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Sin miedo al fracaso

La opinión de Alejandro de Grado en TRIBUNA sobre la temporada del Real Valladolid

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Sin miedo al fracaso
Foto: EFE.
Alejandro De Grado Viña
Alejandro De Grado Viña
Lectura estimada: 3 min.
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Chapuza. Desastre. Vergüenza. Ridículo. Hay tantos adjetivos para calificar la temporada del Real Valladolid que la resumiría en una sola: desgracia. Desgracia porque nos tocó ver cómo el equipo jornada tras jornada no se levantaba. Desgracia porque nos tocó ver cómo nadie era capaz de revertir la situación. Desgracia porque nos tocó ver cómo siempre fastidian al mismo. Desgracia porque nos tocó ver cómo los que parecían que sí, al final no. Desgracia porque nos tocó ver un cambio de entrenador sin resultado. Desgracia, además, porque nos tocó ver cómo el que se supone que manda ratifica en el cargo a dos de los culpables. Y, por último, desgracia porque nos tocó ver una temporada que acabó sin que se asuman responsabilidades, esas que pasan a ser ficticias a pesar de que las llevan consigo.

Sin embargo, creo que a uno de esos, precisamente al que dice ser presidente, tendríamos que darle la razón porque la culpa es toda nuestra. Es nuestra por entregarnos en cuerpo y alma a un equipo que carece de la misma. Es nuestra por creer hasta el final que se conseguía sabiendo lo que la historia nos advertía. Es nuestra por arropar tanto a una entidad que lo único que nos da son lamentaciones, tristezas y decepciones. La culpa también es nuestra porque lo volveríamos a hacer aunque tuviéramos una bola que nos vaticinara el futuro. Eso sí, solo nos diferencia una cosa que es clave: nosotros tenemos miedo al fracaso y ellos no lo tienen. Y no lo tienen porque si lo tuvieran, estoy seguro que este equipo no baja a Segunda División. Les empezarían a entrar ese mencionado 'miedo', a temblarles las piernas, y hubieran actuado en algún momento como sí hicimos nosotros tanto en los momentos buenos como en los que no lo fueron.

¿Por qué insisto en que no tienen miedo al fracaso? Porque para tener miedo al fracaso, primero hay que vivirlo, sentirlo y demostrarlo, cosa que sigo sin apreciar con el paso de los días. Desde que pitó Munuera Montero el final del partido, ninguno de los denominados 'peces gordos' del vestuario, salvo Masip, se quedó en Zorrilla pidiendo perdón. Solo con ver que la mayoría de los que se quedaron dando la cara eran canteranos demuestra que los que se estaban duchando no tenían miedo al fracaso frente a las más de 25.000 personas que sí que lo sufrimos de verdad.

Y eso que lo tenían bastante más fácil de lo que se habían merecido porque afrontaron la última jornada dependiendo de sí mismos contra un rival directo y alentado por los suyos. Fijaos que no me cambiaba por el Celta o el Almería antes de la final de Zorrilla y os lo explico. Pensaba que solo con ver la respuesta de la afición era un motivo más que suficiente para ganar y para no depender de los demás y menos de equipos que no se jugaban nada como Barcelona o Espanyol. A partir de aquí, entra de nuevo nuestro amigo 'sin miedo al fracaso'. Viendo el vídeo de Movistar Plus, me queda claro que parecía valer con el favor que nos estaba haciendo un equipo ya descendido sin tener en cuenta que los que realmente dábamos sensación de descendidos éramos nosotros. No tiramos a puerta cuando solo te valía un gol. Especulamos en el peor momento posible. Pero fuimos valientes en algo: sabíamos que si fracasábamos, no teníamos miedo a enfrentarnos a las consecuencias

En esta fórmula del 'no miedo' también entra Ronaldo: convoco una rueda de prensa media hora después del descenso, digo las razones por las cuales hemos llegado a esta situación y aquí si te he visto, no me acuerdo. De hecho, solo me acuerdo de que Óscar Puente es, aparte de un mal alcalde, un mal entrenador; parte de la afición es una radical por criticarme cada partido durante menos de 30 segundos; y los árbitros siguen siendo muy malos, al igual que los periodistas, que no aciertan con sus preguntas. Para que luego digan que no doy la cara. 

Todo eso me imagino que pensó el iluminado presidente cuando se acabó la comparecencia. A su juicio, se cometieron algunos "errores" que se juntaron con la falta de "experiencia" para, finalmente, descender. Entiendo que estará satisfecho con sus explicaciones porque es consciente que ya ha cumplido con sus 'exigencias' y estará más contento que nunca por dos motivos. Primero porque "Don Julio" se convertirá en el nuevo entrenador. Y, segundo, porque si no ha tenido miedo a los gritos 'salvajes' de los "cientos de radicales", menos tendrá al fracaso.

2 Comentarios

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usuario anonimo 6/7/2023 - 9:22:01 AM
Desde que murió Marcos Fernández ( para mi unos de los mejores presentes que ha tenido este club sino el mejor) el club ha ido de mal en peor todos presidentes que han venido despues no han querido al club solo hacer pasta y este es el resultado. Esta temporada estaba destinada al fracaso, no se puede fichar lo quena nadie quiere, los mayoría de los jugadores no sudan la camiseta como es debido. Señor Ronaldo si de verdad quiere dejar al club jugando la Champions fiche buenos jugadores que tengan espíritu ganador no la mierda que tenemos. Que no son capaces de lucirse en el campo para ver si los ficha un equipo grande.
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josé antúnez 6/7/2023 - 2:39:34 AM
Este Valladolid no tiene ni raíces, ni corazón ni nada… es todo merchandising y mercadeo. Y este capítulo de su historia no va a acabar nada bien. Esperemos que sus seguidores se den cuenta y den pronto la espalda a un proyecto en el que el Valladolid no es más que una de las piezas de un engranaje diseñado exclusivamente para el lucro de unos pocos.
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