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Una treintena de entidades protestarán para evitar que León de la Riva le de nombre a una plaza de Valladolid

El sindicato CCOO, los partidos Podemos, Izquierda Unida y Toma la Palabra y el grupo musical Celtas Cortos son algunos de los participantes de esta protesta

Una treintena de entidades protestarán para evitar que León de la Riva le de nombre a una plaza de Valladolid
Miguel Ángel  Fernández
Miguel Ángel Fernández
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Más de treinta entidades, partidos políticos y sindicatos se han adherido a la demanda al Ayuntamiento de Valladolid para evitar que una nueva plaza de la ciudad reciba el nombre del exalcalde Javier León de la Riva, además de convocar una protesta el próximo domingo en el lugar.

En un comunicado, este grupo de entidades entre las que figuran el sindicato CCOO, los partidos Podemos, Izquierda Unida y Valladolid Toma la Palabra y el grupo musical Celtas Cortos, reclama al alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, reconsidere lo anunciado hace unas semanas y, en lugar de homenajear al exalcalde León de la Riva, opte por denominar ese espacio como plaza de la Igualdad.

Estos grupos plantean que esta alternativa "representa un valor que teóricamente es compartido y defendido por el conjunto de la sociedad y de las instituciones, y que por tanto está exento de toda la polémica que rodea a la propuesta hecha desde el actual equipo de gobierno municipal".

En su manifiesto, estos colectivos consideran que la iniciativa del Ayuntamiento tiene un "planteamiento claramente partidista" y trata de homenajear a un dirigente político que "acabó sentándose en el banquillo por irregularidades urbanísticas".

Además, argumentan que León de la Riva "protagonizó numerosas polémicas durante las cinco legislaturas al frente del Ayuntamiento", con una "particular beligerancia contra el movimiento vecinal" y con una "manera autoritaria y caciquil de llevar las riendas del Consistorio".

Le reprochan también sus "declaraciones misóginas", sus "actitudes homófobas", al negarse a casar a personas del mismo género, y su gestión urbanística basada en "el ladrillazo, con grandes fracasos sobre los que aún no se ha pasado página, como la efectiva integración de los barrios y/o el soterramiento de las vías férreas".

Recuerdan igualmente que "acabó siendo inhabilitado en 2015 por desobediencia a la Justicia, al negarse a ejecutar una sentencia dictada a tenor de las irregularidades urbanísticas que afectaban a una de sus propias viviendas, situada en la Plaza de Zorrilla".