De prendas actuales a creaciones de época, cinco películas optan a Mejor Diseño de Vestuario en la 38 º edición de los Premios Goya por haber sabido transmitir con él la identidad de los personajes, un apartado con mucha historia que pasa desapercibido cuando está tan bien adaptado.

Tres películas basadas en personajes reales, una vinculada a la realidad social de los niños trans y la adaptación de una novela compiten el próximo sábado, día 10, en Valladolid por un Goya.

'20.000 especies de abejas'

Nerea Torrijos no contaba con ser nominada por su trabajo en '20.000 especies de abejas' de Estíbaliz Urresola, la historia de Aitor-Cocó-Lucía, un niño de 8 años que siente que no encaja con la identidad que ha nacido, no se reconoce en su nombre ni en la mirada de los demás.

Torrijos cuenta a EFE que su objetivo era "ser respetuosa con el personaje; ser realista y trasmitir al espectador una verdad que no conoce".

"Me daba miedo caer en el estereotipo. Mi mayor reto ha sido definir a un niño trans. Estuvimos hablando con asociaciones que trabajan con los más pequeños y, precisamente, el vestuario es uno de los conflictos más fuertes que tienen porque no les identifica".

Asegura que, aunque parezca un vestuario muy sencillo, las "complicaciones son sutiles, pero están ahí; tienes que ser certera, no ridiculizar".

'La sociedad de la nieve'

J.A. Bayona refleja en 'La sociedad de la nieve' la tragedia vivida en 1972 por el equipo de jóvenes universitarios uruguayos que viajaban a Chile a jugar un partido de rugby, y cuyo avión se estrelló en Los Andes.

El diseñador argentino Julio Suárez ha utilizado más de 4.000 prendas que transmiten desde el bienestar de la vida de los protagonistas del viaje a la cruda realidad en un ambiente hostil. Piezas que tuvo que agrandar para que los intérpretes, con el paso del tiempo, "parecieran más flacos".

Debido a las condiciones ambientales y al hecho de utilizar dobles para los actores, "parte del vestuario estaba duplicado hasta siete veces", cuenta a EFE Suárez, que confeccionó a mano los jerséis de lana, piezas que exponía al sol para decolorarlas.

"Nunca se las sacaron, iban añadiendo capas para protegerse; acumulaban la suciedad de la transpiración y la que provoca la montaña en unas condiciones extremas, que provoca roturas y desgarro", detalla.

Suárez se focalizó en las manos y los cuellos, "los rompía y los quemaba, los iba modificando en el momento". "La ropa se transforma, ellos se convierten en seres como de la caverna. Quería que parecieran primitivos".

El calzado fue uno de los complementos que más quebraderos de cabeza le ocasionó. "Ignoré que el frío deterioraba el cuero. Vestían mocasines y zapatos de cordones, la suela resbalaba y a los tres días estaban destrozados, la nieve los despegaba".

'La contadora de historias'

Mercè Paloma ha sido la encargada de vestir al reparto de 'La contadora de historias', de Lone Scherfig, una adaptación de la novela homónima del chileno Hernán Rivera Letelier.

Rodada en pleno desierto de Atacama (Chile), el vestuario se confeccionó en Madrid y Barcelona, y su máxima "preocupación era que no se nos olvidara nada" en el camino, comenta Paloma a EFE.

"Lo disfruté muchísimo porque es un bombón de vestuario y de historia" para la que hubo de tener mucha previsión, en un rodaje en el que el polvo era constante, un hándicap para preservar las prendas; además "los niños crecían y había que modificar la ropa".

Confeccionó el vestuario en tonos verdes y azules, "colores muy de la época", que captó a través de fotos y documentales. "Fue un trabajo arduo", admite.

'El maestro que prometió el mar'

María Armengol es la responsable del vestuario de 'El maestro que prometió el mar', una historia real sobre la vida de Antoni Benaiges, maestro comunista de Mont-Roig del Camp (Tarragona), que fue destinado a la escuela de Bañuelos de Bureba (Burgos), donde vivió la Guerra Civil.

"Es una historia muy bonita y atrayente", asegura Armengol, que tuvo que lidiar con saltos de época: de la vida en un pueblo en los años 30 a la actualidad. "Quería que fueran agradables de ver", para lo que usó tonos fríos para el momento actual y más cálidos para el pasado.

"La realidad es cruda, pero no está reñida con la belleza", afirma.

Piezas de alquiler se combinan con otras confeccionadas en exclusiva para el rodaje, como la camisa roja que viste el maestro, un detalle real, tal como constatan los dibujos y cuadernos de los que fueron sus alumnos.

"Parecía muy provocador y me pidieron que no hubiera estridencias. En aquel momento, el profesor llevaba bordado el escudo comunista en la camisa, nosotros no lo llegamos a incluir; la realidad parecía exagerada, pero a veces supera a la ficción".

Pese a lo que creía en un principio, vestir a los niños no resultó complicado. "Eran muy sufridos porque las prendas les quedaban pequeñas, para demostrar la escasez, y la lana de aquella época picaba".

'Saben aquell'

David Trueba es el director de 'Saben aquell', de la que Lala Huete es la diseñadora de vestuario de la película que cuenta los primeros años en escena del popular humorista Eugenio.

Un vestuario con tintes setenteros que desvela que fueron Eugenio y su primera mujer, Conchita, quienes dieron forma a la puesta en escena del artista con camisa negra y crucifijo en el cuello.