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La acusación del asesinato de Paloma e India recalca el ensañamiento de un asesino "machista y mentiroso"

La defensa mantiene que el acusado actuó bajo la influencia de las drogas y que en ningún momento pudo controlar su voluntad

La acusación del asesinato de Paloma e India recalca el ensañamiento de un asesino "machista y mentiroso"
Juicio por el crimen de Paloma e India.
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
Lectura estimada: 5 min.
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Las acusaciones en el juicio contra David Maroto, acusado de asesinar a su pareja, Paloma Pinedo, y a la hija de ella el 23 de enero de 2023, coincidieron en destacar hoy, en la jornada inicial de la vista, el ensañamiento con el que el acusado cometió ambos crímenes, dado que Paloma presentaba 27 lesiones por todas las partes del cuerpo, incluidas cinco puñaladas potencialmente mortales, mientras que a la pequeña India recibió cinco, todas mortales de necesidad.

Además, tanto el Ministerio Fiscal como las acusaciones de la familia de Paloma y de India, así como la acusación popular ejercida por la asociación Clara Campoamor y la ejercida por la Junta de Castilla y León, sostienen que el acusado, aunque ese día consumió alcohol y drogas, en el momento de los hechos era plenamente consciente de lo que estaba haciendo.

Por su parte, la defensa de David Maroto sostuvo que su cliente actuó bajo la influencia de las drogas y que en ningún momento pudo controlar su voluntad. Además, lamentó que en el análisis de sangre que se le hizo cuando ingresó en el hospital para ser tratado de las heridas leves que él mismo se propinó tras cometer ambos crímenes, no se realizó una prueba toxicológica. 

Además, sostuvo que durante el juicio se tendrá que explicar los motivos por los que se produjo un cambio tan radical de su comportamiento, dado que David y Paloma acababan de realizar un viaje juntos a Cuba y que el día anterior a los fatídicos hechos habían asistido a una comida con la familia de Paloma. En su alegato inicial, también recalcó que su cliente no miente y que siempre ha sostenido que no recuerda nada debido a los efectos de las drogas.

Mientras la Fiscalía y las cuatro acusaciones restantes reclaman 25 años de cárcel por el asesinato de Paloma y prisión permanente revisable por el crimen de India, la defensa reconoce los hechos, pero argumenta que se trata de dos homicidios por los que pide 25 años de prisión.

En su intervención, el Ministerio Fiscal argumentó que el acusado actuó en todo momento con alevosía, desde el punto de vista convivencial, dado que Paloma nunca se pudo imaginar que podría ser atacada por la persona con la que estaba conviviendo, y también desde un punto de vista físico, dado que nunca tuvo una oportunidad de defensa al ser acorralada en un rincón de la cocina.

Machista y mentiroso

Por su parte, tanto las acusaciones de los familiares de Paloma e India, como el abogado de la asociación Clara Campoamor, además del enseñamiento destacaron que se trata de un crimen con una clara componente de dominación machista, dado que a David le molestaba que Paloma hablara con otros hombres, no la dejaba utilizar un vehículo de alta gama que había ganado en un sorteo y siempre tenía localizada su ubicación a través del móvil

Además, una vez cometido los dos crímenes, envió un mensaje de WhatsApp a su expareja, que le acaba de presentar una demanda de divorcio por no cumplir con las obligaciones pactadas para el cuidado del hijo que tenían, diciéndola: "La culpa es tuya. Esta es la consecuencia".

Por su parte, el abogado que representa al padre de India también calificó a David de "mentiroso compulsivo" y recalcó que se merece la prisión permanente revisable para que de esta forma no pueda matar a nadie más. Mientras tanto, el abogado de la asociación Clara Campoamor, que calificó los hechos de "monstruosos", argumentó que se trata de un asesinato "cobarde" de alguien que para demostrar su dominación machista también decide matar a la pequeña.

Hechos

Desde el verano de 2022, el acusado mantenía una relación sentimental con Paloma, comenzando meses después a vivir juntos en el domicilio de esta del Paseo de Zorrilla, en el que también residía India. En el momento de los hechos no constaba denuncia previa de la víctima por violencia de género, aunque sí antecedentes del agresor por este motivo, que datan de 2017, con una relación anterior.

Según sostiene el Fiscal, en la fatídica madrugada, sobre las 00.17 horas, el acusado regresó al domicilio familiar. Dado que se había dejado olvidadas sus llaves, realizó varias llamadas al móvil de Paloma sin obtener respuesta, por lo que después llamó insistentemente al interfono y después al timbre de la vivienda, hasta que la víctima le abrió la puerta.

Una vez dentro del piso y después de consumir varios refrescos, se inició una fuerte discusión con su compañera sentimental por motivos no determinados. Durante la discusión y "sin que ella pudiera presagiar en modo alguno el ataque, dada la confianza generada por su relación de convivencia", el acusado cogió de la cocina un cuchillo de grandes dimensiones y, de forma sorpresiva, comenzó a asestarle múltiples puñaladas. Paloma intentó salir de la cocina, pero el acusado se lo impidió y la acorraló en una esquina. Además de múltiples puñaladas, Paloma también sufrió heridas incisas de defensa en las manos y antebrazos al intentar cubrirse, así como lesiones por presión en los labios con las que el asesino intentó acallar sus gritos. 

Debido a la discusión previa y a los gritos, India se despertó y al ver la escena de la cocina, corrió por el pasillo hasta el dormitorio principal, para coger un teléfono móvil desde el que, a las 1.35 horas, pudo realizar una llamada de siete segundos al 1-1-2. Al ver a la niña con el móvil, el acusado se lo arrebató cuando todavía estaba conectado al 1-1-2 y, a continuación, también acuchilló a la menor, sin que la pequeña pudiera reaccionar ni defenderse en modo alguno.

Tras las dos agresiones mortales y ante la rellamada que realizaron desde el 1-1-2, el acusado lanzó el teléfono que había arrebatado a India por la ventana, cayendo al patio de luces del edificio. A continuación, y dado que era un fumador "compulsivo", se dirigió al salón a buscar unos puros.

Más tarde y después de llamar por teléfono a un familiar y confesar que había matado a su pareja y a la pequeña India, sobre las 3.11 horas, se tumbó en el suelo y se autoinfligió unas pequeñas heridas en el tórax y cuello meramente superficiales. Cuatro minutos después, agentes de la Policía Nacional llegaron al domicilio, teniendo que acceder por la ventana con ayuda de los Bomberos.

En el escrito de calificaciones, el Ministerio Público reconoce que el acusado presenta antecedentes por consumo continuado de alcohol, cocaína y anfetaminas y que realizó tratamientos en Proyecto Hombre, Aclad y Cruz Roja, entre 2003 y 2018, todos ellos abandonados, y que también acudió a la Asociación para el tratamiento y rehabilitación del alcoholismo en dos ocasiones, pero también sin continuidad. No obstante, asegura que en el momento de los hechos no padecía ninguna patología mental que le alterase su capacidad volitiva.