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No hay plan B

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No hay plan B
Diego Jalón Barroso
Diego Jalón Barroso
Lectura estimada: 5 min.
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Hace cuatro años por estas fechas, un 20 de septiembre de 2019, pudimos ver, escuchar y leer en los medios de comunicación que un grito recorría el mundo para salvarlo: 'There is no PLANet B', 'No hay PLANeta B', un juego de palabras con el que varias manifestaciones en todo el mundo reclamaban acciones urgentes contra el cambio climático, con motivo de la Cumbre del Clima de la ONU. Junto a estas manifestaciones, convocadas por una plataforma liderada por Greta Thunberg, se anunció una huelga mundial de la juventud.

Es cierto que la huelga mundial pasó un tanto desapercibida. Suele ocurrir cuando las huelgas las hacen personas que no trabajan ni producen y además el 99,9% de los convocados no se suman a la iniciativa. Pero ahí quedó el merchandising, el eslogan y la idea de que esto hay que arreglarlo, porque no tenemos otro sitio a dónde ir.

Pero he aquí que esta semana Yolanda, que no debe ir tanto a la peluquería como piensa Alfonso Guerra, ha estado leyendo un libro de ficción. Y ha sacado una conclusión distinta. La amigui del muy progresista Puigdemont y enemiga de la fascista Belarra nos ha revelado la verdad, que en el fondo es ella, aunque el camino y la vida se lo indiquen otros.

Dijo Yolanda que "nos vamos al carajo" y aclaró que "cito palabras literales". Dejando a un lado que Yolanda no tiene ninguna necesidad de aclararnos que cita palabras de otros, todo en ella es cita o copia, desde lo que piensa que es el comunismo hasta lo que cree que es un ERTE, al parecer resulta que, según la vicepresidenta, sí que hay un plan B.

El problema es que este plan B es sólo para los "inmensamente ricos". Y, sobre todo, que es un plan que o Yolanda no ha sabido explicarnos bien o tiene, por decirlo suavemente, algunos cabos sueltos. El Plan, "de ellos y ellas", consiste en "huir del mundo para protegerse ellos y ellas solas". Y lo van a hacer en cohetes, aunque no está claro si para irse a Raticulín o a algún otro planeta habitable que ande por ahí cerca, a Nueva Zelanda, que aunque está lejos se puede llegar en avión, o al metaverso.

Aunque en su psicodélica intervención aclaró que antes había hablado "con los coordinadores y coordinadoras del metaverso", no debió entender muy bien lo que le explicaron que era. Sobre todo, porque al metaverso puede ir cualquiera sin salir de casa, incluso ella, si supiese ponerse unas gafas de realidad virtual. Y claro, ahí, en lo de "huir del mundo" y en que sea "muy restringido, muy pequeño", sólo para "los inmensamente ricos", este plan B de los millonetis presenta también algunas lagunas.

De planes B se ha hablado mucho estos días. Incluso Tezanos daba alas a las cábalas con su último Barómetro, de hace siete días, que señala que si hubiese repetición electoral ganaría el PSOE, que obtendría los 137 diputados que ahora tiene el PP, que se quedaría con los 121 que ahora tienen los de Sánchez. Y Yolanda alcanzaría un resultado cósmico, Sumar subiría como un cohete y duplicaría los votos de Vox.

¿Quién en esta tesitura no querría repetir las elecciones? Ese debería ser sin duda el plan B de Sánchez, que le permitiría esquivar el chantaje de Puigdemont y evitar esa ley de amnistía con la que podría cargarse definitivamente lo poco que queda en nuestro país de democracia, separación de poderes e igualdad de los españoles ante la ley. Esa amnistía que según Yolanda y los suyos "es una oportunidad de pasar página" y "no va dirigida a las élites políticas sino a cientos de personas anónimas", aunque ella sólo ha ido a ver y a acariciar y besar a Puigdemont.

