Sergio Encinas: "Me hace ilusión recordar las series o ese momento inolvidable de estrenar un balón"

Si no es fácil hacer reír a un teatro o una sala llena, imaginaros hacer reír a través de la literatura, pese a que ese, especialmente, no sea el objetivo. Este dilema, lleno de ironía y sarcasmo, tiene al cómico vallisoletano Sergio Encinas enredado, nunca mejor dicho, en su nueva aventura. El humorista ha publicado su primer y, hasta el momento, único libro titulado 'Recuerdo Desloqueado', un recorrido por su infancia, adolescencia y juventud a través de objetos, canciones o películas de la década de los años 90 y 2000.

Esta publicación nace de los contenidos que habla Encinas habitualmente en sus redes sociales y que tantos seguidores cautiva a diario, a los que aporta información y entretenimiento de su vida personal por su faceta de, sin quererlo, coleccionista. El cómico cita a TRIBUNA en la Casa del Sol (o Palacio del Conde de Gondomar) para explicar los porqués que rodean a su libro, que presenta, de hecho, este jueves en la Librería Oletvm a partir de las 19.00 horas. El vallisoletano ha elegido dicha zona porque le recuerda a sus tardes de fútbol tras salir del Colegio Amor de Dios. "En el balcón de la Casa del Sol encajé 12.000 balones", bromea.

Encinas quería escenificar, a través de la literatura, las cosas que tenía "por casa" con un, incluido, tono de humor, como hace en los vídeos que comparte. "Mucha gente ha vivido esa época y me agradecen que la siga recordando. Los vídeos han funcionado bien. Hay personas que me aseguran, cuando ven los vídeos, que están buscando ciertos objetos, y creo que con el libro va a pasar lo mismo", reconoce un Encinas que tiró de valentía para escribir el libro, algo que no se había propuesto "nunca". "Es la primera vez que lo hago. Al principio dije a la editorial que no sabía cómo hacerlo (ríe). Creo que el resultado es bueno gracias también al equipo que hemos formado porque hemos empezado de la nada", asegura.

Aunque no sea el "típico" que colecciona algunas cosas "en concreto", su casa se fue, poco a poco, convirtiéndose en un museo por las cosas que compraba y heredaba al mismo tiempo. "Vi que a la gente le gustaba y lo llevé al terreno del humor. Por ejemplo, en la casa de mis abuelos todavía están las chapas, algunas con los nombres de Caminero o Julio Salinas. También hay instrucciones de los juegos, y eso que lo normal era guardar solo los juegos. La gente entra... y flipa", afirma. En este sentido, Encinas apunta que tiene colecciones que ha completado, como los Power Rangers. "Hay de todo... cintas VHS, casetes, muñecos, tamagochis...", añade.

Por esa razón, se enorgullece cada vez que le dicen que es un friki porque eso significa que tiene "un estatus". "Que te lo llamen no es negativo. De hecho, a mí me hace ilusión recordar las series o los dibujos, o incluso estrenar un balón... son momentos inolvidables. Ahora ver una película no es un acontecimiento o tampoco ver 13 episodios del tirón. La gente tiene que saber que veíamos un capítulo y hasta la semana siguiente, como en 'Compañeros', no sabías si Quimi iba a seguir con Valle", sostiene. Hasta tal punto llega su nostalgia que el libro tiene 290 páginas, pero Encinas hubiese escrito "12.000". "Hay muchas cosas que me hubiese gustado poner, pero las tengo apuntadas. Ojalá vaya bien este libro porque tengo material suficiente para una segunda o tercera parte", explica.

Si consigue cumplir ese objetivo (spoiler:lo hará), ya que tampoco descarta escribir sobre temáticas diferentes, le tocará compaginar esa faceta con sus espectáculos, como hace en la gira del Club de la Comedia. "Va todo bien, como siempre, sigo estando en el Club de la Comedia, y con mis espectáculos propios en teatros y salas. La gente reserva con tiempo. En verano actúo en pueblos de la España profunda. Es muy gratificante ir a pueblos de 20 habitantes y, de repente, tienen más de 100 para verte actuar. Da gusto verlos. A Valladolid volveré a finales de 2025. Al público vallisoletano me gusta cuidarle mucho porque podría actuar más veces en la ciudad, pero quiero que me echen de menos para ir con más ganas si cabe a ver el espectáculo", sentencia.