El Pucela se lleva otro chasco en un mal partido del Sevilla

Un gran esfuerzo que queda sin recompensa. Un trabajo que se va de vacío en el Sánchez-Pizjuán donde el Real Valladolid completó un encuentro de menos a más, con una segunda parte de calidad y buen fútbol, pero en el que un gol encajado en la recta final echó por tierra la esperanza de abrir la cuenta a domicilio. Un 2-1 ante el Sevilla FC que deja un sabor muy amargo en el paladar blanquivioleta.

La igualdad fue la tónica del encuentro desde el pitido inicial. Dos equipos que llegaban en zona baja de la tabla y que confiaban en sumar tres puntos que permitieran coger oxígeno. Dos equipos con fuerzas parejas que tuvieron sus momentos de dominio y también los de sufrir y achicar. Sin ocasiones claras para ninguno, los primeros minutos pasaban en ese equilibrio, con más pelota local pero con el Pucela queriendo pisar área rival y hacer daño, como en una contra en la que, de lado a lado, combinaron rápido Amath con Lucas Rosa cuyo centro raso fue interceptado in extremis por la defensa antes de caer en las botas de Marcos André, en el minuto 19.

La buena presión vallisoletana hacía daño, al igual que la sevillista, pero ambos conjuntos lograban mantener sus posiciones sin sufrir daños de relevancia. En el 29' avisó Saúl con un disparo desde la frontal que sacó la defensa, una de las acciones más relevantes de ataque ya que las defensas conseguían sofocar los conatos de unos y otros. Era un partido intenso, donde cada duelo se libraba como si fuera el último, en el cual cada balón importaba. En el 39' Iheanacho la tuvo pero no acertó con su chut, mientras que el duro golpe llegó en el minuto 45 donde una jugada de infortunio acabó en el 1-0. Recuperación del Sevilla en salida de balón visitante y, como si fuese un frontón, se produjeron uno tras otro tiros de los locales que repelía la defensa vallisoletana. Hasta que una de esas, colmo de la desgracia, el balón cae a Lukébakio quien la pone fuerte al corazón del área pequeña para que Torres, molestado por Peque, la introdujese en su portería.

Buen fútbol sin puntos

El ritmo aumentó en el segundo acto, una mitad de un fútbol vistoso, con dos rivales a pecho descubierto lanzados a por la victoria. El Sevilla tuvo mejor arranque pero el Real Valladolid respondió, y de qué manera. En el 56' Mario Martín hizo magia al librarse con un giro espectacular de dos rivales, pisar área y ponerla atrás para la llegada de Kike Pérez, que la acomodó en el palo largo para el empate. El partido estaba donde comenzó, pero con un tensión frenética.

El gol espoleó a los de Pezzolano, quien metió más madera con la entrada de Moro y Latasa. Y se pudo dar la vuelta al marcador en los siguientes minutos. Marcos André robó tras el saque de centro local, pero ya en el área un defensor cortó sus opciones. Iván Sánchez, un minuto después, probó con un libre directo obligando Nyland a despejar a córner. A partir de ahí reaccionó el cuadro hispalense para dar paso a un partido roto, sin dueño y con opciones para ambos.

En ese tramo emergió Hein con varias paradas de mérito, como la que hizo ante el disparo de Ejuke en el 68' y especialmente la que salva a bocajarro en un golpeo de Peque desde la frontal de la pequeña, en el 83'. Dos minutos después, en una pérdida en salida de balón, Ejuke anotó el 2-1. 

No obstante, quedaba partido. No quería el Real Valladolid que tanto trabajo se fuera por el desagüe a las aguas del Nervión. Y remó, y luchó, y tiró de pundonor. Sylla forzó la expulsión, clara, de Marcao en el 90'. Y los pucelanos se volcaron en el área rival, reforzado con varios defensas, sin encontrar el camino del gol en los siete minutos de añadido.

Con cinco puntos se queda el Pucela tras esta jornada 7 en LaLiga EA Sports. La vista está puesta en el próximo viernes 27 de septiembre, en esta maratón de partidos, cuando el RCD Mallorca visita el Estadio José Zorrilla, a partir de las 21.00 horas. Ahí, con la fuerza de la afición, con lo inexpugnable del templo blanquivioleta, tiene que volver a celebrarse una victoria.