El Aula roza la épica ante el Porriño

Las de Salva Puig cayeron (31-28) ante uno de los equipos punteros de la categoría

imagen
El Aula roza la épica ante el Porriño
R.C.G.T
R.C.G.T
Lectura estimada: 2 min.
Última actualización: 

Tenía el Caja Rural Aula que escalar un rascacielos en Galicia. Se medía ante uno de los equipos punteros de la Liga Guerreras; un Conservas Orbe Porriño bien edificado desde los cimientos -una portería donde Rosalez fue cemento puro- hasta la azotea, con un ataque coral capaz de hacer grieta en un marcador que se rompió en la recta final de la primera parte y que no pudieron arreglar, pese a los esfuerzos, las chicas del Salva Puig.  

El partido comenzó con un ritmo apabullante. La rapidez en el juego se tradujo en goles en ambos lados de la pista; una guerra sin cuartel en el que Porriño tenía su pólvora de Mica Casasola y Aitana Santomé y el Caja Rural Aula en Marcela Arouinan. 

Cada golpe gallego era respondido por el equipo de Salva Puig, consciente de que un golpe mal encajado en una pista tan complicada podía acabar con un KO. Por eso, el técnico pucelano no dudó en sacar a pasear la tarjeta de tiempo muerto cuando vio la primera renta jugosa del Conservas Orbe Porriño (8-5), que coincidió cuando empezó a rascar el juego con los extremos. 

Las palabras del técnico fueron suficientes para sus jugadoras, que supieron aprovechar la exclusión de Aitana Santomé y resistir la de O'Mullony para recuperar el pulso al partido y darle la vuelta a un marcador (9-10) que había decelerado con el paso de los minutos; en buena parte gracias a la labor de Menchu y Rosalez bajo palos

El tuteo entre pontevedresas y vallisoletanas continuó hasta la segunda exclusión de O 'Mullony, minutos en los que el Caja Rural entró en crisis goleadora ante una Rosalez sublime. El equipo de Isma Martínez no desaprovechó la oportunidad para dar un paso al frente y tirar por tierra el buen trabajo pucelano de la primera parte e irse al descanso con una ventaja de tres goles en el luminoso (15-12).

El paso por los vestuarios no cambió las vigas maestras del partido. El Conservas Orbe seguía amparado en una sólida retaguardia, buscando picar en el contraataque y con el Caja Rural Aula aferrándose al brazo de Lorena Téllez en los primeros compases del segundo acto. 

El Caja Rural Aula lograba igualar la velocidad de aceleración del Porriño, pero necesitaba un poco más para recortar una distancia de cuatro goles que las gallegas lograban recuperar en cada amago pucelano por meter la tijera (22-18). Las exclusiones de Ángela y Amaia fueron piedras en el camino hacia la meta de un equipo que no renunciaba a luchar, con alternativas en ataque pero castigado por los extremos, desde donde posaba con su mejor perfil el Porriño. 

Con las prisas ya lanzando aliento en la nuca del Caja Rural Aula fue mucho más complicado pillar en un renuncio al equipo local, que tenía los nervios templados; madurando cada jugada hasta encontrar el lanzamiento seguro hacia la portería de Alicia Robles, notable en la segunda parte. Fátima Rosalez no dio opción a la épica. La meta espantó con un recital de paradas a los fantasmas y el Conservas Orbe metió los puntos en su zurrón con el 31-28 final.