Con una trayectoria de más de cuarenta años, Juan Laforga pinchará el 9 de septiembre en la Plaza Mayor de Valladolid con motivo de las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Este artista local ha confesado a TRIBUNA que será "comprensivo" con el resto de DJs internacionales que se darán cita dicho día y que pondrá "algo relacionado con lo que ellos toquen". 

Por otra parte, el disc-jockey vallisoletano afirma que su pasión por la eléctronica viene "desde muy pequeño cuando compraba discos y revistas relacionados con la música". Por otra parte, reconoce que este amor por la electrónica se desarrolló aún más cuando tuvo "la suerte de hacer la mili en Valencia, en una era dorada para la música contemporánea". 

PREGUNTA. ¿Cómo comienza en este mundo?

RESPUESTA. Comienzo de la mano de un tío mío, que era disc-jockey en esa época en la discoteca S'Copas en Laguna de Duero y en Charlot aquí en Valladolid en la calle Francisco Suárez. 

P. ¿Cuántos años lleva en activo?

R. Empecé de forma muy precoz porque a los 14 años ya me dejaban poner los lentos en Charlot y con esto, más o menos, me remonto al año 1978. Luego he estado todo el tiempo haciendo música: desde muy pequeño he comprado discos y revistas relacionadas con la música. De hecho, recuerdo gastarme los honorarios de mi propina en esto. 

P. ¿Cómo definiría su estilo musical?

R. Siempre me ha gustado la electrónica. Ahora mismo la electrónica más contemporánea que estoy escuchando no viene de Inglaterra ni de Alemania, sino que viene de Lituania, de Rumanía, de Croacia, de Serbia... En realidad todos los países del este son los que mejor música electrónica están facturando a día de hoy. 

P. ¿Su estilo ha ido variando a lo largo del tiempo?

R. Sí, me tengo que adaptar a los tiempos. Yo soy de los ochenta y es el punto donde creo que se fusionaron muchos géneros. Uno de ellos fue la electrónica que se fusionaba con el pop, con el rock... Ahora la electrónica se ha vuelto más sectaria, yo diría que intersectaria y está muy aparte de lo que es el pop y el rock. 

P. ¿Es la electrónica el estilo en el que se ha sentido más cómodo?

R. Sí, la verdad que sí. Aunque me gustan muchos géneros como el blues, del que soy un gran amante, del rock de los años cincuenta, también me gusta el jazz... Es que tengo una colección de más de 25.000 discos en casa. Si solo hubiera sido electrónica, me hubiera aburrido. También me gusta mucho la música étnica, pero mezclado con electrónica. De hecho, tengo una sesión que se llama 'Hechizo' y va sobre música hindú, árabe y oriental mezclado con la electrónica. 

P. En cuanto a sus proyectos, fundó un after en Valladolid a mediados de los ochenta. ¿Por qué en esta ciudad y por qué en este momento?

R. La idea nace de mis vivencias en Valencia. Tuve la suerte de hacer la mili en una era dorada valenciana que fueron en torno al 1982 y 1983. En ese momento, allí había una eclosión de géneros y toda clase de artistas y Valencia era un punto clave para lo que fue la música contemporánea. Al igual que en Madrid estaba La Movida, en Valencia era a nivel de música que se oía al mismo tiempo en Londres, en Chicago o en Berlín. Como allí funcionaban muy bien los afters, cuando volví a Valladolid mi primera idea fue eso: crear un after que se llamaba Scandalazos en el año 1987 que lo mío me costó. 

P. Otro de sus proyectos fue 'Veladas Clandestinas', ¿en qué consiste? 

R. Este proyecto lo hago en colaboración con Ibiza Sónica, que es una emisora ibicenca de 28.000 oyentes. Gracias a un amigo que es director de un programa que se llama 'Noches de Cactus' y que también tiene el ojo mirando hacia los países del este, surgió la idea de traer a Local Suicide, que en ese momento era un grupo muy minoritario pero que ahora está triunfando. Ahora vamos por la cuarta edición de 'Veladas Clandestinas', que vamos a hacerla en octubre, después de las Fiestas de Valladolid. Por el momento, hemos hecho tres: la primera edición, que fue con el grupo alemán Local Suicide; en la segunda nos vestimos de espaciales y contamos con Simulacro; y por último, hicimos una tercera edición llamada 'Oratoria' en una iglesia del siglo XVII situada en Fuensaldaña. En esta última nos disfrazamos de cura. 

P. ¿Cómo es el público que suele acudir a sus sesiones?

R. Depende de cómo sea la sesión. Tengo una fiesta que se llama 'Reencuentros' donde tiramos de música remember que puede ser música de los ochenta o música disco de los setenta. En esta fiesta suele acudir gente de entre treinta y cincuenta años. Pero cuando hacemos electrónica, que lo hago con Technorum en la sala LAVA, tenemos un público joven de veinteañeros. Con la electrónica, tengo un tiempo... Es decir, no quiero basar todo mi tiempo en la electrónica. De hecho, también hice una fiesta de los años veinte en el bar la Tarara, donde fuimos todos disfrazados y fue muy gracioso. Llevo más de cuarenta años pinchando y solo con la electrónica me aburriría. 

P. ¿Considera que el techno o la electrónica tiene un público muy selectivo? 

R. Bueno, cada vez se está generalizando más. Antes había un público para el techno, otro para el house y otro para el breakbeat. Por ejemplo, el techno tardó mucho en entrar en zonas como Sevilla, Málaga o Córdoba. En estas zonas lo que se se manejaba era el breakbeat. Cada zona de España tiene un público y un tipo de música. Ahora se ha generalizado mucho más y lo que más abarca ahora mismo es el house. El techno se está volviendo un poco minoritario. Hace unos años este estilo musical no llegaba a tanta gente y ahora te puedes encontrar incluso a padres con niños. La electrónica se ha generalizado mucho y ya no se ve cómo antes, cuando para muchos significaba droga. 

P. ¿Qué consejo le daría a una persona que quiere convertirse en DJ?

R. Pues más que consejo, que sepa que si de verdad le gusta... Esto es muy esclavo. Por el camino te puedes encontrar que hasta tu pareja se aburra. No es adictivo, pero casi. Si te gusta, tienes que controlarte mucho. Ser disc-jockey es un oficio y cuanto más trabajes, mejor lo harás y cuanto más tipos de música escuches, más te culturizarás. Para ser DJ hay que tener muchas tablas: por ejemplo, yo el día 9 de septiembre pincho en la Plaza Mayor de Valladolid y tengo que ser comprensivo con el resto de grupos que van a actuar. Tengo que poner algo relacionado con lo que ellos van a tocar.