La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a un hombre, Juan José S.F., a dos años y tres meses de prisión, por golpear a otro, la madrugada del 20 de abril de 2023 en la zona conocida como las Bodegas en Cabezón de Pisuerga (Valladolid).

Además de la pena de prisión por un delito de lesiones menos graves, la sentencia fija el pago de una indemnización de 28.053 euros, y establece el abono de una multa de cuarenta días, a razón de cinco euros diarios, por un delito leve de lesiones, en este caso cometido al golpear a otro joven la misma madrugada.

La Fiscalía había solicitado cuatro años y seis meses de prisión por un delito de lesiones con deformidad y dos meses de multa con cuota diaria de diez euros por un delito leve de lesiones, la misma petición que la acusación particular.

Las acusaciones contra el procesado se centraron en que, por causas desconocidas, se acercó a un hombre al que pegó patadas entre el cuello y el hombro, tras lo que la víctima se apartó y le pidió perdón y le dijo que no le pegara.

Posteriormente se acercó un amigo del afectado para intentar parar la agresión, el acusado se volvió y comenzó a forcejear con él, hasta que se detuvo la agresión y, cuando varias personas se encontraban andando por la zona, el procesado se acercó corriendo a una de ellas y le propinó un golpe con la rodilla y puñetazos en la cara, lo que le causó doble fractura mandibular, sostuvo el ministerio público.

Durante a vista oral, celebrada el pasado 11 de marzo, varios amigos de la víctima de la agresión más grave aseguraron que fue el acusado el que golpeó con patadas y puñetazos al afectado, mientras otros testigos, propuestos por la defensa, dijeron que el encausado no intervino en la pelea.

En su comparecencia como testigo, la víctima que aseguro sufrir perjuicio estético a causa del suceso manifestó que la noche de los hechos se encontraba con unos amigos en las fiestas de Cabezón y fue a separar en una pelea en la que el procesado estaba pegando a un amigo suyo.

Entones, el acusado comenzó a golpearle a él, con puñetazos y patadas "a diestro y siniestro", que desembocaron en fractura de mandíbula y cicatrices en la cara y dentro de la boca, que originaron que estuviera mucho tiempo sin poder comer sólido y la sensación de miedo al salir a la calle tras lo ocurrido.

El agredido expresó su seguridad "al cien por cien" de que fue el encausado la persona que le agredió, un reconocimiento que igualmente efectuó el otro joven que también resultó lesionado en su declaración como testigo.

El procesado, quien solo respondió a preguntas de su letrado, recalcó que los hechos que se le atribuyen son "inciertos totalmente" y que no se considera autor "para nada".