Esta vez los fans ya pueden celebrar que su sueño se hace realidad porque vuelven las chicas más picantes de Reino Unido. Pero, ¿todas?
¿Policía de la moda?
Una nueva entrega de 'De mal gusto'
Ayer en la oficina escuchaba a una mujer explicar para un programa de televisión matinal que ella no había matado a su tía, tal y como le acusaba la justicia, y que estaba pasando por "una pesadilla constante" en la que se le involucraba con el abandono y homicidio de una persona de la tercera edad con intención de quedarse con todo su dinero.
Eché un vistazo a la televisión por unos segundos, ya que normalmente escucho de fondo las noticias mientras trasteo en el ordenador, y para mi sorpresa me encontré a una rubia radiante que, no solo lucía un conjunto espectacular en blanco roto, sino que también portaba unas gafas de sol y un bolso de una marca de lujo italiana bastante reconocida.
Cualquiera con un poco de moral podría criticar a esta sobrina de la muerte por su discurso depresivo que no encaja a la perfección con su aspecto impoluto pero yo no lo haré.
A mi mente vino de inmediato la imagen de una joven Anna Delvey y sus espectaculares looks cada vez que iba a declarar al juzgado por haber estafado millones de dólares.
Anna Delvey estuvo años haciéndose pasar por una heredera alemana y coniguió esgañar a varios bancos, hoteles y amistades para llevar una vida de ensueño llena de riquezas y estravaganzas, sin tener un solo céntimo en el banco.
Cuando pillaron a esa chica tan inteligente y con una ética bastante reprochable, se dedicó a ir al juicio vestida de forma espectacular y a que una de sus amigas colgase en Instagram sus outfits en un perfil dedicado estrictamente a eso.
Anna Delvey se hizo viral mucho antes de que supiésemos lo que esto significaba y trasladó la moda a un lugar tan desagradable como una sala de un tribunal. Su cinismo para timar fue proporcional a su buen gusto para asistir vestida como una auténtica muñeca ante el jurado popular que iba a juzgar sus delitos.
Detrás de ella vinieron Lindsay Lohan o Paris Hilton posando con una sonrisa en la foto policial tras sus detenciones por conducir bajo los efectos del alcohol, o Naomi Campbell por aparecer con un Dolce & Gabbana espectacular para realizar sus labores comunitarias como condena por agredir a su asistente lanzándole un teléfono móvil.
Está claro que ser un delincuente no está reñido con ser elegante y que si quieres llamar la atención debes llevar un 'pamelón' al juicio donde te acusan de asesinar a tu vecina. Los paparazzi están esperando y solo debemos darles el contenido que desean.
Estoy impaciente por ver qué se pondrá Shakira para declarar ahora que conocemos que ha descartado un acuerdo con Fiscalía e irá a juicio por presunto fraude de 14,5 millones de euros. ¡Por favor, que las celebrities no dejen nunca de delinquir!
No está reñido el estar pasando por un momento horrible con el querer que la gente te vea estupendo, al fin y al cabo, como dice mi abuela, "la procesión va por dentro".
La justicia podrá juzgarnos pero la policía de la moda no.