Soy esa clase de persona a la que le gusta ver una y mil veces las mismas películas por la simple razón de saber cómo van a terminar las cosas. Quizá se trate de algún tipo de trastorno o manía llevada al extremo pero no me importa reconocerlo. Soy bastante maniático y neurótico en el más extremo sentido de la palabra.

En lo que al terreno de la moda se refiere, recomiendo con la cabeza bien alta la película 'Cómo perder a un chico en diez días' y si no vamos a los clásicos 'Desayuno con diamantes' o 'Una cara con ángel'. Pero la biblia audiovisual por excelencia en materia de tendencias  y cultura fashionista es, sin duda, 'El diablo viste de Prada'.

Anoche estaba viendo la película por vigésimo séptima vez, en vuelto en una atmosfera de helado de chocolate y repelente de mosquitos, cuando escuché el monólogo que la inigualable Meryl Streep hace en los primeros minutos del film respondiendo al personaje de Anne Hataway que solía subestimar la industria que mueve millones de dólares al año por todo el planeta y maneja mucho más de lo que todos imaginamos.

Visualizad a varios profesionales preparando un editorial de moda y teniendo que escoger entre dos cinturones que, a simple vista, pueden parecer idénticos a ojos de cualquiera que no está especializado en la materia. Eso le sucede a la protagonista que decide burlarse sin saber que iba a recibir una de las lecciones más relevantes de su aprendizaje profesional que logró tener a las salas de cine completamente perplejas ese 2006.

"¿Algo te divierte? De acuerdo, entiendo. Crees que esto no tiene nada que ver contigo. Tú vas a tu armario y seleccionas ese jersey azul deforme porque intentas decirle al mundo que te tomas demasiado en serio como para preocuparte por lo que te pondrás. Pero lo que no sabes es que ese jersey no es solo azul, no es turquesa, ni es marino. En realidad, es cerúleo".

"Tampoco eres consciente de que en 2002 Óscar de la Renta presento una colección de vestidos cerúleos y luego creo que fue Yves Saint Laurent el que presento una colección de chaquetas militares cerúleas. Y luego el azul cerúleo apareció en las colecciones de ocho diseñadores distintos. Y después de filtro a los grandes almacenes hasta que fue a una deprimente tienda de ropa a precios asequibles donde tú, sin duda, lo rescataste de alguna tienda de ofertas".

"Lo que no sabes es que ese azul representa millones de dólares y muchos puestos de trabajo. Y resulta cómico que creas que elegiste algo que te exime de la industria de la moda cuando de hecho llevas un jersey que fue seleccionado para ti por personas como nosotros entre un montón de cosas".

El aprendizaje que saco de este monologo es que la moda es absolutamente todo lo que nos rodea. Se encuentra en cada escenario en cada profesión y en cada movimiento de nuestro día a día. Puede que pienses que no te interesa la moda pero incluso con esa actitud estas participando en su industria.

La moda domina el mundo a través de la comunicación, la política, la economía e incluso el lenguaje. Y no podemos escapar.

Quizá para muchos sea una industria frívola que la mayor parte del tiempo no se toma todo lo en serio que merece pero va mucho más lejos y quien no lo ve es porque no le han recomendado las películas adecuadas.

El 'Diablo viste de Prada' no es solo una prueba más de que la mismísima Meryl Streep podría interpretar a Bat Man y seguiría siendo maravillosa, también deja claro que la moda lo es todo, y para ti también.