Si por algo se caracterizan Los Pichas es por ser uno de los grupos más divertidos y diferentes que tiene la música de Valladolid. Lo que comenzó como una broma en una despedida de soltero, se ha convertido en una forma de vida para los cinco miembros de esta banda que ya es un elemento esencial de la cultura popular y musical de la provincia. De esa despedida de soltero, que fue en 2005, han pasado ya 20 años lo que significa que este 2025 el grupo cumple dos décadas sobre los escenarios y, para celebrarlo, van a hacer lo que mejor se les da: montar una fiesta.

Los Pichas homanejan sus 20 años de carrera musical con una gira por toda España, 'Veinte años no es nada', que comenzará en Valladolid, el próximo 12 de abril, con un concierto benéfico para la Asociación Española Contra de Cáncer de Valladolid (AECC), una causa que a ellos les toca "muy de cerca".

El mítico grupo recorrerá varias localidades de toda España como por ejemplo Cádiz, haciendo música en un chiringuito en el que ya han estado varias veces para alguien que "ya no es amigo, sino hermano".

El vocalista, Javier Carballo, explica, en una entrevista para Tribuna Valladolid, cuáles son sus planes para este tour, cómo ha sido su experiencia durante los 20 años que lleva en la banda o cómo les afecta de manera tan directa el tema del cáncer. 

PREGUNTA: Los pichas nacieron en la Rondilla con motivo de la boda del guitarrista de la banda, ¿cómo se les ocurrió juntarse para ese momento?

RESPUESTA: Éramos amigos y se casaba Alberto, el guitarrista. Se nos ocurrió que íbamos a tocar allí unos temas. En la despedida de soltero, en el restaurante que estábamos, tenían una guitarra y unos bongos de adorno, que eran de cerámica, y lo que hicimos fue tocar unos temas. Por lo menos unas 20 canciones. El chico del restaurante se quedó impactado y nos dijo que, cuando acabase la boda, volviésemos al local a tocar otra vez. A partir de ahí, nos empezaron a ver de otros sitios y nos fuimos liando. Y de esa manera tan tonta, llevamos ya 20 años en esto.

P: Han tocado en lugares como la Plaza Mayor o en la concentración invernal Pingüinos, ¿hay algún lugar en el que no hayan estado que les gustaría tocar?

R: Como sueño de futuro nos fliparía tocar en el estadio José Zorrilla antes de la final de la Champions en una hipotética final entre el Real Valladolid y Arsenal. Y si jugásemos contra la Juventus tampoco estaría mal. El Real Valladolid porque es el equipo de la ciudad y hay que apoyarlo y los otros dos equipos porque siempre me han caído bien. Para que un equipo me caiga bien tiene que tener dos cosas: buenos modales y una camiseta bonita. Y ambos las tienen.

P: Se caracterizan por hacer versiones de canciones muy reconocidas, ¿cómo es ese proceso de selección de temas?

R: Lo primero que tiene que tener una canción para que nosotros la interpretemos es que nos guste. Y lo segundo es que tenga posibilidades. A ti te puede gustar una canción pero, si no tiene posibilidad en un futuro, no se hace. Hay dos cosas que solemos hacer, en ocasiones le cambiamos la letra a la canción y, en otras, cogemos un tema y lo cantamos con la música de otra. Estás empezando una canción que en un principio parece 'Guns and Roses' y, de repente, acabas tocando por Antonio Flores. Ese tipo de juego sí que nos gusta.

P: ¿Cómo definiría un concierto de 'Los Pichas'?

R: Nos gusta tomarnos el concierto como una fiesta. Si hay un motivo por el que puedo estar muy orgulloso de este grupo es que, para nosotros, no hay un bolo pequeño. Mucha gente me pregunta que cómo es tocar en la Plaza Mayor, que si impone. Yo siempre contesto que no impone, que motiva. He hecho bolos mucho más difíciles que la Plaza Mayor o Pingüinos, con ellos las cosas van rodadas. He tenido actuaciones en Villalpando en agosto con un frío terrible y con 40 personas en el concierto. Dejarnos las vida para esa gente, que a lo largo del bolo se iba multiplicando, y escuchar, al final, por parte del alcalde del pueblo que, mientras él siga en el Gobierno, siempre íbamos a tener un lugar en las fiestas. Cosas así te hacen seguir currando en esto.

P: ¿Por qué cree que han tenido tanto éxito en Valladolid?

R: Una razón es 'el curre' que ponemos en el trabajo que hacemos, en casa uno de los lugares a los que vamos, sin importar el número de personas que nos vayan a ver. Otra, es que somos amigos y eso es una de las claves básicas. Nos divierte mucho lo que hacemos, además de que la gente se divierte con nosotros. Eso te da un plus y una sensación increíble cuando llegas a casa y sientes que has hecho bien tu trabajo. Es nuestra forma de pensar y es irrenunciable.

P: 20 años de carrera, ¿qué se siente al contar una trayectoria tan larga?  

