Qué difícil ha tenido que ser el año para Javier Reinoso, el jefe de los Bomberos de Valladolid. Dos explosiones prácticamente seguidas provocaron una movilización masiva de diferentes servicios capitaneados por sus efectivos que recondujeron la situación en un tiempo récord.

Él es consciente de que lo sucedido le ha servido para hacer autocrítica y valorar las actuaciones a pesar del meritorio y excelente grado de satisfacción que dejaron en cada uno de los sucesos. Aun así, espera que el 2024 no traiga dichas circunstancias, aunque ya tenga la sensación, tal y como reconoce en esta entrevista, de que han aumentado los avisos por fugas de gas a partir de lo que pasó en las calles Goya y Juan de Valladolid.

PREGUNTA: Las dos explosiones marcan el año 2023. Por lo tanto, no podría hacer un balance positivo...

RESPUESTA: Así es. Está claro que son dos intervenciones que, para nosotros, han sido muy importantes. Los afectados forman parte del resumen que podemos hacer del año. Aunque no estamos contentos en ese sentido, sí que estamos orgullosos de la respuesta que dimos. Podemos decir que también estamos satisfechos con la actuación del resto de servicios y con la actitud de los ciudadanos, que salieron ordenados de los edificios con toda la mayor seguridad posible.

P: Le costará olvidarse de ello...

R: Ahora lo tenemos cercano... Sí que es cierto que la anterior explosión grave se produjo hace 26 años... Esperemos que vuelva a pasar ese margen de tiempo entre las recientes y las próximas. Son fatalidades que se unen unas con otras... De hecho, no es nada frecuente que ocurran. Desgraciadamente, hemos tenido dos seguidas. Hay que llamar a la prudencia e intentar que se pasen todas las revisiones, así como reforzar las medidas de seguridad...

P: ¿Cómo recuerda la gestión?

R: Afortunadamente, contamos con medios personales y profesionales suficientes para dar respuesta a grandes emergencias. Con el personal de guardia ya se pudo dar una respuesta importante. Y, además, se localizó un retén que tenemos todos los días que se sumaron a los 24 efectivos... Se anticipó también el personal que entraba a las ocho de la mañana cuando pasó la explosión en la calle Goya... Se juntaron los efectivos salientes con los entrantes. Lamentablemente, todo esto no garantiza que lo podamos solucionar todo. 

P: Como responsable, ¿se sentó días después con los efectivos para analizar y evaluar la actuación?

R: Sí, lo normal es hacer un juicio crítico en cada una de las guardias. Hubo un porcentaje del personal que no participó porque tenemos las 160 plazas cubiertas... De hecho, conozco a bomberos que no estuvieron en las explosiones. Aun así, se revisa todo... Hablamos de lo que podríamos haber hecho mejor. En general, la sensación que tuvimos fue positiva.

P: ¿La autocrítica no la situó en algún aspecto en concreto?

R: Bueno... creo que no hay situaciones de calado que nos hayan hecho pensar que actuamos mal. La gente estaba pendiente de relevar a los compañeros y a ayudarles en todo momento... Hablamos de aspectos más pequeños... Colocación, por ejemplo... Son temas internos, pero no son tan llamativos...

P: ¿Cree que las explosiones han provocado un aumento de las falsas alarmas por presencia de humo?

R: No puedo darte un dato exacto porque no tenemos aún la memoria anual. Danos unos días (ríe). Sin arriesgarme demasiado, sí que te diría que es probable que hayan aumentado los avisos por fugas de gas. Algunas han ido falsas alarmas, pero no han sido todas porque hemos actuado más veces por fugas reales que falsas. Estamos más sensibilizados con el asunto... Eso es innegable. Y, luego, hay otro factor que nos hemos encontrado estos días. En las revisiones de los ascensores se utilizan unos componentes del material que desprenden un olor muy similar a la de una fuga de gas. Cuando nos llaman, preguntamos por esta cuestión porque así les tranquilizamos.

Lo que sí que estoy seguro, respecto a otros datos, es que siguen al alza los rescates en domicilios. Ha subido la media de la edad de la población y los ciudadanos que viven solos... En este sentido, son factores claves.

P: ¿Estos aumentos han provocado que haya tenido que modificar el protocolo de actuación?

R: No. Ya lo cambiamos hace dos o tres años. Teníamos dos puestos de trabajo en el puesto de bombero, que son los conductores, por un lado, y los bomberos, por el otro. Esta circunstancia nos limitaba a la hora de sacar más o menos dotaciones. En el 2022, de hecho, introducimos la figura del bombero conductor. De esta forma, el efectivo puede desempeñar ambas funciones. Gracias a esta decisión, ahora somos más flexibles y podemos sacar más vehículos. No obstante, el número que intervienen en un incendio es el mismo porque se siguen movilizando 14 efectivos. Lo normal es que salgan esos 14 e incluso alguna dotación más porque disponemos de bomberos conductores. Los vecinos pueden ver tres dotaciones, pero eso no quiere decir que pase algo grave.

P: Al hilo del número de dotaciones, ¿es necesario renovar la flota?

R: Ya lo estamos haciendo. En los próximos meses, incorporaremos dos vehículos autobomba. Nosotros continuamos de la mano del Ayuntamiento con el nuevo equipo de Gobierno con el que seguimos una línea continuista.

P: Por último, rescato una de sus respuestas para recordarle que también le preocupó en la anterior entrevista que concedió a TRIBUNA el aumento de los rescates en domicilios y de los accidentes de tráfico. Un año después, ¿sigue pensando lo mismo?

R: Insisto en que no te puedo dar datos exactos todavía... (ríe). Pero sí que es verdad que la tendencia es la misma. Seguimos notando un incremento de los accidentes de tráfico graves pese a no salir de la ciudad. Deberíamos ser más prudentes cuando cojamos el vehículo. Por su parte, vive la misma situación los rescates en domicilios. Por ejemplo, las aperturas de las puertas, asistencias sanitarias... Eso sigue siendo una realidad. Nosotros intentamos acceder a las viviendas de cualquier forma, pero también queremos facilitar la salida al dueño de la misma. Si ningún familiar tiene llaves, nos toca entrar por la ventana. Los pulsadores del Servicio de Ayuda a Domicilio también nos ayudan.