31/12/2024
Aielo de Malferit es una localidad valenciana de poco menos de 5.000 habitantes, situada a unos 75 kilómetros de la capital del Turia, en la comarca de La Vall d'Albaida, y que se enorgullece de haber sido la cuna de una de las voces más privilegiadas de nuestro país, Nino Bravo, de cuyo fallecimiento precisamente se cumplen ahora 50 años.
Pero una fascinante historia transmitida de generación en generación de aieloners afirma que hubo también otro hijo ilustre alumbrado antes allí: el jarabe en el que se podría haber basado en sus inicios la fórmula de la mundialmente conocida Coca-Cola, pues fue llevado a Filadelfia a competir en un certamen precisamente un año antes de que en los Estados Unidos se inventase la famosa bebida. ¿Casualidad?
¿Qué habría ocurrido en el devenir histórico de Aielo de Malferit, de ser cierta esa historia, si hubiera llegado a ser la sede desde la que se hubiera comercializado internacionalmente la famosa bebida? ¿En qué se habría convertido la población hoy? El potencial de un sueño así sobrepasa al del mayor cuento de la lechera.
En plena plaza del Palau, en las inmediaciones del Ayuntamiento, se ubica hoy Destilerías Ayelo, una fábrica con un aire centenario, de las más antiguas de España, cuyo propietario actual es Juan Juan Micó. Entrar en ella retrotrae a tiempos pasados. Las paredes lucen diplomas de prestigiosas ferias internacionales de hace dos siglos, cuyo papel señorial amarillea con las huellas del transcurso del tiempo. El único vestigio embotellado que allí puede asociarse hoy a la Coca-Cola es una bebida alcohólica que se denomina Licor de Nuez de Kola-Coca.
Mucho tiempo atrás, en 1880, en Aielo de Malferit, que contaba con la mitad de habitantes que ahora, Bautista Aparici Belda, Ricardo Sanz y Enrique Ortiz Garrigós crearon la sociedad 'Aparici, Sanz y Ortiz', conocida como 'La Botellería'. Comenzaron a producir licores y a presentarlos en ferias internacionales. Sanz y Ortiz se encargaban de la fabricación y la administración y Aparici viajaba como comercial.
Su invento más famoso fue la 'Nuez de Kola-Coca', un tónico reconstituyente que al principio llamaban 'Anís Celestial' y anunciaban como jarabe para las digestiones. Los ingredientes básicos eran nuez de cola y hojas de coca de Perú, mezclados con agua fresca.
Ganarían más de veinte medallas de oro y plata y una decena de diplomas y menciones honoríficas por el mundo. Participaron en la Exposición Universal de París de 1889 -cuando se inauguró la Torre Eiffel- y en un certamen de bebidas de Estados Unidos en Filadelfia en 1885, un año antes del nacimiento de la Coca-Cola. En ese concurso obtuvieron una medalla de oro y dejaron allí muestras del Jarabe Superior de 'Nuez de Kola-Coca'.
En 1892 la reina regente de España María Cristina, madre de Alfonso XIII, concedió a la empresa el título de proveedor de la Casa Real, permitiéndole usar su escudo de armas en etiquetas y facturas. Continúan utilizándolo hoy.
Un año después de la presentación de los productos de Aielo en Filadelfia, el 8 de mayo de 1886, un farmacéutico que había obtenido su título en Filadelfia, John Stith Pemberton, creaba una bebida medicinal con hojas de coca y semillas de cola. Pemberton siguió experimentando para mejorar la fórmula, hasta que accidentalmente mezcló el jarabe con agua carbonatada y resultó un éxito.
Por problemas financieros, en 1888 Pemberton vendió la fórmula, por 2.300 dólares, al magnate y político Asa Griggs, y murió ese mismo año sin llegar a conocer ni sospechar siquiera el inmenso éxito mundial que aguardaba a la bebida. Falleció de cáncer de estómago a los 57 años, en la más absoluta pobreza.
A finales de 1897, la fábrica valenciana pasó a pertenecer en exclusiva a Enrique Ortiz, al haberse separado de la sociedad los otros dos fundadores. La 'Nuez de Kola-Coca' era un jarabe, como está impreso en las primeras etiquetas y en el Diploma obtenido en Londres en 1882. Pero la marca tardó mucho en registrarse; no lo hizo hasta 1903, y como licor.
Diversos dueños fueron sucediéndose en la fábrica, y con el advenimiento de la Guerra Civil Española y su posguerra la producción pasó por períodos de reducción o interrupción hasta que la Nuez de Kola-Coca acabó por desaparecer. Aún es posible escuchar hoy en Aielo una versión que explicaría la razón para ello, que sólo pervive en la transmisión oral, pues no se conoce la existencia de ninguna prueba justificativa de otro tipo: representantes de la célebre compañía mundial habrían visitado Aielo y adquirido la patente por 30.000 o 50.000 pesetas para evitar problemas al comercializar su bebida en España. En 1971 los actuales propietarios adquirieron la destilería y continuaron con la tradición licorera.
Lucía Mompó, vinculada familiarmente a Aielo de Malferit, escuchó desde pequeña la historia de que las raíces de la Coca-Cola estaban realmente en España y en 2018 creó Malferida, una bebida cuyo sabor recuerda al de Coca-Cola, sin azúcar. La nuez de cola y la estevia son la receta básica de este refresco que hace un guiño a la leyenda que sitúa la base de la Coca-Cola en Aielo de Malferit.
Mientras uno toma una Malferida o un Licor de Nuez de Kola-Coca bien fresquitos se puede dejar volar la fantasía hacia aspectos de un presente que podría haber resultado muy diferente. ¿Los 5.000 habitantes de Aielo por cuánto habrían multiplicado su cifra? ¿Nino Bravo habría llegado a ser, por sus magníficas cualidades, tan famoso mundialmente como Frank Sinatra? ¿Qué inmensa extensión ocuparía la fábrica, y cuántas décadas llevaría alejada del centro? ¿Cómo habría cambiado el urbanismo de la localidad? Solo cabe especular? o soñar, como se prefiera, que al fin y al cabo es la chispa de la vida.
Fotografías: Gabriela Torregrosa