El encuentro fue considerado de alto riesgo por enfrentamiento graves previos entre ambas aficiones
"No podía consentir que dijese a mis hijas lo que tenían que hacer"
Es el relato de uno de los testigos que vivió de cerca el cambio de religión de la presunta terrorista
La presunta terrorista de Tudela de Duero, de origen dominicano y convertida al Islam, fue detenida este martes por la Guardia Civil después de una operación yihadista que comenzó a las 07.45 horas y finalizó cerca de las 13.00. El despliegue, liderado por el juez Joaquín Gadea, titular del juzgado número 6 de la Audiencia Nacional, acabó con el arresto de M.T.M que, según informa la Agencia Ical, pasará a disposición judicial el próximo jueves para responder por un supuesto delito de terrorismo. En este sentido, la detención es debido a que la responsable llevaba a cabo un proceso de adoctrinamiento a través de las redes sociales.
Fuentes cercanas al caso aseguran a TRIBUNA que ella dejó los estudios para convertirse al Islam y que, a partir de ese momento, fue el principio del fin. Es decir, se veía que, en ese proceso, iba a más, aunque nunca creyeron que llegaría hasta el punto de ser detenida por lo citado anteriormente. No obstante, la Guardia Civil ha desmentido que se hayan encontrado explosivos en el domicilio donde vive sola después de pasar una breve estancia con su excuñada. Este medio, además, ha podido corroborar que la presunta yihadista ha estado "toda la vida" en Tudela de Duero a pesar de que estuviera trabajando desde el año pasado en una residencia ubicada en la capital, en Valladolid.
Un testigo, que ha vivido de cerca la evolución de la situación, ha sido Á.M.T, vecino muy conocido de Tudela de Duero, que mantuvo relación con la madre de la detenida cuando la misma todavía no se había cambiado de religión. Eso sí, en cuanto vieron que ella estaba comportándose de manera diferente, le advirtieron de que no eran "partidarios" de la decisión que había tomado y menos que pudiera "convencer" a las hijas de su padrastro de entonces con sus planteamientos islámicos. "Avisé a mi exmujer de lo que iba a pasar, aunque no pensábamos que podría llegar hasta tal punto. Se pasó al Islam y, aunque respeto mucho al Islam, me sacó de quicio por lo que hacía de un día para otro. No podía consentir que dijera a mis propias hijas lo que tenían o no tenían que hacer", asegura en declaraciones a Tribuna Valladolid.
"Se casó con un argelino y, al tiempo, se divorció porque, al parecer, la familia le culpabilizaba de lo que había sucedido. Él sigue viviendo aquí y sigue trabajando como siempre ha hecho. Luego, ella conoció a un iraní (nacionalizado turco) y me enteré por mi hija. La Guardia Civil incluso preguntó por la relación que tenía con ella porque ya tenían indicios de lo que, desafortunadamente, ha terminado pasando", añade. No obstante, insisten en que no esperaban que, con el paso de los años, la joven acabara detenida.