El equipo de bádminton de la Universidad de Valladolid viajaban este fin de semana a Huesca para disputar las dos últimas jornadas de la liga nacional, sabedores de que las opciones de salvación eran mínimas y no se dependía de sí mismo. Se tenían que ganar dos encuentros muy difíciles y además que alguno de los equipos de abajo no puntuase.

La penúltima jornada comenzaba contra el equipo andaluz de bádminton Huelva, conjunto que luchaba por el ascenso. El UVa presentó una alineación donde intentaron ir a por el máximo número de partidos posibles, pero el encuentro desde el primer partido de dobles mixtos ya se sabía que iba a ser de alta tensión. Los tres dobles de la confrontación se decidieron en el punto de oro del quinto set cayendo del lado vallisoletano 2 de 3. En las rondas de individuales Cristina Rivera y Pablo Martín conseguían los siguientes dos puntos para el equipo confirmando así una victoria que posteriormente culminaba Enrique Fernández para poner un 5-2 a favor y seguir soñando con la salvación.

En la última jornada la UVa seguía dependiendo de otros resultados, donde para más tensión dependía del equipo colista de la clasificación que solo había ganado un encuentro hasta el momento.

Con la misma alineación el Uva se enfrentaba al equipo filial del Oviedo B que tenía bajas importantes y donde el encuentro se ponía a favor desde el principio. A falta de un punto para conseguir la victoria, paralelamente en la pista de al lado el equipo colista estaba consiguiendo imponerse al rival directo de los vallisoletanos. Esto hacía que la motivación fuera aumentando por momentos y mientras Marta Fernández  conseguía el 4 punto para la Uva, los madrileños derrotaban al bádminton Almería provocando que el equipo de la capital castellano leonesa consiguiera la machada y el pequeño milagro de seguir perteneciendo a primera oro.

Finaliza así una liga nacional por equipos donde se ha sufrido desde el principio hasta el final para conseguir el objetivo de la permanencia.