Creo que lo que está pasando con el tema del racismo en España es un sueño del que me voy a despertar en unos días, una pesadilla que no la estoy viviendo, o quizá algo que tenía que llegar obligatoriamente y que por fin ha llegado.

En la película que tiene desbordada a la población mundial solo hay tres protagonistas.

Vinicius, el club deportivo Real Madrid y los periodistas que cubren la información desde la capital de España de este equipo y este jugador.

Así que vamos por orden.

VINICIUS

Es un joven futbolista brasileño con unas condiciones increíbles y un superdotado delantero posiblemente en la actualidad de los mejores del mundo. Parece por su manera de expresarse en público que es muy poco reflexivo en sus manifestaciones, pero seguro que es propio de la edad y del carácter de un futuro crack.

REAL MADRID C.F

El tiempo ha demostrado que no ha despedido con mucho entusiasmo a sus estrellas recientes como Ramos, Casillas o Cristiano, por poner un ejemplo, así que no es difícil pensar que no ha tratado con mucho cariño a su crack para la próxima década.

Algo tan sencillo como una conversación de hombre a joven, con alguien que se nota que necesita asesoramiento y mucho cariño, podía ser algo de esta manera:

"Mira Vinicius, vas a empezar a jugar en el mejor equipo del mundo, el más laureado y el que tiene una historia y una trascendencia que irás conociendo poco a poco.
Todo lo que hagas en el campo tendrá una lupa para lo bueno y lo malo que hará de ti una leyenda del futbol moderno o simplemente un jugador excelente que no es buen profesional en el campo.
Si respetas acabarás siendo respetado, pero si provocas, finges o engañas acabarás siendo criticado por rivales y aficiones contrarias. Todo depende de ti, de tu forma de actuar en el campo. Lo que ocurra en el césped marcará tu carrera, de ti depende".

Y punto, no será necesario decirle más, aunque como a todo joven que se rebela ante lo que considera injusto, puede ser bueno repetírselo desde el cariño las veces que haga falta.

PERIODISTAS

Los puestos de trabajo escasean y cada uno debe asegurarse el suyo de la mejor manera que conozca. No es normal que aficiones de diez ciudades distintas sean racistas, odien a los negros o que incluso odien a las estrellas del club blanco. Podían pedir la cabeza de Modric, o acordarse del padre de Kroos o de la madre de Rudiger o de Rodrigo. No es así.

Lo que pasa es que en el futbol profesional donde hay tanto dinero, tanta pasión y tanta adrenalina en las gradas de los clubs de fútbol, normalmente no se tolera que un deportista, se ría, humille, proteste constantemente y se encare con sus compañeros de profesión aunque vistan otra camiseta y defiendan un escudo, de un club más humilde.

Los únicos que pueden trasladarnos la verdad de los hechos que ven y observan cada domingo, son las personas que si tuvieran ética, decencia y un poco de sentido común y no tuvieran miedo a las represalias, contarían lo que los demás vemos y ellos ocultan.
Ahora se rasgan las vestiduras contando una película cuyo relato y guion han cambiado ellos solos. En España no hay racismo, solo hay periodistas COBARDES.