Debido al éxito de la iniciativa se prorrogará su calendario próximamente
La Cofradía de la Vera Cruz espera que comiencen a construir la nueva cúpula "en agosto"
La secretaria, Beatriz Tovar, junto al presidente de El Descendimiento, Francisco Javier Coca, reciben a TRIBUNA en la parroquia de San Miguel
La secretaria de la Cofradía de la Vera Cruz, Beatriz Tovar, junto al presidente de El Descendimiento, Francisco Javier Coca, con la imagen de la Dolorosa. Sergio Borja.
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Se cumple un mes del colapso, como así prefieren los cofrades denominarlo, de la cúpula de la Iglesia de la Vera Cruz. Un acontecimiento histórico que supone una pérdida patrimonial irreparable para la ciudad de Valladolid, aunque confían en que "en breve" e incluso "en agosto" puedan recuperar su "vida" con el inicio de las obras de la nueva cúpula tras la reunión que debe mantener la Cofradía la próxima semana con Patrimonio y el Ayuntamiento, partes necesarias para que todo esté preparado e iniciar con garantías el proceso.
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En cualquier caso, no pueden esperar mucho más porque el objetivo de la Cofradía es que puedan salir las procesiones programadas en la Semana Santa 2025 desde su sede y no desde sus "casas temporales" como son la parroquia de San Miguel y San Julián y la Santa Iglesia Metropolitana Catedral de Valladolid. Tal y como ha confirmado fuentes del Arzobispado a TRIBUNA, permanecen en esta última los conjuntos escultóricos 'La Oración del Huerto' y 'El Descendimiento' y la talla del 'Santo Cristo del Humilladero'. También se encuentran en este emplazamiento temporal otras dos imágenes, como son la 'Virgen de la Soledad' y la 'Virgen del Carmen', que no procesiona la cofradía y que se trasladaron posteriormente por cuestiones operativas para proceder a su limpieza por parte de los técnicos de Las Edades del Hombre.
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En la parroquia, por su parte, están 'La Dolorosa de la Vera Cruz', 'Jesús Atado a la Columna' y el 'Ecce Homo', obras de Gregorio Fernández que, en estos momentos, protagoniza una exposición en la sede de la Cofradía El Descendimiento y Santo Cristo de la Buena Muerte que, a su vez, y a petición del Arzobispado, acogió con los brazos abiertos a la Cofradía de la Vera Cruz mientras reconstruyen y rediseñan la ansiada cúpula. Por esa razón, este medio ha querido reunir, en el día en el que hace un mes que se produjo el colapso, a Francisco Javier Coca, presidente de la cofradía implicada y a Beatriz Tovar, secretaria de la cofradía afectada.
Javier recuerda que se enteró de lo que había sucedido "a través del móvil", como el "99% de las personas". Al principio, pensaba que se trataba de una "fake news". El alcalde-presidente de la Cofradía de la Vera Cruz, Raúl Díez, fue el que tuvo que confirmarle la noticia. "También hablé con don Javier, el párroco que, al poco tiempo, ya estaba en la Vera Cruz para interesarse, sobre todo, por las personas que estaban trabajando, porque había gente en el interior cuando la cúpula colapsó", reconoce. Desde el primer momento, Javier quiso poner "todas las facilidades del mundo" para "abrir las puertas" de la parroquia y albergar las piezas y tallas que corresponda.
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Beatriz agradece la "disposición" que tuvo la Cofradía El Descendimiento, al igual que el resto de las hermandades, porque "todas ofrecieron su sede". Como los acontecimiendos "han ido a una velocidad de vértigo", no le ha dado tiempo a contestar a todos los mensajes que en su día recibió y que sigue recibiendo, ya que las cofradías no paran de interesarse por la situación que no empezará a normalizarse hasta que, al menos, no comiencen las obras. La secretaria, además, pone en valor la labor de los técnicos de la Fundación Las Edades del Hombre porque las piezas están "perfectas e impecables", aunque aún tenga en la cabeza la "impactante" imagen de verlas "con tanto polvo". "Cada vez que lo recuerdo... se me encoge el corazón", confiesa.
Aun así, desea que todas las piezas de la Vera Cruz estén listas y preparadas en su iglesia correspondiente de cara a la próxima Semana Santa. De hecho, espera que, cuando acaben las obras, las cuales confía en que "avancen a buen término", y tengan la garantía de que la iglesia ya es segura, trasladarán las piezas, como han hecho con la 'Dolorosa', aunque esta solo haya sido a la citada parroquia. Esta alberga, como se ha explicado anteriormente, la propia Virgen, situada en el altar. El 'Jesús Atado a la Columna' y el 'Ecce Homo' están, concretamente, en los laterales.
Lo más importante ahora, para Beatriz, es que los hermanos "recuperan la vida de cofrade" y, para ello, agosto debe ser un mes clave para el inicio de las obras mientras el párroco don Javier y el Arzobispado, con todo su cariño y respeto, custodien unas piezas que se salvaron de una tragedia que, por desgracia, ya es historia.
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