La víctima detectó que las botellas de alcohol y de bebidas que tomaba desprendían un fuerte olor a estos productos e instaló cámaras para confirmar sus sospechas
Valencia se encuentra inmersa en una terrorífica situación como consecuencia de las lluvias torrenciales que se han producido en su provincia en las últimas horas y que les ha costado la vida a un número importante de personas que no ha dejado de crecer en las últimas horas.
Valladolid, a pesar de encontrarse bajo un cielo gris, vive con cierta distancia este complicado temporal, que parece que pasará desapercibido en Castilla y León. Aun así, son muchos los vallisoletanos que sí que están sufriendo las consecuencias de la DANA, debido a que se encuentran residiendo, por diferentes motivos, en la Comunidad Valenciana.
Vera de Castro, una vallisoletana que vive en Valencia desde hace cinco años, vive "con terror" esta situación que ve desde la ventana de su casa: "La calle que va de mi casa a la oficina donde trabajo está plagada de árboles que el viento ha arrancado y que han caído sobre los coches que estaban aparcados".
La joven de 25 años explica que, aunque en Valencia capital no es donde están sucediendo las inundaciones, están muy cerca: "Es como si tú vivieses en el centro de Valladolid y esto estuviese ocurriendo en la zona de Arroyo de la Encomienda, o en Río Shopping".
Además, expresa lo "difícil" que está siendo el día a día por la "constante incertidumbre" con la que transcurren las horas: "Hablo con mis amigos, que viven en pueblos cercanos a la capital, y están pasando un auténtico infierno".
La vallisoletana, que de momento está teletrabajando, asegura que las calles están vacías: "No se ven coches ni peatones, las carreteras están cortadas. Todo el mundo está en sus casas, esperando a que esto pase".
Por su parte, Marina Aparicio, natural de la localidad vallisoletana de Villamarciel, vive la situación desde su posición de personal sanitario. Enfermera de profesión explica que el sistema sanitario trata de "sobrellevar lo mejor posible" la situación: "Estamos solicitando colaboración entre las personas que viven cerca de los hospitales para cubrir a aquellas que se han quedado atrapadas y no pueden desplazarse a sus puestos de trabajo".
Declara, en una entrevista con Tribuna Valladolid, que vivió con cierta "sorpresa" el mensaje del sistema de aviso a la población Es-Alert, a través de los teléfonos móviles: "Todos los teléfonos comenzaron a vibrar en modo de alerta".
"Fue un poco surrealista. Lo vivimos como si estuviésemos en una película. Era un sonido muy fuerte que nos pedía que no saliésemos de casa, a no ser que fuese estrictamente necesario", cuenta.
Carlos Martínez vive en Valencia desde 2003. Reside en la localidad de la Eliana con su mujer y su hijo, una zona que, por fortuna, está en un alto y no ha sufrido inundaciones, aunque las fuertes lluvias han provocado la caída de árboles y otros inconvenientes, aunque no se acerca a la devastación de otras zonas. "Por aquí no pasan lo que llaman cauces secos, que es lo que se ha inundado en otras localidades", dice.
No obstante, los efectos de la DANA se han hecho notar en toda la provincia. "Nosotros estamos sin luz en casa desde ayer", cuenta. "De hecho, hemos cenado en una caravana que tenemos por ese motivo". Además, los colegios están cerrados en casi todos los municipios. "Justo en el que vivo yo, no, pero recomendaban no llevar a los niños porque las carreteras están intransitables la mayoría". "De hecho, se ha llevado algún puente", indica. En su camino al trabajo este miércoles, también situado en una zona alta, pudo comprobar la cantidad de árboles caídos, aunque pudo llegar. "Nos recomendaron teletrabajar, pero he venido porque no tengo luz en casa. Eso sí, somos unos 10 trabajando aquí de 400", explica.
Él mismo asegura que no recuerda algo como esto. "Los grupos de Whatsapp están a tope con fotos y vídeos. Tengo amigos que han perdido coches y que están en zonas peores y te mandan la foto del desastre", relata.
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