El concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, asegura que el proyecto está cerca de estrenarse en el barrio
Las obras del ascensor urbano del barrio vallisoletano de La Pilarica acabarán a finales de mes. Así ha resumido el proceso el concejal de Tráfico y Movilidad en el Ayuntamiento de Valladolid, Alberto Gutiérrez Alberca, el cual también reconoce que sufrieron un "ligero" retraso por temas relacionados con el "suministro" del propio ascensor, cuestión ajena al Consistorio, que confía que el mismo esté en funcionamiento en febrero.
La principal novedad del proyecto fue decidir cómo cubrir el techo del paso inferior al ser uno de los planteamientos incluidos en la operación, por lo que no solo era instalar el ascensor, sino también eliminar las lamas de aluminio que 'sujetaban' la estructura después de que las mismas sufrieran numerosos desperfectos durante el 2024. La empresa encargada de las obras, PRACE SERVICIOS Y OBRAS, S.A, empezó a actuar en esta zona, que no variaba ni el presupuesto (320.559 euros) ni los plazos, mientras esperaba la llegada del ascensor, algo que, al principio, se hizo de rogar.
De hecho, los vecinos se ponían en contacto con TRIBUNA para saber qué es lo que pasaba, pese a que el Ayuntamiento, y por consiguiente, su concejal Alberca, tranquilizaba a los mismos, apuntando que las obras iban a empezar "en el plazo previsto". Cabe recordar, tal y como avanzó este medio, que el punto de partida fue el pasado 20 de mayo, día en el que aprobaron y rubricaron el acta de replanteo (el documento mediante el cual se puede dar comienzo a una obra o construcción). Este viernes, de hecho, los responsables han recibido una nueva visita a la obra para ir ultimando detalles de cara a su inminente estreno.
En cuanto al paso inferior, estará, finalmente, cubierto por un falso techo, dejando atrás las lamas de aluminio y esa idea de sustituir las mismas por, puramente, cuestión de estética.
El ascensor, ubicado en concreto entre la Plaza Rafael Cano y la calle de la Salud, está diseñado para salvar el desnivel de 3,5 metros existente. Además, dispondrá de una cabina panorámica con unas dimensiones de 1,40 metros de ancho por 1,60 metros de fondo, con doble embarque a 180º, y una capacidad para 13 personas y 1.000 kg.
Con el fin de garantizar la seguridad en la zona, como pasa en el ascensor de la calle Panaderos, se ha colocado cámaras de videovigilancia en el entorno. Es más, las mismas prestarán servicio y atención las 24 horas del día durante los 365 días del año.
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