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El "duro" cambio de vida de David, el vallisoletano que convive con una silla de ruedas desde 1998

Sufrió un accidente de tráfico cuando salía hacia Cabezón partiendo de Santovenia de Pisuerga, donde actualmente reside

El "duro" cambio de vida de David, el vallisoletano que convive con una silla de ruedas desde 1998
David, tras la entrevista. Sergio Borja.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
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Uno no se imagina lo que es vivir con una silla de ruedas hasta que lo siente. El paso a tener que adaptarse debe ser duro, aunque lo más difícil, quizás, sea asimilarlo, que es uno de los momentos posteriores a la operación, la cual uno se somete no solo por obligación, sino también por convicción. Nuestro siguiente protagonista sufrió las consecuencias de un "volantazo" del conductor mientras él iba sentado atrás y, posiblemente, sin tener puesto el cinturón de seguridad, ya que piensa que en aquella época "no era obligatorio".

David Martínez (Valladolid, 1978) salió "despedido por la luna de atrás del vehículo" un inolvidable 12 de abril de 1998 cuando salía con unos amigos de Santovenia de Pisuerga hacia Cabezón. Él niega que la persona que llevaba el coche condujera bajo los efectos del alcohol o las drogas porque lo que pasó es que perdió el control del turismo y se salió de la trazada. A partir de ese momento, David no se acuerda "de nada". "Lo único que sé es que me operaron esa misma noche. Estuve 12 días en la UCI del Clínico. Ya cuando quedó libre una cama en Toledo, me fui para allá, donde estuve ingresado ocho meses (abril-diciembre) hasta el 22 de diciembre de ese mismo año, de 1998", explica en declaraciones a TRIBUNA en plena Plaza Mayor.

Él, cuando despertó, sintió que tenía piernas porque se las tocaba. Por esa razón, se preguntaba por qué estaba así. Gracias a sus familiares y amigos, se dio cuenta de lo que había pasado, pese a no recordar el accidente. "El más perjudicado fui yo. Mis padres tuvieron que hacer un desembolso importante para adaptar el baño, entre otras cosas. Lo tuvieron que cambiar hasta que nos fuimos a una nueva casa en el mes de mayo de 1999", asegura. De hecho, tal fue el cambio en su vida, que califica el mismo de "bastante duro", aunque se alegra de la "suerte" que ha tenido de la gente que siempre le ha ayudado. "Tengo muchos amigos que siempre han estado ahí", sostiene.

En aquellos años, David no tenía el carnet de conducir. Era previsible que decidiera no tenerle nunca por lo sucedido, pero nada más lejos de la realidad. Mientras estaba ingresado en Toledo, aprovechó que en el hospital había una autoescuela para sacarse el carnet: "No perdí miedo a conducir porque nunca lo había hecho. Mis padres querían que me sacara el carnet en Toledo porque creían que en Valladolid ya no me le iba a sacar. De hecho, estuve más tiempo ingresado para conseguirlo". Su madre estuvo los ocho meses con él, mientras su padre y su hermana pequeña estaban en Valladolid. Estos dos últimos le iban a ver los fines de semana. "Fue duro asimilarlo. A mi madre la tocó dormir en un roulotte, y luego tuvo que alquilar un piso", añade.

No obstante, David lleva ya "más de 20 años" viviendo solo. Durante todo este tiempo, ha tenido "cuatro coches", con los que ha recorrido "un millón de kilómetros". "He estado por toda España y puedo decir alto y claro que Valladolid es un ejemplo de ciudad accesible", apunta. Aunque la razón del accidente no fuese el alcohol, este vallisoletano es consciente de lo que puede pasar: "Cuando te sientes en un coche, hay que tener dos dedos de frente. Puede que no tengas vidas en el coche, pero tienes muchas enfrente. Hay que recordar todos los días que lo de beber y conducir no es compatible".

Estas "precauciones" que ha ido tomando con el paso del tiempo ha hecho que naturalice y, al mismo tiempo, normalice la situación. En este sentido, el deporte le ha ayudado a no perder la sonrisa. "Al principio, no me gustaba juntarme con mucha gente que también estuviera en silla de ruedas. Fue, a partir del pádel, cuando pregunté algo más, pero no mucho. Hice crossfit, bádminton, ping pong... Me gusta practicar todos los deportes de raqueta. Ahora quiero volver a jugar al tenis y es lo que haré", concluye.