Pero no parece que vaya a ser así. Sánchez sólo contempla una opción, y aunque no la verbaliza todavía, sus asesores siguen dándole vueltas a cómo llamarla, esa opción es la amnistía. Sánchez está a gusto con sus compañías actuales. Le agrada y le complace contar con Bildu, ese partido que según nos explicó el miércoles Merche Aizpurúa "ha hecho más por mejorar la vida de los españoles que el PP". Sobre todo, por la de los que siguen vivos después de más de 40 años de bombas y tiros en la nuca.

Está feliz con Junqueras y Rufián, con Sumar, Podemos, Izquierda Unida, Catalunya En Comú, Más Madrid, Más País, Compromís, Xunta Aragonesiste, Més per Mallorca, Més per Menorca, Verdes Equo, Alianza Verde, Batzarre, Proyecto Drago, Izquierda Asturiana e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Tan feliz que quiere incluir, cueste lo que cueste, a Puigdemont en ese nutrido grupo de wasap desde el que piensa gobernar el país. Y no quiere ni oír hablar de elecciones, ni por supuesto de alcanzar pactos de estado con Feijóo.

Con Feijóo, por no querer, no quiere ni hablar. De su anhelo de un debate cara a cara una vez por semana en televisión, por lo menos seis, ha pasado directamente a ignorarle. A él y a los más de ocho millones de españoles que le votaron. En vez de debatir y confrontar con el líder del PP sus distintos proyectos para España, decidió, contraviniendo la nueva ley de bienestar animal, quitarle el bozal a Puente en un recinto cerrado y lleno de gente.

Del respeto por las leyes y la democracia de Sánchez ya estábamos bien advertidos. Él se aferra a lo de que el PP incumple la Constitución por negarse a renovar el CGPJ. Que, por cierto, la Constitución no obliga al PP a renovar el CGPJ, sino a los representantes políticos de todos los partidos a llegar a un acuerdo para renovarlo. Y si como dice Sánchez se está incumpliendo la Constitución, pues habrá que obligar a cumplirla. Ese es el primer mandato del poder ejecutivo. ¿Por qué no lo hace? ¿O es que tal vez el PP no está incumpliendo nada y no hay ninguna sentencia en ese sentido del Tribunal Constitucional, que sí sentenció que Sánchez declaró dos estados de alarma inconstitucionales?

De Puente y su "intervención", poco puede sorprender a los vallisoletanos, que ya le conocen. Pero ha causado mucho revuelo. Esa era la idea para evitar hablar de planes de Gobierno y proyectos de país. Un buen periodista, Carlos Sánchez, moderado, cabal y respetado a izquierda y derecha, escribía un artículo titulado "Un candidato correcto y el vómito de un energúmeno", en el que describía lo de Puente de la siguiente manera: "Se subió el jabalí a la tribuna y expulsó un vómito de bilis, poniendo el hemiciclo perdido de basura. Sánchez, puesto en pie, aplaudía el espectáculo copro. Cómo sería la cosa que Abascal, que habló a continuación, pareció un miembro de la Cámara de los Lores".

Gusten más o menos, cualquiera podría considerar la mayoría de las propuestas del discurso de Feijóo y abrirse a debatirlas. Pero Sánchez se ha tomado su derrota en las elecciones como un cheque en blanco para cagarse en todo, empezando por las reglas más básicas de educación. Cuando el PP se manifestó en Madrid contra la amnistía, Sánchez afirmó que se estaban manifestando contra él. Y por una vez dijo la verdad. Porque Sánchez es la amnistía. Y será el referéndum. No hay plan B.

2 Comentarios

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usuario anonimo 9/29/2023 - 9:05:01 PM
Pufff, vaya montón de chorradas del señor de la eQuis. Está como un CENCERRO !!!
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señor equis 9/29/2023 - 4:07:43 PM
Y Bildu ha hecho más por los españoles que el PP. Es más, para el PP, los asesinados por ETA solo tienen utilidad para ganar votos de forma miserable o para el enriquecimiento ilícito, como ya quedó demostrado por la policía. Y mientras Oskar Matute se manifestaba por la liberación de Miguel Ángel Blanco y la disolución de ETA en Ermua, el PP acercaba presos del "movimiento vasco de liberación nacional". Pero como sale gratis llamar terrorista en este país, hay que aguantar el cinismo de la derecha, que tiene en su armario muchos más muertos que ETA.
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