El español, número 2 del mundo, superó al australiano en dos sets (7-5 y 6-3) tras un inicio titubeante y espera rival entre Tsitsipas y Fils
80 milésimas que valen una pole
Bienvenidos a Mónaco queridos lectores, ese circuito laberíntico donde en su día vimos volar a legendarios pilotos como Fangio o Senna con sus livianos y maniobrables monoplazas pero donde ahora y con unos monoplazas mastodónticos, se baten nuestros pilotos.
La clasificación de una carrera siempre es algo peculiar. Para los amantes de la velocidad más puristas, es el momento donde realmente se demuestra que piloto es el más rápido. La clasificación no es sino una sucesión de vueltas en condiciones óptimas para conseguir un tiempo. Se elimina la parafernalia de las estrategias, el posible error humano y se reducen los caprichos del azar. Y por eso Mónaco es un circuito con características especiales, porque representan el pináculo de la velocidad a una vuelta, porque otorga la licencia de agente de la velocidad y técnica.
El favorito como ya es costumbre era Max Verstappen, tenía el mejor tiempo en libres pero seguido muy de cerca de los sospechosos habituales. Los Ferrari a una vuelta han vuelto, Checo se siente peleón y Alonso se lo pasa en grande con un coche que va bien, pero aun así el rival a batir es siempre Máx. La Q1 empezó como era de esperar, Verstappen y Alonso marcaban buenos tiempos en su primer intento pero todavía lejos del tiempo esperado para la pole. Los Ferrari se dejaban ver de la mano de Leclerc pero con un más que discreto Carlos. Y cuando menos lo esperábamos, boom, primera baja en los aspirantes al trono. Checo entraba pasado en la curva de Santa Devota (curva 1 para los menos enfermos de este deporte) y estampaba su Red Bull. En ese momento acababan las aspiraciones para este gran premio del piloto mexicano, y quien sabe si las aspiraciones al campeonato. Bandera roja, calma.
Se reanudó la sesión con 11:12 en el cronómetro y la pista mejorando constantemente. Max se puso primero quitándole las pegatinas al muro, Alonso y Leclerc marcaron buenos segundos intentos y se fueron a boxes. No sabíamos quién se iba con Pérez en la Q1 pero a falta de 30 segundos, los nombres de Hamilton y Sainz estaban en la quiniela. Ambos pilotos peleados con el circuito apuraron hasta su último intento gastando dos juegos de neumáticos para pasar a Q2, no fallaron. Sargent, Magnussen, HUlkenberg y Zhou se quedaban fuera y mañana optarán a poco, por no decir nada.
En la Q2 volvieron los duelos de gladiadores. Max marcaba un tiempo, Alonso uno prácticamente idéntico y así sucesivamente. Podíamos ir vislumbrando cómo iría la cosa. Hamilton volvía a tener problemas, al igual que Stroll. No encontraban su ritmo pilotos que en teoría no deberían sufrir para pasar a Q3. Tanto sufrió Stroll, que no pasó. Hamilton sí, por poco, pero dentro. Piastri, De Vries, Albon, Stroll y Bottas fueron los pilotos que no pasaron el segundo corte. Tsunoda otra vez en Q3 extraordinario lo del japonés teniendo en cuenta el tractor que lleva por coche con el Alpha Tauri de este año. Los Alpine venían muy fuertes y sin miedo a nadie.
La Q3 fue un show digno de los fuegos artificiales del año nuevo chino. Todos los toreros capote en mano, dispuestos a domar a la bestia que es este circuito a una vuelta. Alonso se puso primero con su primer intento marcando el mejor tiempo del fin de semana y dos sectores púrpura. Pero no estaba solo porque Sainz y Leclerc prácticamente calcaban su tiempo todos en los 1:11.7 separados por 53 milésimas. Max falló y estaba a 4 décimas pero aún había tiempo y mucho por decidir. No falló el holandés su segundo intento, 1:11.6 y primera plaza pero el show solo acababa de empezar. Un renovado Hamilton resurgió de entre los muertos para ponerse tercero con un 1:11.7. Pero como en toda gran obra, hay actores secundarios que tienen su momento de gloria, y vaya que momento. Ocon marcaba un espectacular 1:11.5 para ponerse poleman provisional a falta de 3 minutos. Faltaba la última carga de la caballería y el público se ponía en pie ante el apoteósico final. Leclerc mejoraba para marcar un 1:11.476 y ponerse en cabeza, pero Alonso en una vuelta extraordinaria rebajaba el crono en 22 milésimas para ponerse el primero. Pero la gota que colmaba el vaso de la emoción fue por culpa de un tal Max. Le quedaba un intento, y al paso por el segundo sector perdía 2 décimas respecto a El Nano, aún así había miedo en nuestros corazones pues el coloso de Red Bull es un experto en destrozar el tercer sector. Y eso hizo, 1:11.36. Fue tan bueno ese tercer sector, que se llevó la pole por 80 milésimas. 3 décimas más rápido en un sector de 18 segundos, barbaridad lo del holandés, merecido poleman.
Max fue primero, seguido de Alonso y Leclerc, aunque luego sancionaran al monegasco con 3 posiciones por obstruir el último intento de Lando Norris, y tercero saldrá un viejo conocido llamado Esteban Ocon. Sainz cuarto se beneficia de la desgracia de su compañero. Mañana habrá pocas opciones al optimismo, aunque como Fernando ha dicho hoy al hablar de su última vuelta, esto es magia, y en tu magia confiamos para mañana volver a soñar con verte en lo más alto.
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