R: Es una pregunta para mí puesto que el resto de mis compañeros llevan más tiempo en la música. La sorpresa ha sido para mí, yo soy actor y no tengo ningún talento musical. Soy un sinvergüenza, muy echado para adelante y que se apunta a un bombardeo. Es una satisfacción. Si me llegas a decir hace años que me voy a dedicar a esto y que, además, voy a poder vivir de ello, te hubiese dicho que estás loco. Empezamos cuatro locos, haciendo bolos en bares, y aquí estamos. La vida es una caja de bombones y, a veces, salen ricos.

P: ¿Ha habido algún momento en el que se planteasen disolver la banda?

R: Tenemos varios compañeros que tienen sus trabajos y tienen sus familias. Hubo un momento en el que la banda se planteó qué hacer. Decían que no podían estar trabajando de lunes a viernes y, luego el fin de semana, irse de bolos. Nos planteamos varias opciones, la sustitución de los compañeros que no podían o, incluso, disolver la banda. A la conclusión que llegamos es que debíamos hacer menos bolos pero con los mismo de siempre, con la misma base. Hay ocasiones en las que tenemos que sustituir a algún miembro pero por razones ajenas.

Ahora mismo, nuestro batería está de descanso porque se ha operado del hombro y no puede tocar. Hay que entender que los músicos buenos tocan en varias bandas a la vez. Muchas veces, si vas a hacer varios cambios en la banda, llega un momento en el que se va a desvirtuar y en el que estás más ensayando que tocando. Si en vez de hacer 110 bolos al año, tenemos que hacer 50 o 60, entonces es lo que toca. No hemos tenido crisis de grupo, siempre nos contamos las cosas y tenemos una relación bastante saludable.

P: Van a realizar un concierto solidario para la Asociación Española Contra el Cáncer, ¿cómo ha surgido esta iniciativa?

R: No es la primera vez que hacemos una colaboración con esta asociación o con otras. Hemos trabajado con gente con enfermedades raras que estaban desamparados. En pandemia, hicimos una acción popular y recaudamos hasta 80.000 euros para ayudar. Nos centramos más en las residencias de ancianos y colaboramos con gente que lo necesita. También hemos tenido algún caso de un amigo que hemos perdido por culpa del cáncer y eso nos toca de cerca. La última actuación que hicimos, en colaboración con la AECC, fue con niños con cáncer en el hospital Clínico.

P: En el concierto presentan su gira 'Veinte años no es nada', ¿Qué esperan de ella?

R: Que sea un poco el resumen de estos años. Vamos a hacer un espectáculo especial. Estrenaremos canciones nuevas que ya teníamos pero que no habíamos presentado. Y otras completamente inéditas. El mismo día que cumplimos los años, lo vamos a celebrar en Cádiz, tocando en la playa, en un chiringuito de unos amigos. Hemos tocado allí varias veces y hay un ambiente muy alegre. Ya no somos amigos, somos casi hermanos. Y luego, en Valladolid, queremos hacer uno gordo. Vamos a procurar traer a compañeros que han tocado con nosotros a lo largo de estos 20 años.

P: ¿Cómo vocalista que es lo que más disfruta?

R: Tengo la costumbre de disfrutar de lo que me gusta. Sé que no tengo la voz de Nino Bravo y, cuando canto sus canciones, lo hago con el máximo respeto. Incluso, cuando añado un toque de interpretación. Me gusta mucho interactuar con el público, me gusta mezclarme con él. Soy de los que se bajan y disfruta de ellos. Las canciones son sentimientos y los sentimientos hay que interpretarlos, hay que transmitirlos. Eso es lo que más me gusta y es lo que yo hago. Soy el que cambia la letra de las canciones y disfruto mucho escribiendo.

P: A lo largo de su carrera, seguro que han tenido muchas anécdotas, ¿Cuál es la que, si le preguntan, le viene primero a la cabeza?

R: Durante tanto tiempo tocando, se crean muchas anécdotas y se viven demasiadas experiencias. Hay una muy buena. Yo llevo toda la vida siendo actor, no me considero cantante y estar en el festival de cine de Ciudad Rodrigo de teatro, paseando por la calle y que la gente me reconozca por 'Los Pichas', y no como actor, es raro. Entonces, en una fiesta, un amigo me presenta a una chica como el cantante de la banda, a lo que ella contestó que no. Que ella había estado en muchos conciertos y que el cantante es mucho más guapo. Claro, tú tienes que seguir con el rollo y decir que no eres el cantante de 'Los Pichas'.

P: ¿Por qué no nos podemos perder los conciertos de esta gira?

R: Viendo una entrevista de Eduardo Punset, le preguntaron que si había vida después de la muerte y él contesto que había encontrado la respuesta en un grafiti en Nueva York, que decía que hay vida antes de morir. Hay que plantearse eso y, en la gala que vamos a llevar a cabo, el próximo 12 de abril, que se llama 'VidaFest', hay que vivir, hay que disfrutar, hay que pasarlo bien. Podemos estar contentos de haber comprado lo último de lo último, pero eso no nos lo llevamos después. Lo que nos llevamos son los momentos que vivimos. Estar con la gente que quieres, bailar y reír. Vmos a procurar que la gente que venga a vernos se ría y que disfrute.