A falta de famosas, buenas son las concejalas
Crítica estilística y crónica de la alfombra verde del Festival Internacional de Cine de Valladolid
La alfombra verde de la Seminci de este año ha estado bastante descafeinada. Pocos rostros conocidos y no demasiado glamour. Imagino que todavía a estas horas habrá quién esté esperando en los alrededores del Teatro Calderón a que aparezca algún famoso.
La nota de estilo la dieron las personalidades locales. Las concejales Blanca Jiménez e Irene Carvajal deslumbraron y dieron al público el contenido que buscaban. Entre muchos estilismos casuales, las ediles aparecieron con dos vestidos y fueron ovacionadas como si fuesen Blanca Suarez o Amaia Salamanca.
Jiménez se encargó de dar un mensaje a través de su vestido, diseñado por Irene de la Cuesta. Como si se tratase de la propia Reina Letizia, añadió en su atuendo pequeños detalles en color dorado que homenajeaban la espiga tan característica del festival vallisoletano. Lo que podría haber sido un vestido que pasase desapercibido, se convirtió en la pieza perfecta para destacar entre el resto de invitadas.
No es sorprendente, que la de VOX sea meticulosa con sus atuendos. Estamos acostumbrados a verla perfecta de pies a cabeza en cada pleno que pisa y siempre suele postularse como la más elegante del día a día en todas sus apariciones públicas. Pero, la Seminci le ha servido a Carvajal para dar el do de pecho y demostrar que podría ejercer como anfitriona perfecta en los Premios Goya, si Carnero le dejase cumplir con esas funciones. Pero no será así.
Por su parte, los hombres dejaron más que desear. El alcalde fue a lo fácil y sí, acertó. Pero no tiene mérito la victoria si no te arriesgas un poco para alcanzarla. Traje azul marino y corbata, que lo mismo te sirve para la inauguración de la fiesta del cine de tu ciudad que para la comunión de tu sobrina la pequeña en Trigueros del Valle.
Poco tengo que decir del director de Seminci, Cienfuegos. Parece una de esas personas que se toman demasiado en serio para darle demasiada importancia a su aspecto físico. En su defensa contaremos con que tiene un estilo personal muy marcado y supo llevar esa identidad a la alfombra verde con un traje con el que no parecía disfrazado. Es esencial saber con qué te sientes cómodo y con qué no. Y él supo acogerse a la etiqueta sin perderse a sí mismo. Eso sí, la próxima vez le recomiendo una corbata que no sea de talla 8-10 años.
Marta Nieto se convirtió desde que pisó suelo vallisoletano en una de las mejores vestidas. La presentadora vallisoletana traía su vestido en la maleta y no quiso pasar por el showroom del festival. Siendo una de las pocas asistentes que dio el ingrediente de moda a la gala, deslumbró con un elegante outfit que jugaba con las estructuras y el tulle y unos magníficos zapatos de Manolo Blahnik.
Por lo demás, un poco de lo de siempre. Mucho actor vestido de profesor de universidad en los años ochenta y mucha niña jovencita vestida de Bodas Paqui. Poco glamour y mucha prisa antes de salir de casa como para mirarse en un espejo y saber qué es lo que llevaos puesto.
El maravilloso Antonio de la Torre es un actor espléndido. Y por eso preferimos verle cuando le viste una estilista y sale a escena a actuar. Porque para ver cuadros, nos vamos al Museo del Patio Herreriano.
El grupo Siloé fue de lo poco que sí que supo que la inauguración de un festival es un momento que requiere cierta etiqueta y jugó con eso, dándole un toque gamberro que a mí, personalmente, me conquistó por completo. Las alfombras son shows donde hay que expresarse y sorprender al espectador. Y en eso ellos son auténticos artistas, de los pies a la cabeza.
El caos y la desorganización impidió a muchos asistentes posar ante los fotógrafos, como fue el caso del elenco del largometraje 'Gallo Rojo' que apareció en el festival con un look grupal magnifico que conjuntaba entre sí y que mezclaba vanguardia y elegancia. Mención especial para Pino de Pablos que estaba radiante.