Por todos es sabido que la Semana Internacional de Cine de Valladolid es un festival de gran nivel que ha reunido, a lo largo de su historia, a grandes personalidades del mundo del cine y l ficción. Pero quizá no recuerdes que el mismísimo Brad Pitt estuvo en Valladolid en 1991. Como parte de la promoción de la película 'Thelma y Louise', el archiconocido actor que, por ese entonces, no era tan famoso como lo es ahora, viajaba a España para participar en la edición de ese año de la Seminci.

El largometraje, protaonizado por Susan Sarandon y Geena Davis,se llevó la espiga del festival ese año, por su brillante guión y su historia que logró atrapar al espectador y convertirse tiempo después en uno de los films más célebres de todos los tiempos.

Thelma Dickinson, un ama de casa de vida vacía y anodina, está casada con un cretino detestable que la trata como a una niña. Por su parte, Louise Sawyer trabaja como camarera en una cafetería y sueña con que su novio Jimmy, que es músico, se case con ella. Un fin de semana deciden hacer un viaje juntas en el coche de Louise para alejarse de la mortal rutina de sus vidas y de todas sus frustraciones. Sin embargo, su escapada, que prometía ser divertida y, sobre todo, liberadora, acaba siendo una experiencia llena de episodios dramáticos.

El que más tarde se convertiría en marido de Jennifer Aniston estuvo tres días entero en la capital del Pisuerga, situación que dio lugar a ciertos rumores y leyendas urbanas que algunas famosas de nuestro país han alimentado durante años. Makoke, expareja de Kiko Matamoros, contó que había pasado un fin de semana en Valladolid con el actor americano, en una casa de campo.

También circuló durante mucho tiempo el rumor de una vallisoetana que había salido de fiesta la noche del jueves de ese año y había conseguido ligar con un joven Bard Pitt de 27 años en la discoteca Tintín. 

Por aquel entonces, el padre de los hijos de Angelina Jolie había aparecido en series de televisión como 'Dalas' o 'treinta y tantos' pero no contaba con un nombre verdaderamente fuerte en el panorama de la cultura internacional. Fue esta película de Ridley Scott la que le catapultó a la fama. 

Durante su estancia en la capital vallisoletana, Pitt, alojado en el Hotel Olid de la Plaza de San Miguel, cautivó a la ciudadanía con un característico pañuelo pirata que llevaba en la cabeza, que posteriormente le vimos a otras celebridades como David Beckham.

El actor recibió una muy buena acogida por parte de la ciudad y, según cuentan crónicas periodísticas de la época, no quiso marcharse al término del festival, de hecho, costó mucho que saliese de la habitación del hotel el último día.

El director de la Seminci en 1991, Fernando Lara,  aseguró que el norteamericano se portó "como un absoluto profesional" durante su estancia en la ciudad y que se mostró "muy atento, amable y accesible".

Este viaje supuso el inicio de su carrera para un actor que, a día de hoy, es uno de los más prestigiosos de Hollywood y que está considerado uno de los hombres más deseados del planeta.