Ferrari. Carlos rodaba primero, con cierto margen sobre Pérez y sobre un Verstappen que tras el safety car no tardaba en ponerse tercero, todos creíamos que tanto frenesí inicial le costaría caro a sus neumáticos y así lo confirmaba Max por radio en la vuelta 10. Pero Ferrari, en su enésima demostración de impericia y ofuscación mental de este campeonato, decidió que Carlos parara primero.

Un campeonato donde todavía habría emoción si Ferrari fuera profesional y no un chiste de equipo. Un año perdido para Charles y Carlos , aunque me temo que empieza a estar claro que la casta de campeón la tiene el monegasco y no el madrileño. Alpine también ejecutó una estrategia de paradas extrañas con Alonso aunque la carrera lo acabó devolviendo a donde debía estar. Verstappen paró 5 vueltas más tarde que Carlos y salió segundo en vez de sexto como cuando paró el madrileño. Pero los Red Bull están hechos de una pasta diferente y tanto Max, recortando 5 segundos en 3 vueltas, con Checo, bastantes vueltas más tarde, se llevaron la carrera. Verstappen arrasó y sentenció el mundial, Red Bull más de lo mismo y Ferrari demostró que no vale para esto. Carlos, tercero, sufrió al final con la tentativa de que le llegara y pasara Russell como le había pasado a su compañero y supuesto competidor por el mundial. Remataron al monegasco con una sanción de 5 segundos por exceso de velocidad en boxes que aupaba a Alonso a un más que merecido quinto, Alpine se afianza como cuarto en un mundial que lleva el nombre y apellido de Max Verstappen. Se acabó la especulación: habrá nuevo bicampeón mundial