Una mujer, Lixandra D.M., de 39 años en el momento de los hechos, ha sido acusada de estafar a otra respecto al alquiler de una casa que nunca pensó arrendar y por quedarse con 900 euros que la víctima le entregó. La acusada ha asegurado durante el juicio que alguien suplantó su identidad después de perder su carné, según ha informado EFE. La vista oral se ha desarrollado en la Audiencia Provincial de Valladolid.

La supuesta autora acudió a una oficina bancaria de Madrid, donde se identificó a nombre de otra mujer y con un documento de ciudadana de la Unión Europea en el que había puesto una fotografía suya. 

La acusada solicitó la apertura de una cuenta a nombre de la persona del documento, y por estos hechos se han abierto diligencias en el Juzgado de Instrucción Número 2 de Coslada, Madrid. Posteriormente, ella o una persona que pactó con ella ofreció el arrendamiento de un piso en la calle Pérez Galdós de Valladolid a través de una página web y escribió una dirección de correo electrónico para que contactaran las personas interesadas.

El 23 de septiembre de 201, una mujer se interesó por el arrendamiento a través del correo electrónico y el día 25 hizo una transferencia bancaria de 900 euros desde una cuenta que tenía en una oficina de Medina del Campo (Valladolid) a favor de la cuenta abierta por la acusada.

En su declaración como testigo, la víctima insistió en que quería ver el piso y le respondieron que tenía que pagar seis meses de alquiler, además de los 900 euros ya abonados. Desde ahí, comenzó a sospechar de que se trataba de una estafa.

La perjudicada solicitó la devolución de los 900 euros que ya había pagado, pero nunca le devolvieron el dinero. Fue entonces cuando se dirigió al banco para avisar de lo que estaba ocurriendo y, desde la sucursal, le explicaron que acababa de estar acudir la Policía Nacional.

La fiscal ha mantenido su petición de un año de prisión y el abono de una indemnización de 900 euros por un delito de estafa y ha modificado sus conclusiones provisionales en el sentido de pedir, alternativamente, la misma pena de cárcel por un delito de apropiación indebida.

La representante del ministerio público ha subrayado que la acusada no tenía intención real de alquilar el piso y sí de apoderarse de los 900 euros que le entregó la víctima, para lo que abrió una cuenta bancaria donde se depositó el dinero.

La defensa ha demandado la absolución y, en caso de condena, la aplicación de la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas. El juicio ha quedado visto para sentencia, según ha confirmado EFE.