El Real Valladolid ha descendido este jueves a la Segunda División de manera matemática. Su derrota 5-1 ante el Real Betis fue suficiente para que los de Álvaro Rubio ya no tengan ningún tipo de opción para conseguir la permanencia, algo que se podría prever tras sumar un punto de últimos 21 posibles. Es más, solo tienen 16 puntos y la permanencia está a 18 cuando apenas quedan 15 en juego.

La temporada del Real Valladolid pasará a la historia por ser una de las peores del Club en Primera División. Con cuatro victorias en 33 partidos y 25 derrotas cosechadas, la entidad está inmersa en una situación tan esperpéntica como evitable si las cosas se hubieran hecho mejor desde el principio. Tras el ascenso, el Club mantuvo en el cargo a Paulo Pezzolano, al que tuvo que destituir después, y posteriormente hizo lo propio con Diego Cocca.

A partir de ese momento, fue Álvaro Rubio la persona elegida para coger las riendas de un equipo al que no ha conseguido reenganchar al objetivo ni siquiera revertir su situación, y a los hechos uno se remite. Rubio solo consiguió una victoria, y fue como entrenador interino, ante el Valencia (1-0) cuando Cocca estaba presenciando el partido en un palco privado del José Zorrilla aún sin que el Club haya oficializado su llegada.

Aun así, ninguno de los tres ha dado con la tecla en una campaña llena de errores, desde la planificación deportiva hasta la crisis institucional que se avecina si el presidente, Ronaldo Nazário, no materializa la venta del Club, algo que parece ser inminente.