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¡Viva la Zarzuela!

La crónica cultural de cada semana en 'Palabras contra el olvido'

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¡Viva la Zarzuela!
Ágreda L.M.
Ágreda L.M.
Lectura estimada: 2 min.

Muchos años más tarde, en el Centro Cultural Miguel Delibes, habría de recordar aquella noche remota en que su madre le llevó a ver La del manojo de Rosas en el Teatro Calderón de Valladolid. ¿Son buenos tiempos para la Zarzuela? A veces se ve como algo antiguo, pasado de moda, pero nada más lejos de la verdad. La Zarzuela forma parte de la vida del público que ha llenado esta tarde-noche la Sala Sinfónica Jesús López Cobos del CCMD.

Por ponerme tremendo, este es el público que uno busca cuando viene a escuchar música. Esta música, la música que sale de los intérpretes de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) dirigida por el brioso director José Luis López Antón, un director capaz de desplegar una enorme actividad sin descomponer la figura: brazos amplios, gesto meridiano y firme y sugerente cuando dirige a los que le miran. Su batuta, siempre clara, posee el equilibrio requerido entre lo tímbrico que pide la partitura y la melodía que requiere el momento. Más veces te queremos ver por aquí José Luis.

Obras de los grandes compositores de zarzuela como Tomás Bretón (preludio de La verbena de la Paloma) Chapí (El rey que rabió) Barbieri (El barberillo de Lavapiés) Chueca (Tanto vestido de blanco) Guridi (El caserío) Pablo Solozábal (Viva Madrid) etc., llegaron al corazón del público. Un público de todas las edades que se zambulló en la música y en las voces de los Coros de Castilla y León que dirigidos, como siempre, por Jordi Casa pusieron toda la carne en el asador para que aquello resultara inolvidable.

No hay que olvidar, como escribe José Luis Temes en su libro El Siglo de la Zarzuela, que la zarzuela fue el movimiento artístico de mayor dimensión y arraigo social de la historia de la cultura española. Eso se nota esta noche, aquí en el Centro Cultural Miguel Delibes. Se nota en primer lugar su legado, eso es indiscutible, abuelos, padres e hijos compartiendo butaca es síntoma inequívoco de la pervivencia en el tiempo de este género musical.

La zarzuela, es indudable que impregna todas las clases sociales y como sigue diciendo Temes en su libro "Unió, como ningún otro y durante nada menos que cien años, a aristócratas y obreros; a monjas y anticlericales; a liberales y conservadores, a catalanes, extremeños, gallegos, madrileños, andaluces y pucelanos". Sirvió en definitiva de encuentro. Un encuentro como el de esta noche que ha resultado entrañable.

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