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Las cajas de Ámsterdam

La crónica cultural de este lunes de Ágreda para Tribuna

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Las cajas de Ámsterdam
Ágreda L.M.
Ágreda L.M.
Lectura estimada: 2 min.

Kati Horma y Margaret Michaelis en la Guerra Civil es una exposición que se puede ver en La Pasión. Más de cien piezas que muestran el trabajo documental realizado por estas dos fotorreporteras durante la contienda -así reza el programa-. Una buena fotógrafa es como una canción ha dejado dicho Larry Fink. Una canción que mira hasta que le cuenta algo de la realidad, y adquiere una cierta melodía, trágica como es esta exposición. La improvisación espontánea es lo que cuenta.

Las fotografías de Horma y Michaelis son la necesidad imperiosa de interpretar lo que está pasando en esa época tan cruel en España desde el interior del alma. El periplo que tuvieron que recoger las cajas hasta que llegaron a Ámsterdam fue de aúpa. Aquí en estas cajas estaban guardados los archivos de la CNT-FAI que lograron salir de Barcelona de milagro.

Ahora en la Sala de la Pasión se pueden ver estos documentos. 5.300 negativos de celuloide y 270 placas de cristal configuran una parte de la memoria de España gracias a la pericia y la valentía de estas dos estupendas fotógrafas. Hay mucho que ver y que pensar en esta exposición. El ojo, el órgano de la verdad, te lleva por lugares que ahora también puedes ver en la TV con la guerra de Ucrania.

Los rostros, las calles, colegios, la vida toda hecha una ruina. Todo aquí en esta exposición denota tristeza y amargura a partes iguales. ¿Pero cómo se ha llegado a esto, matarse entre hermanos? Decía Borges que quizás lo más superficial del ser humano eran sus opiniones. Cierto, es también que, si le quitas la opinión, mucha gente se quedaría desnuda y sin programa de radio, artículo en el periódico o programa de tv.

Las fotógrafas Kati Horma y Margaret Michaelis también se muestran en sus fotografías. El valor de esta exposición, su corazón, reside en la revelación de un momento en la historia de España que todavía arrastramos. Las fotografías revelan claramente y descubren lo que está oculto en cada uno de nosotros: el odio, el perdón, la alegría, el olvido.

Ver la guerra, las penurias con los ojos de estas fotógrafas abre un universo desconocido para la gente que no hemos conocido esa guerra ni ninguna guerra. Cada época tiene sus valores y una predisposición subjetiva en relación al pasado. Pero ya se sabe que todo pueblo que olvida su historia está obligado a repetirla.

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